El presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, reiteró su apoyo a la creación de nuevos torneos, porque con ellos se buscaría proteger la “relevancia del fútbol”. Sin embargo, la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) y los clubes del Viejo Continente frenaron su propuesta este viernes durante el consejo del organismo rector del fútbol mundial en Kigali, Ruanda.
En la víspera de la reunión, Infantino había revelado que había inversionistas interesados en apoyar un renovado Mundial de Clubes y una Liga de Naciones que se extienda a todo el mundo. Aunque actualmente, sólo se ha identificado a un consorcio en el que figura SoftBank de Japón y que ha ofrecido 25,000 millones de dólares en ingresos garantizados.
No obstante, los clubes de la confederación europea se oponen a añadir más partidos a su calendario, sobre todo si se trata de un certamen que pueda ir en detrimento de la popular Liga de Campeones.
“Pienso de verdad que debemos pensar más allá, en nuevos modelos para preservar el fútbol, la relevancia del fútbol y la estructura del fútbol”, dijo Infantino sobre la polémica durante una entrevista con The Associated Press y The New York Times el jueves por la tarde. “No pienso que haya algo tan dramático o erróneo para discutir sobre las competiciones, para discutir cómo comercializarlas. No entiendo este revuelo”.
El presidente de la #FIFA, Gianni Infantino, confirmó la decisión del Consejo de crear un grupo de trabajo para estudiar el proyecto de un nuevo Mundial de Clubes y una Liga de Naciones global. https://t.co/CqOhFoE7cx
— CANCHA (@CANCHAELNORTE) October 26, 2018
La relación entre la FIFA y la UEFA era tensa de cara al encuentro de este viernes en la capital ruandesa, donde finalmente se decidió que una comisión especial de presidentes de confederaciones regionales, encabezado por Infantino, analizará los méritos de los nuevos formatos.
Fue un repliegue para el proyecto del jefe máximo de la FIFA, que pretendía su aprobación ahora.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, frustró el deseo de asegurar el acuerdo gracias al rechazo de los clubes y ligas de Europa. Los europeos también expresaron dudas sobre el efecto adverso que tendría en los futbolistas el tener que disputar más partidos, la falta de consulta por parte de la FIFA y, en el seno de la ligas, la posibilidad que los grandes clubes se hagan más ricos.
“El sentido común prevaleció”, dijo Ceferin tras la reunión.
Aún así, Infantino resaltó que se llegó a un acuerdo para “afianzar el proceso de consultas” antes del próximo consejo de la FIFA en Miami en marzo.
Como sucesor del también suizo Joseph Blatter, quien fue presidente de la FIFA durante 17 años, Infantino se mostró a favor de opciones “modernas” para el deporte más popular del mundo. Pero varios miembros del consejo se mostraron irritados al señalar que Infantino se había guardado en secreto los detalles de la propuesta sobre nuevos torneos, particularmente los datos financieros.
“Tal vez hay cierto malentendido”, consideró Infantino. “No sé cuáles son las razones, y confío todavía en que encontraremos la solución adecuada”.
El presidente de la FIFA pretendía que los miembros apoyaran al menos la idea de la Liga de Naciones a nivel global, así como de un Mundial de Clubes ampliado y en una versión que se realice cada cuatro años.
Sobre Aleksander Ceferin, de quien dijo no haber hablado en meses, aseguró que estaban de acuerdo “hasta ahora en asuntos esenciales”.
“No es el fin del mundo. Uno puede tener opiniones y coincidir en que hay intereses distintos… Ojalá que todos, o una mayoría, perciban y coincidan en que (los nuevos torneos) son algo que beneficiará al fútbol. De lo contrario, habrá que hacer algo más”, dijo.
La falta de consenso ya había impedido que Infantino convocara a una reunión especial del consejo para garantizar el respaldo que esperaba obtener antes del Mundial de Rusia. Escribió incluso a miembros del consejo, para advertirles que podría haber un “cambio en los términos financieros” si no se aceptaba la propuesta íntegra.
Un periodo de negociación de 60 días con un consorcio de inversionistas, a quienes Infantino no ha identificado, expiró en mayo.
“Tal vez ello obstruyó una discusión apropiada, pero (la oferta) estaba ahí”, dijo Infantino.
Ahora, trató de restar atención a las finanzas. “No es todo una cuestión de 25.000 millones de dólares”, dijo. “La pregunta es si queremos hacer algo por el fútbol de clubes y de selecciones sobre una base mundial”.
AP / OnCuba