¡Viñas tenía una curva pa’ abajo…del carajo pa’ arriba!
Conrado Marrero Ramos
Cuando se habla de grandes marcas en el béisbol contemporáneo uno de los récords más asombrosos es el de los dos no hit no run consecutivos.
Es tan improbable porque casi siempre depende de una defensa perfecta, al extremo de que en los libros apenas lucen, de manera oficial, dos nombres capaces de lograrlo.
Se dice que el primero fue Johnny Van der Meer, de los Rojos de Cincinnati, en las Grandes Ligas, y el segundo el cubano Aquino Abreu, lanzando por los Azucareros en la VI Serie Nacional.
Van del Meer nació en 1914, en Nueva Jersey y falleció en Tampa, en 1997. En su hoja de servicios están las dos blanqueadas asombrosas, con el “Cinci” en 1938, equipo con el cual debutó en la MLB en 1937 y se mantuvo hasta 1943. En ese periodo mereció su inclusión en cuatro Juegos de Estrellas y se llevó un anillo de Serie Mundial, con efímera actuación en el quinto juego, cuando la maquinaria roja dominó en 1940.
El zurdo Johnny inició su periplo por las menores bajo la espada de Damocles del descontrol, aspecto intermitente en su carrera. Aunque tras la “subida” en 1937, cuando ganó tres y perdió cuatro con los Rojos y fue enviado a los Chief de Syracuse, nadie imaginaba que meses más tarde entraría en la historia.
Sus no hit no run consecutivos ocurrieron con margen de cuatro días, contra los Boston Braves y los Dodgers de Brooklyn, en este último caso bajo las inaugurales luces nocturnas del Ebbets Field.
Con bastantes altibajos y dos años en la marina de guerra, durante la conflagración mundial, Van del Meer militó en sucursales, regresó a los Rojos en 1946 y perteneció a otros team mayoristas, como los Cachorros de Chicago y los Indios de Cleveland. En su currículo aparecen 119 victorias y 121 derrotas con 1 294 ponches y un promedio de limpias de 3.44, sin embargo son sus dos juegos sin indiscutibles y sus tres lideratos consecutivos en ponches, marca que comparte con cuatro serpentineros, lo que lo hace trascender.
En Cuba, apenas cuatro años después de los no hit hubo otro zurdo, amateur en este caso, hilvanó casi la misma cantidad de ceros que el norteamericano.
No se trata de hacer el descubrimiento de que un tercer lanzador consiguió dos no hit no run consecutivos, ¡ya estaba lo suficientemente documentado desde 1943! Se trata de vencer un insólito silencio, en el fatalismo de una lobotomía que nos obligó a olvidar lo que sucedió antes de las Series Nacionales. Tal vez el único en recordarlo y mencionarlo fue el narrador Eddy Martin.
Lo consabido es que el derecho villareño Aquino Abreu pintó de blanco a Occidentales e Industriales, el 16 y 25 de enero de 1966. Según su testimonio tenía dolor en el brazo y al menos en el octavo inning, contra los Azules, hubo un embasado por Industriales. Al final es la proeza certificada en el plano nacional.
Abreu no es el recordista absoluto en Cuba sino que igualó una marca: en 1943 el camagüeyano Felipe Viñas lo había conseguido y con creces.
En ese entonces el estadio Vigía Park, de Camagüey, fue escenario de varios partidos de esplendor. Allí Viñas logró dos hitos, primero el de más entradas sin permitir hits y, segundo, el de dos partidos consecutivos sin admitir anotaciones.
Todo inició con el match del home club Cromo ante el equipo nacional de República Dominicana, de gira tras su participación en la Serie Mundial Amateur de ese año en la Isla. Fueron ocho innings de relevo perfecto.
Para el sábado 6 y domingo 7 de noviembre se pactó una serie de tres juegos con el equipo de los Molineros de Zulueta, monarca regional de Las Villas. En la primera fecha vino el primer no hit del zurdo, pero la sumatoria ya daba 17 capítulos sin batazos en zona fear.
Una quincena después le tocó al Círculo Militar y Naval. Así se dio la puja: rectas duras por Félix del Cristo, a curvas grandes por Viñas, y la pizarra llenándose de círculos mientras los periodistas sacaban cuentas por ver quien cedería el sábado 20 de noviembre.
Después del noveno capítulo ya estaban los dos no hit no run consecutivos, pero había que definir. La marca sin conexiones se esfumó contra los “militares” en la entrada 13. En la 14 Viñas permitió otro sencillo, dio dos boletos, y ya con dos outs y cuenta completa, José “Tatica” Hernández soltó un texas detrás de primera, a la postre doble limpiador de bases.
Lo de los ceros del camagüeyano es oficial. En los 40 fue vox populli entre sus colegas lo de sus 30 ceros consecutivos (a 10 del récord de Ramón Bragaña) y de sus 21 entradas y un tercio sin permitir hits, a solo un out de lo descomunal que hizo Van del Meer. Está los periódicos El Camagüeyano y otros de la antigua provincia. Lástima que no existan pruebas radiofónicas de la transmisión en vivo de CMJK.
Tanto fue el interés que despertó esa marca en su época que quince días después los patrocinadores enfrentaron de nuevo a Del Cristo v.s Viñas. Si el habanero reventó, al menos su oponente ilusionó a los presentes con otras cuatro entradas inmaculadas. Explotó en el quinto, mas el murmullo hizo eco.
No comparto la idea que no se homologue esta soberbia actuación por tratarse de juegos de exhibición. Esta denominación sirvió en su momento para eludir el monopolio beisbolero de la Unión Atlética y su estrecho código de pulcritud amateur.
Fuera del contexto capitalino varias ciudades acogían series, de tres partidos, durante todos los fines de semana durante el año, de manera organizada, pero sin campeonato oficial, eso sí, con arbitraje de primer nivel.
“Exhibición” significaba que los atletas no cobrarían por sus servicios (cuestión violada tras bambalinas en la mayoría de los casos y que suscitaron juicios, sanciones y escándalos), pero que nadie piense que los de Viñas fueron “juegos de manigua”, el estadio tenía aforo para 3 000 personas, considerable en su época ¿A qué calidad se enfrentó?
De Dominicana poco que decir, un equipo nacional en su Edad de Oro con los hermanos Saint Clair, los Báez, los Vargas, Loro Escalante…con todos los cañones. El Zulueta era el campeón de Las Villas en 1943 y campeón de la Interprovincial de 1942, tenía como figura a Bautista Guevara, y los Diablos Rojos del CMN eran los campeones de la Liga Amateur de Cuba, con una nómina de “estrellas de estrellas” como Jesús Mera, Félix “Lengüita” Fernández, Remigio Vega, Virgilio Arteaga, Tomás Maulini, Mario Fajo, Isidoro Léon y Del Cristo, casi todos alguna vez con el equipo nacional.
Enfrente tuvieron a una representación camagüeyana de cuyos ocho titulares de esos choques, con el descuento del pitcher, seis hicieron alguna vez el equipo Cuba, seis saltaron al profesionalismo, cinco jugaron en al menos dos países, dos fueron multicampeones en la Liga Intercentrales y uno monarca en la Liga Popular de Oriente.
¿Quien fue Viñas? Nació accidentalmente en La Habana, pero fue inscrito en 1914 en el juzgado de Jiquí, Esmeralda, Camagüey.
Lució con el Morón-Pina y en la Policía BBC de Ciego de Ávila, poderoso equipo de los años 30. De allí hizo historia con el Cromo y en 1951 fungió como asistente técnico, entrenador de pitcheo y relevista del club Puerto Príncipe. Falleció en 1998.
Un zurdo con control es un dolor, pero si tiene una curva de barril por encima del brazo es un terror ¿Entonces por qué nunca fue profesional y se hizo más famoso?
Fue un amateur. Era militar, sargento de comunicaciones en el Regimiento 2 Ignacio Agramonte, no podía abandonar su afiliación, aunque entonces ser profesional no era tan gran cosa como hoy en día.
Si le preguntan ya sabe: hay un cubano en la lista de los no hit ¡Y qué clase de curva!
Habria q revisar lo q dicen las reglas, pero no creo q si el juego se va a extrainnings se anote no hit no run en el 9o. Si es asi, entonces el camagueyano no logro dos no-no seguidos; aunque su hazaña es innegable. El juego no termina hasta q uno de los dos equipos logra imponerse, por lo tanto no se puede calificar de no-no ese juego.
Se tomo el autor el trabajo de averiguar lo q plantean las reglas???
Pepe estas equivocado. Harvey Hadixx con el Pittsburgh tiro doce innings perfectos, sin llegarle nadie a primera base, que es el perfecto y ha pasado a la historia como una hazaña, pero no esta en los records como no hit no run….Tiene que ser el juego completo dure lo que dure………….Por otro lado muy interesante el artículo y dar un no hit, aunque sea en un placer es una cosa histórica, fijese si es asi que yo creo, por supuesto, sin datos, si unimos todas las pelotas del mundo en todos los años no se llegan a mas de 2000, seria interesante c=ver ese dato. Ahora bien, realmente en ningun momento hubo dos juegos de no hit no run, a pesar de que el record de mas entradas sin hits si es valido, ver la parte de arriba de mi comentario. Lamentable, pero es asi. los unicos dos son los de Van Deer mer y aquino abreu……►
Pepe discúlpame leí mal tu comentario, así mismo es….tenemos los dos el mismo criterio…..discúlpame de nuevo.