En los pasillos del voleibol cubano, el nombre de Miguel Ángel López (Cienfuegos, 1997) viene sonando desde hace más de un lustro. Al principio, cuando no había cumplido 20 años y poco se sabía de su juego y su personalidad, muchos se precipitaron a sentenciarlo porque no medía más de 1.90 metros, pero el tiempo ha puesto a todos en su lugar y casi ha multiplicado por cero sus críticos.
Estrella en el principal equipo de la Superliga brasileña y figura indiscutible de la selección nacional antillana, “El Cubano Volador”, como le conocen, ha escalado a la élite del deporte de la malla alta (fue escogido como mejor voleibolista del mundo en 2023) y es hoy objeto de deseo de los principales clubes profesionales del mundo, desde Europa hasta Asia. Precisamente, es posible que la próxima temporada lo veamos en el Panasonic Panthers, plantel del circuito japonés dirigido por el entrenador que ganó los últimos Juegos Olímpicos en Tokio, el francés Laurent Tillie.
Pero antes de dar un nuevo salto económico y profesional en su carrera, López busca cerrar a tope la aventura brasileña, que comenzó en 2020 con algo de nervios. En aquel momento, recuerdo, dijo que era un reto vestir la camiseta del Sada Cruzeiro por el palmarés y la trayectoria del plantel. Cuatro años más tarde, puede decirse que ha respondido a la altura de las expectativas, al punto de ser considerado ya un jugador con peso en la historia del club radicado en Belo Horizonte.
En Brasil, el cienfueguero ha ganado por partida doble los títulos de la Superliga, la Copa y la Supercopa, además de una corona en el Mundial de Clubes y tres en el Sudamericano, evento que vivió la pasada semana su 34 edición. Justamente, este último certamen ha sido un oasis para López, seleccionado Jugador Más Valioso (MVP) en tres versiones consecutivas, la más reciente de ellas en la urbe sureña de Blumenau.
En el gimnasio Galegão, Miguel Ángel lideró al Sada en un torneo perfecto, con cuatro victorias y ningún set perdido. Los monarcas brasileños arrollaron por su orden al Olympic de Bolivia, al Monteros de Argentina, al APAN Blumenau de Brasil y al Ciudad Voley, otro de los conjuntos albicelestes que participaron en la lid regional. De esta forma, ganaron el Sudamericano por octava ocasión en línea y por décima vez desde la reanudación del certamen en 2009.
En este período de 15 ediciones, ningún voleibolista había logrado tres veces el MVP y solo el cubano-brasileño Yoandy Leal lo ganó de forma consecutiva (2016-2017), lo cual nos deja bien claro la magnitud de lo logrado por “El Cubano Volador”, quien también había conseguido el premio de Jugador Más Valioso en el Mundial de Clubes de 2021 y en la Superliga brasileña de 2022.
El palmarés del auxiliar antillano puede seguir creciendo en Brasil, donde el Sada Cruzeiro es el principal candidato para conquistar el título liguero de la actual temporada. Cuando restan seis jornadas para el final de la fase clasificatoria, los chicos de Belo Horizonte son líderes indiscutibles de la tabla, con 15 victorias en 16 presentaciones, 47 sets ganados y solo 7 perdidos.
López ha tenido mucho protagonismo en el paso arrollador del Sada, tanto en la parcela ofensiva como en la defensa. El cienfueguero es el segundo anotador del equipo (solo superado por el veterano Wallace de Souza) y se ubica en el Top-10 del circuito en aces (18-quinto), por ciento de recepciones positivas (63 %-octavo) y efectividad en ataque (62 %-octavo). Además, ocupa la decimoquinta posición en promedio de puntos por set (3.64).
Con estas credenciales, es normal que exista interés de otros clubes por hacerse con sus servicios. Por su cartel, Italia parecía un destino ideal, pero la realidad económica que vive el circuito profesional más prestigioso del planeta abre el abanico de opciones para su próxima parada. Como ya decíamos, todo indica que López se irá a Japón, aunque no se puede descartar un cambio de rumbo directo a Rusia, por ejemplo, que intenta poblar su liga de estrellas a golpe de cartera.
Y antes de continuar el viaje, probablemente lejos de Brasil, Miguel Ángel estará con la selección cubana en la recta final del proceso de clasificación a los Juegos Olímpicos de París. La Liga de Naciones 2024 aparece marcada con un punto rojo en el calendario, pues en ese evento el cuadro nacional deberá rendir al máximo para obtener los puntos necesarios que le abran las puertas a la cita estival gala.
De cara a ese torneo, la motivación de López está por las nubes, pues tendrá la oportunidad de competir junto a un grupo de jugadores que compiten a buen nivel en circuitos profesionales, incluido el estelar Robertlandy Simón, quien regresa al equipo nacional para ejercer de líder indiscutible.
Se espera que el cienfueguero sea uno de los titulares en la posición de auxiliar, en la que actualmente hay mucha rivalidad por la presencia de Marlon Yant, Osniel Mergarejo y José Miguel Gutiérrez, la gran revelación cubana de la temporada. A priori, López y Yant parten con ventaja para ser regulares, pero la forma deportiva y el rendimiento serán determinantes a la hora de armar el cuadro titular.