El ya legendario luchador cubano Mijaín López, catalogado como uno de los más grandes de la historia de esa disciplina, confirmó que se retirará tras competir en Tokio 2020, donde aspira a un cuarto oro olímpico para una despedida por todo lo alto.
Con una carrera excepcional avalada por cinco títulos en citas panamericanas, otros cinco como campeón del orbe y tres veces olímpico, López figura ya en el olimpo de las glorias y leyendas deportivas cubanas y es uno de los más exitosos de todos los tiempos a nivel internacional.
“Después de Tokio me retiro. Ya está decidido”, sentenció el luchador esta semana.
Razones de peso
López ha dejado en claro sus motivos para esa determinación: su edad, 37 años, y las dificultades que ha enfrentado para hacer el peso (130 kg), pero también el propósito de tomarse un descanso tras 27 años de una brillante carrera deportiva marcada por el primer título mundial que ganó, en 2005 en Budapest, donde derrotó al tres veces submonarca del planeta, el húngaro Mihaly Bárdos.
A partir de entonces, se convirtió en el rey indiscutible de los 120 kg (división que luego subiría hasta su peso actual) en el estilo grecorromano y logró desplazar a su principal adversario, el ruso Khasan Baroev.
Una despedida feliz
“Quiero despedirme por supuesto ganando mi cuarta medalla de oro olímpica. Para eso me estoy preparando y estoy seguro de que lo voy a lograr”, dijo el luchador a medios cubanos.
Ese objetivo lo mantiene concentrado en los entrenamientos y las competencias internacionales previas a la gran cita de este verano en la capital japonesa.
Mijaín López consiguió su primera medalla de oro olímpica en Beijing 2008, donde impuso su dominio y demostró ser el mejor gladiador del estilo clásico en el ciclo olímpico 2005-2008.
En esos juegos ganó la medalla dorada frente al ruso Khasan Baroev, en los de Londres 2012 superó en la final al estonio Heiki Nabi en dos parciales (2-0 y 1-0) y su tercer oro olímpico llegó en Río de Janeiro 2016 luego de vencer 6-0 al turco Riza Kayaalp, su principal rival en los últimos años y presumiblemente su mayor escollo de cara a su cuarto cetro bajos los cinco aros.
El Gigante de Herradura
Así lo llaman por haber nacido en Herradura, un pequeño poblado rural de la provincia occidental de Pinar del Río, ubicado unos 115 kilómetros al oeste de La Habana, donde comenzó la práctica de deportes mientras trabajaba en el campo.
Primero se interesó por el béisbol, el deporte históricamente con más aficionados en Cuba, y luego llegó la subida al cuadrilátero para probar como boxeador, pero fue un entrenador de lucha quien descubrió sus dotes de gladiador y le dio el impulso que lo lanzó a la disciplina que abrazó definitivamente.
De hecho, el atleta ha dicho que al iniciarse en la lucha supo que ese era el deporte con el que “iba a hacer mi carrera”.
Con su imponente estatura de 1,96 metros y la corpulencia física que lo ha ubicado para competir en la división superpesada, López se ha adueñado de una depurada técnica para vencer a sus rivales con limpieza y perfección.
El “Gigante de Herradura” guarda en su expediente deportivo, además de sus medallas, numerosos reconocimientos como el de ser el luchador con más títulos en los Juegos Panamericanos, y una vez más repitió en la lista de deportistas más destacados de Cuba en 2019.
De esta forma, ha forjado una leyenda que, tras su retiro, quedará enmarcada con letras de oro, y pondrá el listón bien alto para quienes hoy siguen sus pasos en la lucha cubana.
EFE / OnCuba