El Campeonato Mundial de Luchas continúa en Nur Sultan, Kazajstán, y las buenas noticias siguen cayendo para Cuba, que ya tiene dos medallas, igual cantidad de boletos rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio y la posibilidad de sumar en las próximas jornadas.
Tras la espectacular demostración de Ismael Borrero, flamante monarca de los 67 kilogramos, Oscar Pino mantuvo el ritmo triunfante y se llevó la medalla de plata en la división súper pesada (130 kg), resultado que abre las puertas de Tokio a Mijaín López.
El astro pinareño, quien buscará en la urbe japonesa su cuarta corona estival, esperaba por el “favor” de Pino y el habanero no lo defraudó. En el Barys Arena, sede del evento, logró victorias sucesivas sobre el indio Naveen Kumar (9-0), el estonio Heiki Nabi (2-1), el kirguizio Murat Ramonov (6-4) y el iraní Amir Ghasemi (6-2), para anclar en la final.
En dicha instancia topó con el turco Ryza Kayaalp, quien logró un ajustado triunfo (3-1) y se alzó con su cuarta corona mundial. Una desafortunada acción en la que Pino casi saca del colchón al europeo, se transformó en un fugaz pase atrás en contra del antillano.
Esa movida puso la pizarra 3-0, marcador que Pino no pudo revertir pese a su presión en los últimos minutos de combate. Kayaalp, pendiente de la alargada sombra de Mijaín, su habitual verdugo, demostró que será, con total seguridad, la piedra más dura en el camino olímpico del pinareño.
El otro cubano de la división, Yasmani Acosta (representante de Chile), se quedó a las puertas de la discusión de las medallas y, por ende, a un paso de la clasificación olímpica. El gladiador, bronce del orbe de París 2017, sucumbió en el segundo repechaje frente al georgiano Iakob Kajaia.
A pesar de que el puesto de Cuba en los 130 kilogramos de Tokio lo ocupará Mijaín, el camino olímpico de Pino todavía no ha terminado, pues el capitalino está propuesto para buscar su propia clasificación estival en el estilo libre, en el cual ya se ha probado durante todo el 2019, con una plata en los Panamericanos de Lima como resultado más sobresaliente.
Cuba terminó la lucha grecorromana con par de medallas e igual cantidad de boletos olímpicos, además de buenas sensaciones de Gabriel Rosillo y Daniel Gregorich, quienes tendrán su oportunidad de clasificar a Tokio en los eventos continentales del próximo año.
Lianna de la Caridad Montero, a un paso de Tokio
La lucha femenina también dio el pistoletazo de salida en Nur Sultan, y la armada antillana vivió experiencias encontradas. Por una parte, Yusneylys Guzmán (50 kg) se marchó temprano perder 10-0 en su debut ante la japonesa Yuki Irie, mientras Lianna de la Caridad Montero (55) está a un paso de avanzar a la discusión de las medallas y clasificar a Tokio.
Montero, bronce en la pasada edición mundialista de Budapest, abrió con sendos triunfos contra la uzbeca Aktenge Keunimjaeva (3-0) y turca Zeynep Yetgil (8-7), y después cayó en cuartos de final ante la norcoreana Pak Yong-mi, aunque la propia representante asiática la arrastró hasta el repechaje al incluirse en la final.
Ahora Montero está en una aceptable posición para meterse por segundo año consecutivo en la lucha por las preseas mundiales, así como para clasificar a Tokio. La güinera espera por la triunfadora del pleito entre Iulia Leorda (Moldavia) Roksana Marta Zasina (Polonia), la cual será su último escollo rumbo a la cita bajo los cinco aros.
La polaca Zasina, bronce mundial en París hace dos años y del Europeo del 2018, es la favorita de muchos expertos, aunque no se puede descuidar de Leorda, plateada en los Juegos Olímpicos de la Juventud del 2010 en Singapur.
Si Montero derrota a Zasina o a Leorda, se mediría en la batalla por el bronce a la china Pang Qianyu, pero ese ya sería una combate de pleno disfrute al saberse clasificada a Tokio 2020.