Se repitió la historia. La tristeza emergió una vez más a la superficie del fútbol cubano. Ya no hay vuelta atrás, la selección nacional dijo adiós este viernes a sus posibilidades de clasificar a la Copa Mundial de Brasil-2014, tras caer 0-3 ante Honduras sobre la desastrosa grama del estadio Pedro Marrero de La Habana.
Cuba archivó así su tercera derrota en esta fase eliminatoria sin la sombra de un triunfo, con cero goles a favor y cinco en contra, una faena distante de las posibilidades reales del equipo.
Honduras fue superior en todo el juego y crearon más situaciones de gol, a diferencia de nosotros, que no pudimos anotar porque los hombres encargados de surtir balones a los delanteros, no estuvieron en su mejor día, declaró Alexander González, director técnico cubano, en conferencia de prensa posterior al partido.
Los goles del encuentro subieron al marcador en los minutos 32, 62 y 93, por intermedio de Jerry Bengston, Víctor Bernandez –de balón parado- y Marvin Chávez, respectivamente.
Las razones del revés son harto conocidas entre los fanáticos locales, más allá de las ausencias de algunos pilares del equipo. En el fútbol moderno es de carácter obligatorio, imperativo, insertar jugadores en ligas foráneas para elevarle su experiencia e incrementar su arsenal resolutivo en las diversas situaciones de juego, y en Cuba hasta hoy no se practica dicha máxima.
Ahora Cuba, ya eliminada, afrontará sin hambre de triunfo la segunda mitad de esta fase de clasificación, que comenzará el próximo miércoles 12 cuando le devuelva la visita a Honduras, en choque pactado en San Pedro Sula.
“Le decimos adiós a la eliminatoria y tomaremos los partidos que nos restan como preparación para la Copa del Caribe” a finales de año, agregó el entrenador de la selección cubana.
El fútbol cubano seguirá siendo una sombra inerte y vivirá, al menos otros cuatro años, de haber participado en el aquel Mundial de 1938, aunque aquella vez concurrió en condición de invitada.