Gabriel Rosillo lo ha ganado casi todo en la lucha grecorromana. Solo le falta un título en su vitrina. ¿Lo conseguirá en París 2024?
El primer gran resultado a nivel global para el luchador santiaguero llegó en Tallin, Estonia en el Mundial juvenil de 2019. Allí arrolló a todos sus rivales en los cuatro combates que efectuó. Todas sus victorias fueron por superioridad técnica. Sumó 34 puntos a favor y uno solo en contra.
Se convirtió en el decimoquinto campeón mundial juvenil de Cuba en la lucha grecorromana, y acabó con una espera de diez años, porque el anterior en reinar fue Yasmany Lugo en la división de 96 kilogramos en Ankara 2009.
Ese mismo 2019, Rosillo se había coronado en los Juegos Panamericanos de Lima. Sin embargo, su resultado en Tokio 2020 no fue el esperado, y concluyó en el decimotercer puesto.
Después llegaría una lesión en el hombro y un accidente doméstico que lo sacó prácticamente de los colchones durante par de años. Perdimos la brújula de Rosillo, y muchos aficionados y especialistas pensamos que era otro de los grandes talentos del deporte cubano que se perderían por disímiles causas.
Un año redondo
Pero llegó el año 2023. El gladiador santiaguero regresó por sus fueros para demostrar ese talento del que tanto habían hablado sus entrenadores.
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 ganó sin problemas sus tres combates. Pegó al hondureño Kevin Mejía, después superó 7-0 al venezolano Luillys Pérez y en la final, también por pegada, al dominicano Carlos Adames.
La consagración llegaría durante el mes de septiembre en el Campeonato Mundial de Belgrado 2023, donde sorprendió a todos con su corona. Para llegar a la final tuvo que desarrollar cinco combates.
Derrotó por superioridad técnica de 9-al alemán Peter Oehler. Después le ganó 4-1 al ruso Artur Sargsian, 6-4 al uzbeco Rustam Assakalov, 8-5 al bielorruso Abubakar Khaslakhanau y 3-0 al iraní Mohammad Hadi Saravi, campeón mundial en 2021 y bronce en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Pero, el dramatismo llegaría en la final ante el extraclase armenio Artur Aleksanyan, cuatro veces monarca del orbe y campeón de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Aleksanyan llegó con ventaja de 3-1 a los segundos finales, pero en esa instancia Rosillo consiguió un pase atrás, casi con el silbatazo final, para empatar el duelo y llevarse la victoria.
Dejó en el camino a dos campeones mundiales y medallistas olímpicos. Mejoró del noveno lugar en la cita del orbe de 2019 a la corona cuatro años después. Rosillo entró en el radar después de su obligada ausencia y mandó una clara señal para lo que se avecinaba.
En los Juegos Panamericanos Santiago 2023 sufrió complicaciones en su primer duelo ante un viejo conocido: el hondureño Kevin Mejía, a quien derrotó in extremis con marcador de 9-7. Después venció por superioridad a Carlos Adames con pizarra de 8-0. Hizo lo mismo en semifinales ante el estadounidense Josef Rau con cómodo 9-0, y en la final tampoco tuvo compasión ante el venezolano Luillys Pérez con éxito por superioridad de 9-1.
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Estos títulos internacionales hicieron que la Unión Mundial de Luchas lo nombrara entre los merecedores de las Actuaciones Revelación del Año en 2023: “Iszmail Muszukajev, Bose Tosun y Gabriel Rosillo sorprendieron al mundo con sus actuaciones en 2023 y han sido nombrados Actuaciones Revelación del Año de la United World Wrestling en estilo libre, lucha libre femenina y grecorromana respectivamente”, aseguró la web de la entidad mundial que rige este deporte.
La revelación de la lucha greco en el mundo durante 2023 ya es una realidad, y la meta no es otra que lograr la única corona que le falta: el título olímpico en París 2024.
Diálogo con un campeón
Rosillo se muestra muy confiado para lo que viene. Está enfocado en alcanzar el resultado, y así lo demuestra cada vez que la prensa lo requiere. No es de muchas palabras, pero siempre se muestra atento al diálogo.
¿Cómo ha marchado la preparación?
La preparación ha estado muy bien. Estuvimos dos meses entrenando en Europa con varios equipos. Hemos podido corregir las dificultades que teníamos, y hemos mejorado muchísimo.
Tu división de los 97 kilogramos es una de las más complicadas. ¿Cómo ha marchado el estudio de contrarios?
Mi división tiene rivales muy difíciles. El año pasado obtuve el oro en el mundial. Prácticamente salí de la nada porque estuve parado un año y medio debido a diferentes lesiones. Los luchadores casi no me conocían, y eso estuvo a mi favor. Después de ese título me han estudiado, pero los he podido estudiar también para conseguir el objetivo.
Ese título mundial no te pone presión para París 2024
Quizás imponga un poco de presión, pero el objetivo es llegar al 100 % física y mentalmente para poder conseguir la medalla olímpica.
La lucha grecorromana será vital en las aspiraciones de Cuba. ¿Qué me puedes decir del equipo?
Hasta ahora los compañeros están bien. Estamos trabajando durísimo con el apoyo de todos los entrenadores del colectivo técnico. Es importante que nos ayudemos mutuamente. A veces uno no tiene un buen día y tu compañero te levanta el ánimo.
A veces en el entrenamiento no salen las cosas como son, y ahí están los demás para ayudarte. Eso es muy importante, y por esos todos nosotros formamos un colectivo muy unido.
¿Podemos contar con la lucha grecorromana en París 2024?
Confíen en la lucha grecorromana y en todos los atletas que vamos a París, que lo daremos todo por alcanzar los mejores resultados.
Rosillo será una de las grandes esperanzas de Cuba. Pudiera ser el complemento ideal del equipo junto a Luis Orta y Mijaín López. ¿Ganará la corona olímpica?
