Quien escuche su nombre puede suponer que Howard Sant-Roos no es cubano. Pero lo es. Nació en La Habana en 1991 y a los 16 años emigró a Italia, donde comenzó a transitar los caminos del baloncesto profesional.
Desde entonces, el habanero de 2.01 metros de altura se ha ganado la vida en las canchas del Viejo Continente y ha dejado su huella lo mismo en Grecia que en Turquía, en Rusia que en la República Checa. En su amplia hoja de servicios se cuentan clubes del prestigio de los griegos Panathinaikos y AEK de Atenas, y el ruso CSKA de Moscú.
Ahora, a sus 31 años, y tras acumular experiencia no solo en certámenes domésticos sino también en competiciones continentales como la Euroliga, la Eurocup y la Basketball Champions League, Sant-Roos ha desembarcado en España para unirse al Casademont Zaragoza de la Liga ACB, uno de los circuitos profesionales más fuertes no solo de Europa sino de todo el mundo.
El preparador del Zaragoza, Toni Muedra, ha considerado que técnicamente el cubano es un jugador que puede desempeñar varias posiciones, desde alero hasta escolta, con una notable capacidad defensiva y atlética, sin obviar sus habilidades para subir el balón de ser necesario. Con ello, aspira a que su incorporación ayude al equipo a ser competitivo.
“Creemos que Howard encaja en lo que buscamos, nos da un nivel de solidez física que se completa muy bien con todas las posiciones del juego exterior. Un all around”, consideró el técnico al anunciarse su fichaje.
Este martes fue su presentación oficial con el conjunto rojillo, en la que respondió preguntas de la prensa y consideró que como baloncestista lo que más le caracteriza es “el juego rápido y la defensa”.
“Por eso me ha llamado el entrenador y por eso creo que está contento de tenerme aquí porque sabe que es una de las cosas que más me identifican”, señaló al respecto, citado por la agencia EFE.
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Sobre su polivalencia en la cancha, el jugador de La Habana aseguró que jugará donde el técnico lo necesite.
“El entrenador sabe perfectamente lo que cogió trayéndome a Zaragoza. Puedo servir de 1, de 2 o de 3 y espero ayudar en esas posiciones y si es de 4, también, pero con mucha defensa. Mi basket se identifica por eso porque soy un buen defensor y espero hacerlo en Zaragoza también”, opinó.
Preguntado por si se considera el fichaje estrella del equipo, Sant-Roos se alejó de cualquier comparación y aseveró que lo que desea es jugar su baloncesto y “estar a la altura”.
“Nadie esta haciendo presión por ello, yo tengo que hacer mi juego y seguir adelante”, comentó.
El caribeño dijo estar “muy contento” de haber recalado en el Casademont Zaragoza y añadió que espera aprovechar la oportunidad: “estoy orgulloso de estar en este club y de disfrutar de los entrenamientos y de los compañeros de equipo que me han recibido súper”.
El cubano explicó que aunque nunca ha militado en la ACB la conoce porque se ha enfrentado a equipos del circuito español como el Real Madrid, Barcelona, Valencia o Andorra en partidos de competiciones europeas.
“La ACB es una de las mejores ligas de Europa y de las más respetadas y estoy muy contento de estar aquí”, destacó en declaraciones citadas por la agencia española.
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Con respecto a la plantilla que ha confeccionado el club para la próxima temporada, el cubano consideró que la juventud que tiene puede ser “un arma de doble filo” porque la inexperiencia puede jugar en su contra pero había que “jugársela”.
“Hay que estar preparado y pienso que el entrenador ya habrá contado con ese tipo de cosas y sabrá cómo actuar. Veo una plantilla muy competitiva, con muchas ganas y eso es muy importante. Escuchan mucho al entrenador y será importante para ellos para crecer. Creo que se verán cosas muy buenas esta temporada”, apuntó.
El nuevo fichaje del conjunto aragonés, quien se autocalificó como “el abuelito” de la plantilla, afirmó que tiene ganas de conocer a la afición del equipo, “la marea roja”, de la que dijo haber oído hablar mucho.
“Espero estar a la altura y ayudar al equipo. El año pasado el equipo estaba abajo, pero esperemos hacer muchas cosas juntos”, señaló.
Sobre los motivos que le habían impulsado a fichar por el club aragonés cuando la mayor parte de su carrera ha jugado en conjuntos de Euroliga, el cubano explicó que la decisión se debió en buena medida a su mujer.
“Es española, estamos esperando un hijo y ella quería regresar a casa”, reveló.
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Sant-Roos comentó que todavía no ha hablado con su compatriota Javier Justiz, quien fuera pívot del conjunto maño y que se tuvo que retirar con apenas 29 años por una lesión en la rodilla, aunque dijo que tiene previsto hacerlo en breve.
Según EFE, al nuevo integrante del equipo rojillo una de las cosas que más le ha llamado la atención desde su llegada a la capital aragonesa es que hace “un calor infernal”.
“No me lo esperaba viniendo de Cuba, pero la verdad es que hace calor”, abundó.
El polivalente jugador ha bromeado cuando le preguntaron sobre cómo llega físicamente al equipo: “un par de cervezas y tabaco en Cuba, pero llego bien, estoy bien”.
Al respecto, y para confirmar su buen estado de forma, confirmó que está preparado para jugar el próximo partido de pretemporada que el Casademont Zaragoza disputará el próximo sábado contra el recién ascendido Granada.
De esta forma, Howard Sant-Roos comienza su andar en España, un nuevo destino en su amplia trayectoria deportiva y donde se verá las caras con su compatriota Jasiel Rivero, quien forma parte del Valencia Basket. Veremos entonces cómo le va en esta nueva aventura a quien es, por derecho propio, uno de los referentes del baloncesto cubano de la última década a nivel internacional.
(Con información de EFE)