París ya había sido olímpica en dos ocasiones, hace tantos años que quizás queden pocos testigos o protagonistas vivos en Francia de esos Juegos a principios del siglo pasado. En aquellos tiempos, ya tenían a la Torre Eiffel erguida a las márgenes del Sena, que atravesaba el corazón de la ciudad, pero en 1900 no hubo ceremonia de apertura y en 1924 no se les ocurrió inaugurar la cita con las delegaciones y los abanderados navegando por el río.
Esa idea, a decir verdad, sonaba descabellada para cualquier persona de cualquier época. Así lo pensó, por ejemplo, Didier Lallement, jefe de la policía en la capital gala, cuando le sugirieron hace ya algún tiempo que la inauguración de París 2024 se celebrara con miles de personas cruzando el Sena en barcos y otros cientos de miles en gradas a orillas del rio. “Es una locura”, dijo el oficial, alegando los contratiempos logísticos y de seguridad que supondría realizar una ceremonia móvil, con escenarios en varios puntos de la ciudad.
Y si al jefe de policía todo le parecía muy loco, a un director de teatro como Thomas Jolly todo le sonaba a pura poesía. Según The New York Times, al artista le cautivó la idea de que la palabra escenario en francés (scène) suena exactamente igual que el nombre del emblemático río parisino: el Sena. Ese, por así decirlo, fue uno de los puntos de partida del espectacular show que montó para este 26 de julio, aunque la idea de organizar la ceremonia de apertura de París 2024 fuera de un estadio surgió a partir de que los argentinos adoptaron esa misma fórmula en los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018, cuando realizaron la inauguración en una emblemática avenida de Buenos Aires.
Eso sentó el precedente para lo que vimos en París este viernes, el día que unos Juegos Olímpicos se inauguraron por primera vez en la historia lejos del refugio de cualquier estadio.
¿Qué nos dejó la apertura de París 2024 en el río Sena?
* El inicio de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París tuvo un toque clásico en medio de lo novedoso. La delegación de Grecia, cuna del olimpismo, mantuvo la tradición de ser la primera en desfilar, en este caso cruzando las aguas del Sena rumbo a la Torre Eiffel. El estelar basquetbolista Giannis Antetokounmpo, miembro de los Milwaukee Bucks en la NBA, se convirtió en el primer abanderado negro en la historia de las comitivas griegas. “Es un tremendo honor para mí como atleta ser parte de algo tan grande, de estar cerca de los mejores deportistas en el mundo. Es inmenso”, dijo el jugador en declaraciones que recoge USA Today.
* El Equipo Olímpico de Refugiados fue el segundo en el desfile náutico, con un total de 37 deportistas en el barco. Los cubanos Fernando Dayán Jorge (canotaje) y Ramiro Mora (pesas) forman parte de esa delegación, que vivirá su tercera experiencia en Juegos Olímpicos. Tras ellos siguieron otras 83 embarcaciones con más de 200 comitivas nacionales y alrededor de 6000 atletas en un recorrido para la historia.
* La cantante estadounidense Lady Gaga fue la primera artista que apareció en la ceremonia inaugural de los Juegos de París. La superestrella del pop ofreció una actuación estilo cabaret parisino, el inicio de una noche cultural espléndida, diversa e integradora, en la que hubo rock, rap, música electrónica, piezas clásicas, ópera y un regalo especial para cerrar: Celine Dion interpretando Hymne à l’amour, de Edith Piaf, en la Torre Eiffel, mientras se encendía el pebetero cerca del Arco del Triunfo. ¡Impresionante!
GRANDIOSE !
Céliiiiiiinnnnne, de retour, pour lancer nos Jeux !
Quel Hymne à l’amour
–@celinedion , she’s back, to launch our Games!
What a Hymn to Love#Paris2024 pic.twitter.com/6VnQ4jDZqX— Paris 2024 (@Paris2024) July 26, 2024
* Desde las catacumbas de París salió uno de los principales protagonistas de la ceremonia de inauguración: un misterioso personaje encapuchado que realizó un viaje en el tiempo para mostrar las aportaciones científicas, tecnológicas y culturales más destacadas de Francia. El enmascarado se paseó con la llama olímpica por las principales obras y monumentos arquitectónicos de París y al final cruzó el Sena en un caballo robótico, que de pronto se convirtió en uno real a los pies de la Torre Eiffel. El jinete desconocido, con la bandera olímpica como capucha, le entregó la antorcha a Zinedine Zidane.
* París tiene cientos de estatuas, pero la mayoría son masculinas, por lo que aprovecharon la inauguración de los Juegos para nivelar la cuenta con un homenaje a diez mujeres que ahora tienen sus monumentos en la Ciudad de la Luz. Olympe de Gouges, Alice Milliat, Gisèle Halimi, Simone de Beauvoir, Paulette Nardal, Jeanne Barret, Louise Michel, Christine de Pizan, Alice Guy y Simone Veil, heroínas francesas que repercutieron en la historia mundial, revivieron a modo de estatuas doradas en el desfile náutico sobre el Sena.
* Casi 320 000 espectadores presenciaron la ceremonia de apertura de París 2024 a ambos lados del Sena, mientras millones de seguidores no se perdieron ni el más mínimo detalle a través de las transmisiones televisivas. Uno de los momentos que más se disfrutó fue el “robo” de la Mona Lisa y su aparición en un submarino donde estaban los populares Minions, dibujos animados cuyos creadores son de origen francés. Finalmente, la Mona Lisa terminó flotando sobre el Sena en una imagen que pasó de ser animada a real.
¿Cómo fue la aparición cubana en el Sena?
* Una representación de la delegación cubana encabezó uno de los botes del desfile náutico, con el boxeador Julio César La Cruz y la judoca Idalys Ortiz como abanderados. El pugilista sustituyó a Mijaín López, quien decidió no participar en la ceremonia para completar lejos de los focos su última etapa de preparación en la ciudad búlgara de Teteven. Junto a Cuba estuvieron en la embarcación las comitivas de Dinamarca y Djibouti.
¿Quiénes habían sido los abanderados cubanos en la historia olímpica?
* Por segundos Juegos consecutivos Cuba tuvo una mujer entre sus abanderados. Idalys Ortiz tomó el relevo de la discóbola Yaimé Pérez, quien estuvo junto a Mijaín López en la inauguración de Tokio 2020. Precisamente, el grequista es el antillano que más veces ha llevado la enseña nacional en aperturas de Juegos Olímpicos con sus apariciones de Beijing a Tokio, en las cuales, por cierto, siempre ganó la medalla de oro.
* Desde 1972, solo un abanderado cubano no ha subido al podio. La seguidilla comenzó con Teófilo Stevenson (oro en Múnich, Montreal y Moscú) y continuó con el luchador Héctor Milián (oro en Barcelona), el esgrimista Rolando Tucker (bronce en Atlanta) y Félix Savón (oro en Sydney). La cadena se interrumpió con Iván Pedroso en Atenas, pero después Mijaín retomó la senda triunfal y contagió a Yaimé Pérez, que se llevó un bronce en Tokio.
* Cuba es protagonista de un caso extraño: el triplista antillano Yordanis Durañona fue uno de los abanderados en la ceremonia de apertura de Río 2016. En la urbe brasileña, el saltador llevó la enseña nacional de Dominica, país en el que se había establecido y por el cual competía tras emigrar.
¿Quiénes encendieron el pebetero que sobrevuela París?
* Cuando terminó el desfile náutico de las delegaciones y quedaron oficialmente inaugurados los Juegos Olímpicos de París 2024, solo faltaba por saber quiénes serían los últimos portadores de la antorcha y cómo quedaría encendido el pebetero olímpico. Pero la gran sorpresa era el pebetero en sí, un enorme globo aerostático que se prendió en fuego y se elevó al cielo parisino, donde permanecerá hasta el final de los Juegos.
* Como mismo empezó la ceremonia, con un Zinedine Zidane en papel de estrella, el otrora futbolista campeón del mundo en 1998 tomó la llama y se la pasó al tenista español Rafael Nadal, un momento cargado de simbolismo, pues hace 19 años el propio Zidane, en París, le había entregado al tenista español su primer título de Roland Garros. Estas dos leyendas volvieron a cruzar su camino. Pero había más: Nadal se subió en un bote con Carl Lewis, Serena Williams y Nadia Comaneci, tres leyendas olímpicas que no nacieron en Francia pero que aceptaron darle un toque de universalidad único a la ceremonia de apertura de los Juegos.
* Los últimos tramos de la antorcha olímpica si quedó entre deportistas olímpicos y paralímpicos franceses, desde la tenista Amelie Mauresmo, el basquetbolista Tony Parker, el pertiguista Renaud Lavillenie y el centenario ciclista Charles Coste, hasta los tricampeones estivales Marie-Jose Perec y Teddy Riner, quienes finalmente encendieron y pusieron a volar el globo aerostático más iluminado del planeta. ¡Pura luz!
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