“…porque 2×2 siempre son 4”
La Serie Nacional acaba de presenciar otro suceso estrafalario -más propio de pitenes callejeros que de béisbol organizado-, cuando un manager decidió cargar con sus muchachos y sus bártulos y dejó al público esperando el desempate que nunca tuvo lugar en el score.
Alfonso Urquiola, vigente campeón insular, viejo lobo del dugout, manager con estrella ganadora, personaje habitualmente flemático detrás de la cortina humeante de su tabaco sempiterno, montó la cólera de Aquiles ante una decisión controvertida de los árbitros y se fue con su música a otra parte, lejos de la fanfarria de un estadio que chiflaba.
Lógicamente, irse no era una opción. El mentor de un equipo debe tener incorporado permanentemente el chip educativo, y Urquiola –por ejemplo- pudo dar una tángana ardiente y respetuosa rematada por la posibilidad de ‘jugar bajo protesta’.
Eso es verdad, y se le debe reprochar. Inclusive, tal vez, le caiga una sanción que inhiba en el futuro esos impulsos, aunque con toda la razón del mundo los pinareños la protestarán, alegando que nada ha sucedido previamente con los nefastos procederes de otros técnicos, llámense Víctor Mesa, Lázaro Vargas, Marco Polo o Flora, la de los grandes pies y el tacón jorobado virgiliano.
Insisto: hizo muy mal Urquiola con perder la cabeza y, automáticamente, el encuentro. Pero hay algo que debe decirse a favor suyo. Algo tan misterioso como la muerte de Roger Ayckroyd, la existencia de vida extraterrestre o la carencia de pescado en los comercios de una isla.
Y ese algo es el algo que viene después de los dos puntos: ¿Cómo diablos se las ingeniaron los decisores para determinar que en efecto se trataba de un jonrón, si en la toma de cámara difícilmente alcanza a verse una manchita blanca que se pierde en el fondo de la noche, sin el ángulo necesario para saber el recorrido de la infortunada Mizuno de la discordia y el forfeit?
La cámara, es un hecho, no gozaba de la mejor ubicación, y en tal caso lo más sensato habría sido validar el ‘foul’ decretado por el árbitro de home, que a fin de cuentas es el dios de los partidos hasta tanto se pruebe lo contrario.
Sin embargo, tras la reclamación del mando industrialista, algún iluminado vio lo que otros no veían (yo entre ellos). Esto es, vio claramente cómo la pelotita rebasaba la cerca en zona buena, y con esa capacidad de persuasión que tienen los decisores nacionales, convenció a los demás de que sí, que era un jonrón mondo y lirondo.
Lo demás ya se lo dije: Urquiola tuvo un blackout, sus hombres no regresaron al terreno, el umpire aplicó el reglamento y Pinar está contra las cuerdas, abocado a la humillación de dejar a las primeras de cambio el campeonato. Ahora lo van a sancionar (a Urquiola), y casi se quedó sin chances de refrendar el título (el equipo).
Nada –ni siquiera una supuesta conspiración arbitral- es motivo suficiente para que la novena bajara la guardia en un juego que, para colmo de males, no estaba decidido todavía. Y nada tampoco –como no sea su apatía ofensiva- es culpable de que Pinar haya tenido un torneo tan horrible.
Pero –y valga este ‘pero’ como un gesto absolutorio- aún no entiendo por qué se llegó hasta ese punto, si las imágenes televisivas solamente probaban que no podían probarnos nada, y que todo quedaba en una bruma parecida a la del humo del tabaco que ahora mismo, entre furioso y apesadumbrado, fuma Urquiola en el cuarto del hotel.
Alguien me pudiera explicar por qué nos fuimos del Mundial de boxeo de Houston en 1999 y no seguimos jugando bajo protesta? Por qué estuvo bien irse aquella vez?
Lamentablemente no vi el juego y me voy a ceñir a lo que he leído en el artículo y en los comentarios adicionales. Si fue foul o buena bola creo que no es lo mas importante en este caso y todos están de acuerdo con eso, lo mas importante es lo que pasó.
En un comentario que hice en otro artículo sobre el beisbol dije txtualmente “copiar no es malo, siempre que se copie bien y éste es el caso. Ya eso pasó en el play off, que ase aplicó la repeticón en una jugada que no estaba contemplada en el reglamento, recuerden el foul-out, por interferencia del público. Si no está suficientemente clara la repetición, entonces la decisión debe ser la misma del árbitro. Creo que no había una cámara detrás del home, repito no vi el juego, pero si es así como definir foul o buena, come se puede decidir si la bola pasa por dentro o fuera de la linea. Eso ya es un error garrafal. Lamentable el incidente (sensurable en alto grado), pero a diferencia de la opinión general, creo que será para bien y no para mal, porque sin dudas ayudará a que se haga un análisis profundo para que no se den situaciones similares. No se si estará contemplado en el reglamento si un manager decide no continuar el juego, deba ser sancionado, además de la pérdida del juego por forfiert. No hagamos de esto una tragedia, ni pongamos a Alfonso Urquiola en una pira.
Coincido con que la decisión debió ser la del principal, la cámara es una alternativa pero en este caso no funcionó no se ve, por tanto debió prevalecer la decisión del arbitro, pinar ha jugado esta primera etapa con inconformidades HOY NO SE CUALES SON, prometo averiguarlas cuando vaya para fin de año para mi tierra, pero se nota que hay algun problema que los está afectando ¿Qué será?, la serie del caribe, donde vamos a comenzar a invovar para no perder, ¿ya le pagaron el premio por ser campeones? averiguaremos y lo sabremos saludos
el bulo no se que edad tendra pero todo el que vio lo del Mundial de Boxeo de 1999 sabe de sobra que tuvimos hasta demasiada paciencia. Lo que sucedio alli era para haberse retirado antes!!!!…nada que nosotros los cubanos como siempre buscandole la 5ta pata al gato, de extremismos en extremismos, y cuando no llegamos nos pasamos….