Max Landis es un pistolero. Uno de esos que aparentan no matar una mosca, pero que cargan y disparan a la velocidad de la luz.
De sangre cubana, aunque oriundo de Indianápolis, Estados Unidos, el base de 31 años, que se desempeña hace cinco temporadas en la liga portuguesa con el Porto, se perfila como uno de los posibles convocados para la selección de baloncesto de la Mayor de las Antillas.
Así lo hizo saber el entrenador cubano Onel Planas en un diálogo con el periódico Trabajadores: “Es un jugador con experiencia a nivel continental, un triplero parecido a Yunio [Barrueta] y estamos en ese proceso [de conversaciones], a ver si nos acompaña en alguna de las fechas”.
En la entrevista, Planas reconoció que buscan fortalecer la posición de base organizador y la opción de Landis toma aún más fuerza después de que ha trascendido el ligero enfriamiento de la comunicación con el también estadounidense de ascendencia cubana Yunio Barrueta, quien juega esta posición y actúa en el primer nivel de España con el Leyma Coruña.
Si sumamos un posible retiro cercano de Reynaldo García, base del Saga Ballooners japonés, y el interés que muestra Landis, este se antoja como una opción muy viable en estos momentos para fortalecer el puesto junto a Marcos Chacón y Tito Casero.
“He estado en contacto con Dalia Henry, presidenta de Federación Cubana de Baloncesto, y con Osmel Planas, entrenador del equipo. De hecho, fui el que se acercó a ellos en busca de la posibilidad de competir por Cuba. Las conversaciones han sido buenas, han mencionado que no es fácil porque soy el primer cubanoamericano que ha querido jugar para Cuba. Pero creo que podemos lograrlo juntos”, declaró Landis a finales de diciembre en entrevista con el periodista Andy Lans.
Estamos hablando de un atleta con mucha experiencia y partidos acumulados en distintos niveles de baloncesto. Landis reconoce que lo que más destaca de su accionar es el juego exterior, aunque ha afirmado que puede ser capaz de anotar de distintas maneras y que disfruta igualmente asistir a sus compañeros.
Desde joven, ESPN lo calificó entre los 20 mayores prospectos de Indiana, y años después sobresalió con su paso por la Summit League, una de las conferencias de la primera división del baloncesto universitario, a tal punto que en 2016, vistiendo los colores del Purdue Fort Wayne Mastodons, resultó electo jugador del año e integró el quinteto ideal del evento.
Algunas publicaciones lo califican como el rival más difícil de la Summit League en esa época, en la que fue Mención Honorífica en los equipos All-American de la Associated Press, y estableció diversos registros para los equipos de su universidad con un acierto del 45,6 % en triples y casi 20 puntos por partido, además de firmar un choque de 44 anotaciones.
Landis completó entrenamientos con equipos de NBA como Indiana Pacers, Milwaukee Bucks o Chicago Bulls, aunque al finalizar en el baloncesto universitario no fue elegido en el Draft de la NBA.
Sin embargo, su carrera y crecimiento no se detuvieron y dio el salto definitivo a Europa para vestir por una campaña los colores del Okapi Aalstar belga, donde tiró para poco más del 30 % en triples y tuvo un rendimiento aceptable, que parecía insuficiente para cambiar a un nivel más alto.
No obstante, el Gießen 46ers de la Bundesliga alemana apostó por él y realmente no decepcionó en el par de campañas que jugó (2017-2019), antes de finalmente firmar por su actual club.
En Alemania, Landis se reafirmó como pistolero con promedios de acierto desde la línea de tres superiores al 43 % y su nivel tomó otras dimensiones.
“Me encantó jugar en Gießen. Ganar experiencia en Alemania fue muy importante. Le doy crédito a Ingo Freyer por salvar mi carrera. Venía de un año duro como novato en Bélgica y él se arriesgó conmigo y me dio la confianza que necesitaba para rendir”, comentó Landis en una entrevista con Miles Schmidt.
El Porto ha venido a ser el escalón de su consagración. En su carrera con el club luso acumula 94 partidos y ha anotado 1 572 puntos, con 216 asistencias y 81robos. Además, exhibe números de riflero preciso, con un 46 % en tiros de campo, 52 % en lanzamientos de dos puntos, 41 % desde el perímetro y 84 % en libres.
En lo que va de campaña, según el sitio oficial del evento, en 11 partidos de liga Landis acumula 307 minutos con 174 puntos, ocho rebotes, 26 asistencias y 34 triples en 83 intentos.
En un baloncesto en el que cada vez más se apuesta por los tiros de tres puntos, Landis se asoma como una buena alternativa para la posición, más teniendo en cuenta de que resulta bastante efectivo cuando se para en la línea de los suspiros, que en los últimos años ha sido una tarea pendiente para el básquet cubano.
Si hablamos de Landis, también tiene a su favor que es un efectivo capaz de jugar otras posiciones, y conformar una escuadra con basquetbolistas polivalentes es otro de los objetivos que se ha propuesto el coach Planas para enfrentar el reto al frente de la selección nacional.
Asimismo, es válido resaltar que sus actuaciones no solo se circunscriben a los eventos domésticos, pues también se trata de un jugador que se ha probado en eventos continentales como la Fiba Europe Cup.
Lo cierto es que al equipo cubano no le vendría mal fortalecer la nómina al máximo de sus posibilidades, por lo que un jugador como Landis merecería al menos la oportunidad de competir por un puesto en un conjunto en el que ya no es tan sencillo como antes conformar una convocatoria, pues las opciones ahora son más competitivas.