Johan Silot aterrizó con muchas emociones en su país natal. Representaba a Estados Unidos en el Open de Judo Varadero 2024. Después de tres años volvía a Cuba, esta vez como miembro oficial de la nación que lo acogió. ¿Le iría bien en la competencia? ¿Qué sentiría al enfrentar a los judocas de la isla? ¿Podría alcanzar alguna medalla en la división de los 81 kilogramos?
Todas esas interrogantes pasaban por la mente del judoca, quien comenzó el certamen en el balneario matancero con el pie derecho. De entrada, cayó bye en la primera ronda, y fue uno de los dos exponentes en la división de 81 kilogramos que no tuvo que competir tan temprano en la mañana.
Por la final del pool C derrotó a Yaddik Kindelán. En el combate semifinal tendría un rival de consideración, el canadiense David Popovici, medallista de bronce en los Juegos Panamericanos Santiago 2023, pero solventó el difícil escollo para asegurarse en la final.
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En la discusión de la medalla de oro, se impuso al cubano Naysdel Cardoso y se adjudicó el título en una categoría de peso donde Cuba, actualmente, no cuenta con representantes de grandes resultados internacionales. A pesar de ello y como dato curioso, el podio entero de la división en el Open de Varadero estaba integrado por deportistas de la isla: Maikel McKenzie y Rubén Romero se llevaron las preseas de bronce.
Inevitablemente, la imagen de Silot en la cima del evento por delante de otros cubanos nos hizo cuestionarnos si el judoca habría podido ser la primera figura de la nación antillana en este peso. Pero en los deportes de combate, como en la vida, de nada valen las suposiciones.
Trayectoria
El triunfo en el Open de Varadero fue su primer título internacional. El habanero de 21 años ganó la presea de bronce en el torneo Panamericano y de Oceanía de septiembre de 2023, y en el Open de Montreal en noviembre de ese mismo año. Unos meses antes había terminado en séptimo lugar en la Copa Europea Junior de Slovgenc Gradec, Eslovenia, y en la Copa Europea Junior de Birminghan, Inglaterra.
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La carrera apenas comienza para “El jabao”, cubano bajo bandera estadounidense. Con una alegría que lo desbordaba, cual niño pequeño, accedió a conversar con OnCuba sobre su corta trayectoria. Johan solo atinaba a reírse, quizás todavía nervioso, pero nos dejó sus impresiones:
¿Cuándo comenzaste en el judo?
Cuando tenía 7 años, con el entrenador César, en Marianao. Después pasé a formar parte de la Eide, con los profesores Yisel, Ilia, Thondike, Santiago, Amaury; todos fueron mis entrenadores en esa etapa.
¿Cuantos años estuviste practicando el judo en Cuba y por qué te trasladas a Estados Unidos?
Practiqué judo en Cuba toda mi vida hasta que me mudé a Estados Unidos hace tres años, reclamado por mi papá. Me fui por la vía legal. Mi papá es ciudadano estadounidense y eso propició que adquiriera mi ciudadanía de manera rápida.
¿Cómo te insertaste en el judo de Estados Unidos?
Llegué allá y me puse a entrenar. Al principio no podía competir porque no tenía los papeles. Una vez que conseguí la ciudadanía comencé a competir en los torneos locales. Me hice campeón nacional en los juveniles y en la categoría senior también, y así encaucé mi carrera en mi nuevo país.
¿Qué representa competir en Cuba?
Significa mucho para mí. En mi carrera hubo muchas personas que no confiaron en mí. Y no solo eso, las lesiones que sufrí cuando era más joven contribuyeron también a que no obtuviera mejores resultados. Esta competencia era la oportunidad ideal para demostrar que sí puedo.
Es muy significativo venir representando a otro país. Además, estoy haciendo lo que me gusta, que es el judo. Arriba del colchón no hay país. Al final estamos haciendo judo, y gana el mejor.
¿Cómo fue enfrentarte a los cubanos?
Nosotros tenemos el judo bastante fuerte. Pero el judo cubano, en general, tiene que actualizarse y cambiar. Sin embargo, son rivales muy fuertes y trabajan duro para alcanzar buenos resultados.
El podio, la medalla, el himno de Estados Unidos…
Muchísimas sensaciones encontradas. Estoy en el podio con el primer lugar, escuchando el himno de Estados Unidos, pero a la vez soy cubano y nunca dejaré de serlo. Pase lo que pase siempre seré cubano. Y es contradictorio, porque tú quisieras que el que suena fuera el himno de Cuba, pero es el de Estados Unidos, que es el país que te tocó representar ahora. No sé cómo explicarlo.
¿Regresarás al Open de Judo de Varadero?
Por supuesto. Es una gran experiencia. Se pasa muy bien. Y el público cubano es diferente, grita, te alienta, o está en tu contra. Uno pelea con más presión aquí. Allá en Estados Unidos la gente no te grita desde las gradas. El público es más tranquilo. Estaré el año próximo en Varadero. Es una experiencia que quiero repetir.