El cierre de año para el fútbol italiano ha sido tortuoso. Primero murió un hincha del Inter de Milán por un enfrentamiento con seguidores del Napoli, y después el jugador francés de origen senegalés Kalidou Koulibaly fue objeto de cánticos racistas en el Estadio de San Siro.
De acuerdo con los reportes de Marcello Cardona, jefe de la policía de Milán, el nombre del aficionado fallecido es Daniele Belardinelli, de 35 años, quien al parecer fue embestido por una camioneta o vagoneta durante los enfrentamientos entre los tifosi de Inter y Napoli.
Estos choques dejaron al menos cuatro heridos con cortes de arma blanca y varios arrestados, en medio de un clima de hostilidad que preocupa mucho a las autoridades italianas.
“No puedes morir por ir al estadio a ver un juego”, dijo el ministro del Interior, Matteo Salvini, quien aseguró que se reunirá con representantes de equipos y aficionados de todos los conjuntos de las Series A y B para abogar por que el fútbol “vuelva a ser un momento de diversión y no de violencia”.
Para colmo de males, durante el duelo Inter-Napoli de este miércoles 26 de diciembre, el defensor Kalidou Koulibaly tuvo que soportar ofensas racistas de parte de la grada de San Siro.
Los hinchas dirigieron sonidos de mono hacia senegalés, quien salió expulsado después de recibir dos tarjetas amarillas, la segunda por aplaudir en forma sarcástica al árbitro después de ser amonestado.
“Koulibaly estuvo alterado y nervioso por lo que le cantaban y eso no ha sido bueno para nosotros. La expulsión ha determinado el resultado. Pero tampoco es bueno para el Calcio. Hemos pedido tres veces que se suspendiese el partido, como prevé el reglamento. El chico estaba muy nervioso”, precisó Carlo Ancelotti, técnico del Napoli.
El entrenador también amenazó con retirar a sus jugadores del campo la próxima vez que haya cánticos racistas contra alguno de sus elementos.
El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, pidió disculpas a Koulibaly en su nombre y en el de Milán, y catalogó el acto como vergonzoso. Además, aseguró que la próxima vez que ocurra algo así abandonará el estadio.
“Los abucheos a Koulibaly fueron una vergüenza. Un acto vergonzoso contra un deportista serio como él, que lleva con orgullo el color de su piel. Y también, aunque en menor medida, para muchas personas que van al estadio para animar y estar con sus amigos”, lamentó Sala en su perfil de Facebook.
La paciencia de las autoridades con este asunto se ha ido agotando, como refirió el presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Gabriele Gravina, para quien los incidentes ocurridos dentro y fuera del estadio “ya no son tolerables”.
Ya el Inter recibió una sanción de dos partidos a puerta cerrada en San Siro, y un tercer choque con el fondo norte –donde se ubican los ultras– clausurado.
Además, Marcello Cardona dijo que solicitará un castigo adicional para los hinchas del Inter, que consistiría en impedirles viajar con su equipo por el resto de la campaña, además de cerrar la zona de los ultras en San Siro hasta el 31 de marzo.
Cristiano Ronaldo ha sido una de las grandes estrellas que ha criticado las ofensas racistas a Koulibaly. El crack portugués de la Juventus escribió en Instagram pidiendo educación y respeto.
Al final de su mensaje, Ronaldo precisó: “¡No al racismo o a cualquier tipo de insulto y discriminación!”
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Por su parte, Koulibaly publicó en Twitter su orgullo de haber nacido en Francia de padres senegaleses.
“¡Lamento la derrota y en especial haber abandonado a mis hermanos! Pero estoy orgulloso del color de mi piel. De ser francés, senegalés y napolitano: un hombre”, escribió.
Este no es el primer incidente racista en el Calcio. En abril del 2017 Sulley Muntari salió del campo en respuesta a los cánticos contra su persona. El mediocampista del Pescara abandonó enfurecido la cancha después de intentar infructuosamente que el árbitro suspendiera el duelo ante el Cagliari.
Tampoco es la primera vez que mueren aficionados por enfrentamientos entre hinchadas futbolísticas en Italia. Ciro Esposito, un simpatizante del Napoli, falleció 50 días después de ser baleado por un seguidor de la Roma antes del duelo por la final de la Copa Italiana de 2014.
Además, el policía Filippo Raciti murió durante los disturbios posteriores al duelo entre el Catania y Palermo en 2007.
Con información de The Associated Press y EFE.