Un llamado parecido a la letra de reguetón que titula este material, supongo, hizo la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) al pugilismo cubano con la reciente visita a la Isla de Ching- Kuo Wu, titular de la entidad.
Y es que este 2013 es crucial para el deporte de los puños en aras de implementar el proyecto XVI que regirá los destinos hasta los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Wu calificó de provechosos los encuentros sostenidos con las autoridades deportivas de Cuba en un ambiente de entendimiento mutuo, y donde la Asociación explicó las novedosas variantes que se ponen en práctica desde el año pasado: La Serie Mundial de la AIBA, el Boxeo Profesional dentro de la organización y la entrada de mujeres en esa disciplina.
A finales del 2012, Cuba se pronunció por mantenerse en el boxeo amateurs y evaluar las otras propuestas, pero la llegada del taiwanés parece ser un ultimátum para los intereses conservadores de la Mayor de las Antillas. Según trascendió en conferencia de Prensa, Wu abordó la inserción de cubanos en el proyecto XVI en los encuentros que sostuvo con el presidente del Comité Olímpico, José Ramón Fernández, y con Jorge Polo, vicepresidente del Instituto Nacional de Deportes, Ecuación Física y Recreación.
Para nadie es un secreto el poder boxístico de los caribeños y a ello se refirió también el visitante al catalogar como importante la inserción de los cubanos. “Esperamos que luego de la aprobación podamos iniciar estos proyectos en Cuba lo antes posible”, indicó Wu, quien señaló a la nación antillana como uno de los países más importantes dentro de la entidad que dirige.
La cuestión es que no se puede nadar contra corriente, y los cubanos están cuasi obligados a responder afirmativamente a los nuevos tiempos del boxeo. En el caso de las mujeres, Cuba comenzó tarde en especialidades como la lucha y está pagando el precio. En el boxeo puede pasar lo mismo.
Por otro lado, la entrada a variantes con mayores posibilidades económicas como la Serie Mundial y el sistema profesional, traería buenos dividendos para la motivación de los atletas, una vez que los que incursionen en estas modalidades son elegibles para participar en los Juegos Múltiples.
Entiéndase así, toda vez que en los últimos años el boxeo cubano ha sufrido duros golpes a propósito de varias deserciones, la mayoría de ellas motivadas por el afán de mejorar la economía individual.
Además, el titular de la AIBA anunció que el sistema de clasificación para los Juegos Olímpicos de 2016, en Río de Janeiro, asignará 100 de sus 250 plazas en la serie mundial y el boxeo profesional, con 30 y 70 cupos, respectivamente.
Otros puntos interesantes son que la edad límite de los pugilistas aumentará de 34 a 40 años y que el sistema de puntuación aplicado por la Serie Mundial será introducido en todas las competencias que auspiciará la AIBA.
Aunque en un entorno distendido y de diálogo fraterno, el taiwanés Wu, al frente del organismo desde 2006, enunció sus argumentos y puso las cartas sobre la mesa. Ahora toca a los cubanos tomar las decisiones medulares para enrumbar el llamado buque insignia del deporte en la Isla.
En mi opinión, no estamos en condiciones de perder espacios como los que propone la AIBA. Veremos, entonces, si los que dan el veredicto definitivo piensan lo mismo.