La selección cubana de balonmano tiene prácticamente garantizado su boleto a semifinales en el Mundial de Naciones Emergentes de Tbilisi, Georgia, donde han ganado sus tres primeros duelos sin sobresaltos, al margen de que hayan salido a relucir ciertas lagunas tácticas del plantel dirigido por Luis Enrique Delisle.
Gran Bretaña, China y Colombia, por ese orden, sucumbieron frente al poderío físico de los caribeños, jugadores altos, fuertes y de gran resistencia, quienes han aprovechado esa condición para rematar sin piedad en los minutos finales de los enfrentamientos.
Por el momento, las sensaciones son positivas de cara a la fase decisiva del campeonato. Cuba cuenta con un ataque diverso, liderado por Omar Toledano (24 goles), quien marcha cuarto entre los máximos anotadores del torneo, solo superado por el británico Sebastian Edgar (29), el colombiano Sebastián Restrepo (26) y el azerí Sabir Nazaraliyev (26).
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Además, el conjunto antillano ha encontrado una garantía de vida en el fondo, el portero Magnol Suárez, quien ha estado imponente, con más de un 40 % de atajadas tras casi un centenar de disparos a su marco.
“No han sido partidos fáciles, porque los tres rivales han presentado un buen nivel. Nosotros hemos perdido la concentración en varias oportunidades, pero la defensa se ha comportado bien, incluyendo por supuesto la defensa de la puerta con Magnol; él ha estado fenomenal”, aseguró a OnCuba el técnico Delisle.
Por su parte, el arquero, dos veces elegido el mejor de la selección antillana en el Mundial, comentó que asume en calma la gran responsabilidad de jugar bajo los palos. “En el balonmano, el asedio es constante, por lo que hay que mantener el enfoque todo el tiempo, no te puedes relajar.
“Hasta ahora he respondido bien y la defensa también me ha ayudado, aunque es cierto que hemos tenido problemas frente a jugadores bajos, rápidos y explosivos. Entiendo que por nuestra estatura nos cuesta marcarlos, pero somos optimistas, queremos ir de menos a más y mejorar en cada partido”, sentenció Suárez, quien realizado ya casi 50 paradas.
Todos estos argumentos han asombrado a los organizadores, que ven en Cuba a un equipo compacto y de múltiples variantes, aunque la realidad indica que el alto mando tiene muchos detalles por pulir para afrontar partidos de mayor envergadura.
“Es cierto que necesitamos mejorar en distintos aspectos, sobre todo para aprovechar situaciones en superioridad numérica, las cuales debemos traducir en gol y no dejarlas escapar. Tenemos que trabajar fuerte en los entrenamientos y estar pendientes a los análisis de los choques”, precisó Delisle, quien sabe que lo más duro está por llegar.
“Podemos clasificar a semifinales, y allí nos encontraremos con Estados Unidos, rival que ya conocemos, o con Bulgaria o Georgia, a quienes hemos estudiado aquí en la sede. Ambos son equipos fuertes, con algunos atletas experimentados y muy buena defensa, aunque son algo lentos en el ataque de primera línea”, apuntó el estratega cubano.
De acuerdo con el entrenador, el propósito pre competencia del plantel era ubicarse entre los ocho mejores en el Mundial de Georgia, algo que conseguirán sin problemas. Ahora el reto es no conformarse, seguir adelante para buscar un hueco en el podio y ganar en experiencia, factor clave de cara al principal compromiso del año: los Juegos Panamericanos de Lima.
En la capital peruana, los cubanos se medirán a Estados Unidos, Chile y Argentina, estos dos últimos rivales de consideración por el nivel de sus jugadores y la experiencia en citas de primera categoría.
Para dicho examen, el técnico Delisle aseguró que Cuba sumará importantes refuerzos, entre ellos el experimentado Guillermo Corzo, quien acaba de ascender a la Primera División española con el club Puerto Sagunto. Igualmente, se espera por la incorporación del lateral Yosdany Ríos, quien ha jugado en Francia desde hace un par de años.
Otros con experiencia en circuitos profesionales también deben estar en la nómina de Lima, como el central Noelvis Robles y el lateral Ángel Rivero, ambos miembros del Benidorm español. Tampoco deben faltar los chicos del Sporting de Portugal, Pavel Caballero y Pedro Veitía, quienes tuvieron un papel determinante en el título de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.
Delisle precisó que esas incorporaciones elevarán el nivel del conjunto, aunque afirmó que algunos jugadores que ahora disputan el Mundial de Naciones Emergentes en Georgia podrían tener hueco en la escuadra panamericana.
Ellos son Magnol Suárez, Reinier Taboada (juega en el Dunkerke de Francia), Dariel García (cedido en el Quabit Guadalajara de España), Claudio Ramos (hace una semana se conoció que jugará en el Valladolid), Eduardo Valiente (juega en la Segunda División de España), Omar Toledano, Adonys Jesús García, Fredy Lafortán, Hanser Rodríguez y Frank Enrique Cordiés (está en la Segunda de Alemania).