Las reservas de efectivo de la FIFA aumentaron a 2.740 millones de dólares, una cifra sin precedente, y los ingresos subieron a 6.400 millones en el periodo de cuatro años que abarcó el Mundial de 2018, de acuerdo con datos a los que tuvo acceso The Associated Press.
Los robustos resultados financieros sugieren que el organismo rector del fútbol mundial ha capeado la crisis más profunda de su historia, que estalló en 2015, cuando una investigación penal encabezada por Estados Unidos desembocó en el arresto y condena de prominentes directivos por cargos de corrupción.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, debió dejar su cargo en medio de irregularidades financieras que destruyeron la reputación del organismo y ahuyentaron a más de un patrocinador.
En 2016, cuando fue elegido como sucesor de Blatter, Gianni Infantino dijo que la “FIFA estaba clínicamente muerta como organización”. Aunque la gestión de Infantino ha recibido críticas desde la UEFA, el máximo jerarca del fútbol podrá mostrar que el presupuesto goza de cabal salud, lo que representaría un argumento para reelegirse en junio, sin oposición, a fin de cumplir un nuevo periodo de cuatro años.
Los datos financieros del periodo 2015-18, obtenidos por la AP, rebasan los pronósticos presentados en junio pasado ante el Congreso de la FIFA. Mientras que la organización preveía que las reservas de efectivo se incrementarían a 1.653 millones de dólares en el ciclo mundialista de 2018, éstas crecieron a 2.740 millones hacia mediados de dicho año, según personas con conocimiento de los números.
Esas fuentes hablaron a condición de permanecer en el anonimato, pues los resultados financieros son confidenciales.
Las reservas de la FIFA al cierre del ciclo mundialista de 2014 fueron de 1.523 millones de dólares. El organismo generó 5.718 millones luego del Mundial de Brasil.
En medio de la crisis de corrupción de 2015, la FIFA apuntó modestamente a recaudar 5.000 mdd hacia el final de la Copa del Mundo en Rusia. Posteriormente, ese estimado se incrementó a 6.100 millones.
Las expectativas quedaron eclipsadas cuando el ciclo de cuatro años terminó con ingresos de 6.400 millones de dólares, de acuerdo con las fuentes enteradas del reporte financiero, que muestra ganancias de unos 1.000 millones.
Los ingresos récord se obtuvieron pese a que la FIFA no llenó todas las vacantes de patrocinadores que tenía para el Mundial de 2018. Varios decidieron no renovar su contrato después del certamen en Brasil.
El jeque Salman Bin Ibrahim Al-Jalifa, oponente de Infantino en las elecciones de 2016, había advertido que el plan de su adversario para aumentar los pagos a las federaciones que integran la FIFA derivaría en una “bancarrota”. Ello ha estado lejos de ocurrir.