Constante. He aquí la palabra que mejor define a Leinier Domínguez en el mundo de los 64 escaques. Lleva más de ocho años sobre 2700 puntos ELO. Y más de nueve entre los primeros 40 jugadores del planeta. De las estrellas en activo, no son muchas los que pueden blasonar de logros similares. ¿Grande? ¿Talentoso? La verdad, esas palabras le acomodan, pero ninguna –no señor– como constante.
Domínguez ha gozado de la estabilidad que lastimosamente nunca consiguió su némesis de antaño, Lázaro Bruzón. No es un genio, como él mismo asegura, y ha debido sacarle (casi) todo el rédito al esfuerzo. Entrenar, entrenar, y otra vez entrenar. De eso se ha tratado para él hace más de una década, y contando.
El güinero acaba de aparecer nuevamente en el Top 20 del planeta, ahora con 2752 unidades. A su zaga, varios nombres monstruosos: Grischuk, Svidler, Gelfand, Ivanchuk… Por delante, tan solo un cuarteto de inmortales (Carlsen, Kramnik, Anand y Topalov), las fuerzas emergentes del tablero (Caruana, Vachier-Lagrave, So, Karjakin, Giri, Nepomniachtchi y Ding), un tridente de máximo peligro (Aronian, Nakamura y Mamedyarov), y dos “eléctricos” en franco crecimiento (Harikrishna y Eljanov).
Únicamente ellos, entre casi 300 mil trebejistas inscritos en la FIDE, superan hoy en materia de coeficiente al heredero natural de Capablanca. Con 33 años cumplidos, Domínguez sigue dando pruebas de que tiene combustible para seguir andando y quién sabe, rebasar aquel tope personal de 2768 y volver a incluirse en el privilegiado grupo de los diez de cabecera.
De momento, 2016 ha sido un año formidable: con respecto al cierre de diciembre último ha escalado siete posiciones, acumulado 20 rayas y sucumbido apenas en tres de 42 cotejos clásicos, en muchos de los cuales tuvo enfrente a contrincantes de la elite.
¿Qué le resta? ¿Qué necesita para ser incluido con mayúsculas en la relación de atletas del año en el país, tras un curso en que incluso se agenció la medalla de plata en el tablero principal de la Olimpiada de Bakú? Pues completar un buen evento en el Europeo de Clubes –5 al 13 de noviembre en Novi Sad–, donde competirá por los colores del poderoso elenco ruso de San Petersburgo.
De consumar allí otra faena respetable, sería inconcebible verlo fuera en las planillas de la prensa deportiva nacional.
Tanta porquería habla el psicópata Donald Trump de los inmigrantes, pero miren los americanos en esta lista de los mas grandes jugadores de Ajedrez hoy en día: Fabiano Caruana (italiano), Hikaru Nakamura (japonés), Wesley So (filipino). Que sería los EE UU sin los inmigrantes? Acoger a los inmigrantes es la mayor gloria de los Estados Unidos de America.
Mario Caruana es nacido en Estados Unidos y Nakamura desde lso dos años vive ahi, So es el unico que es nacionalizado americano ya con bastante edad
Por suerte para el ajedrez en nuestro pais hace rato q paso de ser un juego de mesa para convertirse en un deporte – profesion inclusive para los q tienen muy buenos resultados-, lo q si es una pena q el colegio de cronistas deportivos cubanos cada vez q hacen la seleccion de los mejores deportistas el año se olvidan de las actuaciones de los ajedrecista masculinos y femeninos en nuestro pais ejemplos sobran tuvimos dos CMJ en su categoria, L. Bruzon, y W. Arencibia, en el femenino y masculino han ocupado destacadas actuaciones en algunos tableros en las Olimpiadas por Equipos en el q han alcanzado destacadas posiciones, como R. Vera, I. Ortiz y ahora L. Dominguez, y en el femenino la Z. Frometa, Y. Marrero, y jamas se han tenido en cuenta en estas selecciones anuales.
Espero q ya va siendo hora de cambiar todo lo que debe dde ser cambiado y darle los laureles a quien realmente se lo gana derrochando impetu, estrategia, e intelecto, no solo sudor, coraje y sobreponerse a un dolor es un buen indice a favor, yo creo q los otros indicadores ya van siendo el momento de ser tenidos en cuenta para hacer esta importante y estimulante gratificacion moral, espero q los cronistas deportivos cubanos se nutran del criterio de la aficion cubana.