A punto está de concluir la ronda preliminar de la Serie Nacional de Béisbol 52, apenas le restan tres jornadas al calendario y, además de la lucha entre cinco novenas por cuatro boletos de acceso a la segunda fase, varias individualidades están en condición de concretar un rendimiento sobresaliente para reclamar la atención de los técnicos encargados de definir, el 20 de febrero como mucho, la selección de Cuba al III Clásico Mundial de Béisbol (WBC).
Isla de la Juventud (24-18), Villa Clara (22-19), Las Tunas (22-20), Ciego de Ávila (22-20) y Pinar del Río (22-20), ubicados por ese orden de la quinta a la novena posición, disputarán desde hoy y hasta el jueves próximo sus últimas subseries, con el empeño de incluirse entre las mejores ocho novenas del país.
Precisamente Isla de la Juventud y Las Tunas se enfrentarán en el Cristóbal Labra de Nueva Gerona, cuartel general de los de ultramar, llamados por muchos Tiburones y Bucaneros por otros tantos. Y ese es el único duelo entre rivales directos, toda vez que en los demás pulsos definitorios, lidiarán equipos eliminados contra selecciones con chances de avanzar.
Villa Clara recibirá a Santiago de Cuba (17-25) en Santa Clara, Ciego de Ávila viajó hasta Bayamo para vérselas con Granma (18-24) y Pinar del Río, en San José de las Lajas, define su suerte ante Mayabeque (17-25).
Los otros choques que finiquitan las fechas de clasificación serán protagonizados en el estadio 26 de Julio, por Matanzas y Artemisa (14-28); en el Latinoamericano de la capital cubana, Cienfuegos e Industriales; en el José Antonio Huelga, Sancti Spíritus contra Camagüey (17-25), y en el Calixto García, Guantánamo (17-25) y Holguín (17-25) rivalizan en la única apuesta entre novenas perdedoras.
Ya aseguraron su presencia en la segunda instancia Cienfuegos (28-14), Sancti Spíritus (27-14), Industriales (26-16) y Matanzas (25-17), selecciones de la otrora Liga Occidental de las Series Nacionales, por muchos considerada, en los últimos años, la más débil en el mapa de la pelota cubana.
Tan interesante como la definición de los equipos que, previo reforzamiento de sus nóminas, continuarán rumbo al título más preciado de los deportes aquí, es la lucha por los liderazgos individuales de esta etapa —no son los de la temporada, según criterio de la Federación Cubana—, que contempla bregas entre jugadores inscritos en la plantilla de la selección nacional con miras al III Clásico Mundial y otros relegados de ese listado.
Alfredo Despaigne, el más reciente cuarto bate de los team Cuba, lidera el departamento de máximos jonroneros, con 11 bambinazos, y muy cerca de él aparece el dueño de la primera base de la selección nacional, José Dariel Abreu.
Sin embargo, a los dos sluggers, cuarto y segundo de los bateadores con más promedio ofensivo, respectivamente, también enfrentan la competencia de Carlos Benítez (9), más Yasmani Tomás y William Luis (8), que tienen aspiraciones de aparecer como piezas de cambio antes del cierre definitivo de la inscripción para el WBC, que comienza el dos de marzo próximo.
Eriel Sánchez, también incluido en el equipo nacional, más Joan Carlos Pedroso, Yordanis Samón, Edilse Silva y Yosvani Peraza acumulan siete vuelacercas y asimismo llaman la atención de los especialistas, sobre todo Peraza, un receptor sin habilidades defensivas, pero que otras veces ha vestido la casaca cubana y puede dotar al banco del grupo de un plus de poder.
Es Peraza, justamente, el líder en impulsadas con 35 carreras, por encima de Despaigne (33), José Miguel Fernández (32), Eriel Sánchez y Alexander Malleta (31), Danel Castro y Lonrenzo Quintana (30). De esta lista, solo el inicialista de Industriales, Malleta, el intermedista de Las Tunas, Danel, y el catcher de Pinar del Río, Quintana, no fueron incluidos en el róster preliminar.
Tampoco fueron considerados el jardinero camagüeyano Dayron Varona (.359), su homólogo yumurino Ariel Sánchez (.346), el tercera base cienfueguero Pável Quesada (.343) y el receptor de Mayabeque Danger Guerrero (.342), incluidos entre los primeros diez bateadores con más de 111 comparecencias junto a Tomás (.363) y Peraza (.340), ellos dos, quizás los casos de rendimiento con poder y contacto que más sobresalen, después de José Dariel Abreu (.368) y Alfredo Despaigne (.357)
Los números de Peraza, Tomás, Ariel Sánchez, Dayron Varona y Danel Castro, para no extender más la enumeración, contrastan con los pálidos desempeños generales de jugadores alistados o de otros que, después del segundo tercio, han bajado su rendimiento.
Son los casos, por ejemplo, de los guardabosques Rusney Castillo (.241, 3 jonrones, 3 dobles y un triple; 18 anotadas y 15 impulsadas, 6 bases robadas en 12 intentos, .344 de OBP en 40 juegos de pelota), Guillermo Heredia (.292, 5 jonrones, 6 dobles y 1 triple; 26 anotadas y 14 impulsadas, 6 bases robadas en nueve intentos, .408 de OBP en 35 desafíos) y Yadier Hernández (.268, 5 jonrones, 5 dobles; 24 anotadas y 26 impulsada, sin robos, .393 de OBP en 42 partidos), o el receptor Yulexis La Rosa (.192, 1 jonrón, tres dobles, 1 triple; 7 anotadas y 12 impulsadas, .257 de OBP en 35 juegos).
Sobre el box, no es tan interesante la puja entre individualidades por copar las estadísticas.
Sin embargo, conviene no perder de vista las actuaciones finales de Duniel Ibarra, el cerrador de Cienfuegos, líder en salvamentos con 12; Maykel Martínez, abridor de Matanzas, segundo en efectividad con 1.27; y Carlos Juan Viera, que ha salvado 11 desafíos y ha ganado cuatro de siete decisiones para Las Tunas.
Tampoco debe sobrevalorarse la hoja de servicios de los villaclareños Diosdanis Castillo y Misael Siverio, cuyas efectividades respectivas son de 1.30 y 1.98; o la de Erlis Casanova, de Pinar del Río, un abridor con dotes para relevar (según las arcaicas prácticas aún vigentes aquí), que aunque con marca de 3-4 en diez partidos, le batean para .235 —no ha permitido jonrones— y acumula efectividad de 2.80, con 40 ponches; o la de su compañero Yosvani Torres, que acumula 2.43 de promedio de carreras limpias, con 29 ponches y 13 boletos en casi 78 entradas.
En contraposición, por ejemplo, sí fue llamado a filas el camagüeyano Vicyohandri Odelín, un tipo de lanzador similar Torres, que ha trabajado para 3.83, 19 ponches y 15 boletos en casi 45 entradas, con .303 de average en contra; sí fue llamado Darién Núñez, que en 52 entradas y un tercio ya regaló 36 boletos, hizo seis lanzamientos salvajes y propinó cuatro pelotazos…
De manera que, si resulta emocionante la definición de los equipos clasificados a la segunda parte de una fórmula de competición estrenada para la temporada 2012-2013, también es interesante avistar cuáles jugadores logran, o no, rendir más y mejor que los provisionalmente escogidos para representar a Cuba en el próximo WBC.