Por Reynier Batista Morales
Pudiera parecer fácil, pero realmente no lo es. Ganar en cualquier deporte se hace sumamente difícil y más cuando se tarta de ajedrez y el nivel entre las contrincantes es muy parejo. Por eso tiene tanto mérito el palmarés de Maritza Arribas, a la que nada, ni nadie ha detenido y ya exhibe diez coronas en campeonatos nacionales, el mayor número de títulos ganado por cualquier mujer en estas lides.
La más reciente corona llegó este febrero y de manera aplastante en la última versión de la competición para damas. Logró completar 8,5 puntos de 11 posibles, merced a seis triunfos y cinco tablas, y como guinda, adicionó 38 unidades a su coeficiente Elo, que en la actualización del ranking de la FIDE, el primero de marzo, le valdrían para superar los 2 300 puntos, toda vez que ahora es 2 283.
Mucha batalla viene dando Maritza desde finales de los 80´, en el siglo pasado. Fue por entonces, entre 1988 y 1991, cuando fue tres veces campeona juvenil.
Ya para 1992 dejó bien clara su calidad en el patio al lograr el primado nacional e iniciar el camino hasta 2013. El segundo apareció en 1997 dando paso a cuatro seguidos entre 2001 y 2004, luego alcanzó otra seguidilla, esta de tres, de 2007 a 2009.
Constancia es palabra de orden en la vida de esta santiaguera, a punto de cumplir 42 años, que con este triunfo en el Museo del Deporte de Holguín rompió el abrazo a nueve coronas que poseía con la villaclareña Asela de Armas.
Arribas ha representado a Cuba en Olimpiadas Mundiales, evento en el que llegó a jugar como primer tablero y donde formó parte de la escuadra antillana que se alzó con el cuarto lugar, el mejor histórico, logrado en la versión del 2010 en Khanty Mansiysk, Rusia.