¿900 medallas de oro para Cuba? ¿Solo un título de Paraguay, Bolivia e Islas Vírgenes Británicas? ¿Siete Juegos Panamericanos consecutivos sin la sombra de un fracaso? ¿Doce años sin recibir un solo punto sobre los colchones? ¿Ocho deportes colectivos con un mismo dominador? ¿Nueve coronas para una nueva reina mexicana?
Esos son solo algunos de los datos que ha dejado la lid continental de Lima 2019, en la cual, como siempre sucede en citas multideportivas, han quedado escritas marcas impresionantes, algunas asociadas a victorias de muchos relieve y otras que son el vivo rostro de la derrota.
Tras apagarse la llama en la capital peruana, OnCuba les propone una mirada a varios de esos números destacados.
900 y contando
Cuba rebasó las 900 coronas en la historia de los Juegos Panamericanos y su cuenta dorada quedó en 909 al finalizar Lima 2019. El título número 900 llegó a través del luchador Alejandro Valdés, quien subió a lo más alto del podio el viernes 9 de agosto.
Esa misma jornada, también ganaron el saltador Luis Enrique Zayas y el judoca Magdiel Estrada, pero estas dos coronas llegaron después del triunfo de “Calabaza”, como se le conoce al luchador del estilo libre.
Argentina suma en equipo
Los argentinos recordarán los Panamericanos de Lima por su tremendo asalto al medallero, por la estelar actuación de la joven nadadora Delfina Pignatiello, por el papelón de su escuadra femenina de baloncesto (eliminada tras una equivocación en el vestuario), y por el paso arrollador de sus deportes colectivos, que sumaron un total de ocho preseas doradas.
Hockey sobre césped (f-m), softbol (m), fútbol (m), voleibol (m), baloncesto (m), rugby (m) y balonmano (m) vieron coronarse a los conjuntos albicelestes.
Ningún otro país ha ganado tantos títulos colectivos en unos mismos Juegos, de hecho, la marca anterior era de seis cetros y la compartían Estados Unidos, Brasil y Canadá, con la particularidad de que ellos la lograron cuando fueron sede en 1987, 2007 y 2015, por ese orden.
La marca de Cuba, reconocida por su tradición en varios deportes por equipos, es de cinco coronas en unos mismos Juegos, casualmente en los de La Habana 1991, también como anfitrión. En aquella lid ganaron el béisbol, los dos equipos de voleibol, el polo acuático y el balonmano masculino.
Sin discos dorados en las pesas cubanas
Las pesas, deporte con más medallas de oro (159) para Cuba en la historia de los Juegos, se quedó por primera vez sin coronas desde Sao Paulo 1963. Los forzudos solo conquistaron una medalla de plata mediante el super completo Luis Manuel Lauret.
La hegemonía estadounidense
Un total de 25 países lograron al menos una medalla de oro en Lima, y 11 de ellos superaron la decena de metales áureos. Además, seis naciones se fueron por encima de la treintena de títulos, lo cual demuestra el tremendo nivel competitivo que reinó en la capital peruana.
En medio de este escenario, visualizado desde mucho antes de arrancar los Juegos, se pensaba que Estados Unidos no podría llegar al centenar de coronas, pero los norteños encendieron los motores y lograron su mayor cantidad de pergaminos (120) desde Mar del Plata 1995 (170).
Cuba mantiene su lugar histórico
Cuba ha perdido el segundo lugar en las dos últimas ediciones de los Juegos Panamericanos, pero mantiene esa posición histórica en el medallero general desde el inicio de estas lides en 1951, superado únicamente por Estados Unidos.
Si tomamos como referencia solo las cinco citas del presente siglo –desde Santo Domingo 2003 hasta Lima 2019–, el pabellón antillano sigue en el segundo lugar, aunque su renta ha disminuido considerablemente sobre Brasil y Canadá, los perseguidores inmediatos.
Por ejemplo, de Santo Domingo 2003 a Guadalajara 2011, Cuba sumó 189 coronas (423 preseas en total), 60 más que los sudamericanos (129-422) y 91 más que los norteños (98-385). Sin embargo, luego de Lima, la Isla ha visto como la diferencia se ha reducido casi a la mitad, pues los brasileños se ubican a 33 cetros (258 por 225), y los canadienses a 47 (258 por 211).
Mijaín leyenda
Mijaín López volvió a subir a lo más alto del podio en unos Juegos Panamericanos y ya van cinco en línea. Eso significa que nadie le ha ganado al gigante cubano en 16 años, desde que comenzó su estelar obra en Santo Domingo 2003.
El antillano ha combinado sus éxitos continentales con títulos mundiales y olímpicos que ya prácticamente no caben en la sala de su casa. Pero los triunfos de los Panamericanos tienen un sabor especial, pues en estas lides no permite puntos desde Río de Janeiro 2007.
Un dominio tan abrumador solo merece un calificativo: leyenda.
Deportes colectivos en blanco
Los deportes colectivos extendieron su paso negativo en lo que a coronas se refiere. Desde el 2007, cuando el béisbol y el voleibol femenino subieron a lo más alto del podio, Cuba no gana ninguna disciplina por equipos.
De las modalidades que ostentan al menos un cetro por colectivos, la racha negativa más larga la tienen el voleibol y el balonmano masculino, que no ganan desde Winnipeg 1999. Por su parte, las chicas del baloncesto sumaron su última diadema en Santo Domingo 2003 y llevan ya 16 años sin ascender a la cima.
Para seguir en la cuerda de los deportes colectivos, es imprescindible mencionar al equipo de polo acuático masculino de Estados Unidos, que ganó por séptima ocasión consecutiva.
Esta es la racha activa de victorias más larga para un deporte colectivo. Los norteños no pierden en las batallas goleadoras de las piscinas desde La Habana 1991, cuando el equipo cubano se interpuso en su camino.
Antes de esa derrota, los estadounidenses habían ganado el polo masculino en otras tres oportunidades consecutivas (de San Juan 1979 a Indianápolis 1987), por lo que han dominado esta disciplina en diez de las últimas 11 ediciones de los Juegos.
La racha más larga de victorias para un equipo en la historia de los Panamericanos es la del béisbol cubano, que cantó el alirón diez veces seguidas, desde Cali 1971 hasta Río 2007, paso arrollador que duró 36 años.
Los polistas norteños enfilan para quebrar dicha marca, al igual que el balonmano femenino de Brasil, intocable en las seis últimas ediciones de la lid continental.
Canadá a la baja
Analizando todos los datos desde la cita panamericana de La Habana 1991, ninguna de las sedes de la edición anterior había tenido un descenso tan abrupto como el de Canadá ahora, que en Lima cosechó un gran total de 43 títulos –y 65 medallas– menos respeto a sus Juegos del 2015, en Toronto.
En este lapso de casi 30 años, el récord lo ostentaban los propios canadienses, que entre Winnipeg 1999 y Santo Domingo 2003 dejaron escapar 35 coronas (de 64 a 29) y 68 preseas (de 196 a 128). Válido también mencionar en este apartado negativo a Argentina, que tuvo un déficit de ¡87! medallas (de 159 a 72) entre Mar del Plata 1995 y Winnipeg 1999, aunque solo perdió 15 oros.
Las sedes que casi no han sufrido este fenómeno son República Dominicana y Brasil, ambos con cuatro títulos menos respecto a las citas que organizaron en 2003 y 2007, por ese orden. Además, los quisqueyanos solo perdieron 12 preseas desde sus Juegos en Santo Domingo hasta la lid de Río de Janeiro, mientras los sudamericanos dejaron en el camino un total de 16 medallas.
Y si seguimos con Canadá, nos percatamos de que han implantado una marca sui generis: más medallas de plata para un cuarto lugar. Los norteños se llevaron 64 subtìtulos en Lima, cifra a la que no había llegado ninguna otra delegación ocupante del cuarto escaño en la historia de los Juegos.
Si los canadienses hubieran tenido un poco más de fortuna en peleas directas por oro, seguramente serían terceros o segundos en el listado general de Lima. Pero los “hubieran” no valen de nada en el deporte.
A pesar de este detalle, la comitiva de Canadá en Lima no es la mejor ocupante del cuarto lugar en unos Juegos. Ese honor le corresponde a Argentina desde la cita que organizaron en Mar del Plata en 1995. En aquella oportunidad, los sudamericanos sumaron 159 preseas (40-45-74), superior a las 152 de los norteños ahora.
Estocadas de primer nivel
Tras 12 años en blanco, la esgrima retomó la senda dorada con el triunfo del equipo masculino de espada, integrado por Yunior Reytor, Luis Patterson y Humberto Aguilera. Esta disciplina sumó 54 cetros entre Cali 1971 y Río 2007, pero se fueron en blanco en Guadalajara 2011 y Toronto 2015.
La seguidilla del triple cubano
Llegar al podio en una misma prueba durante varias citas multideportivas es un tremendo orgullo para cualquier país, pero la sensación de éxtasis se multiplica si se logra incluir a dos medallistas en una misma modalidad por espacio de 24 años.
Exactamente eso ha hecho el triple salto masculino de Cuba, que lleva siete Juegos Panamericanos consecutivos con dos medallistas. La línea inició en Mar del Plata 1995 con Yoel García (bronce) y Yoelbi Quesada (oro), este último campeón de La Habana 1991 a Winnipeg 1999, y medallista hasta Santo Domingo 2003.
Para 1999, a Quesada se le unió Michael Calvo (bronce), y en el 2003 le llegó la compañía de Yoandy Betanzos, quien se coronó y dejó a su experimentado compañero en bronce.
En el 2007 y 2011, Betanzos repitió en el podio con un tercer lugar y segundo lugar, respectivamente, acompañado por Osniel Tosca (plata) en Río de Janeiro y por Alexis Copello (campeón) en Guadalajara.
Hace cuatro años, en Toronto, Pedro Pablo Pichardo (oro) y Ernesto Revé (bronce) continuaron la racha, que se mantuvo viva en Lima gracias al desempeño de los jóvenes Jordan Díaz (plata) y Andy Díaz (bronce).
Descubriendo el oro
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Los nombres de Fabrizio Zanotti, Conrrado Moscoso, Carlos Keller y Chantel Malone quedarán inscritos para siempre en la memoria del deporte en Paraguay, Bolivia e Islas Vírgenes Británicas, respectivamente, pues fueron ellos quienes aportaron los primeros títulos de esos países en la historia de los Juegos Panamericanos.
Zanotti dio el cetro a los paraguayos en la competencia de golf masculina, que finalizó justo en el epílogo de Lima 2019, mientras la dupla boliviana de Moscoso y Keller ganaron la competencia por equipos en el raquetbol, también en las fechas conclusivas de los Juegos.
Más temprano llegó la corona de Islas Vírgenes Británicas, por intermedio de Malone, quien dominó sorpresivamente la longitud en La Videna. Ni siquiera la estelar colombiana Caterine Ibarguen pudo hacerle frente a la caribeña.
La nueva reina mexicana
Paola Longoria, una de las mejores jugadoras de raquectbol del mundo, es la nueva reina mexicana de los Juegos Panamericanos. La chica sumó tres coronas en Lima 2019 (individual, dobles y por equipo) y llevó a nueve su palmarés dorado en citas continentales, luego de ganar idéntico triplete en Guadalajara 2011 y Toronto 2015.
en el recuento de los primeros oro falta jamal peters, el granadino que ganó en la jabalina la primera de oro panamericana en la historia para este país caribeño…