La VI Serie Mundial de Boxeo (WSB, por sus siglas en inglés) será algo diferente. Tal vez más atractiva. La asociación internacional de la disciplina anda en busca de espectáculo e hizo algunos movimientos. Amplió el número de grupos, sumó a un país con tradición y complicó algo a los mejores.
Los aficionados –al menos aquellos (pocos) que siguen el evento- han criticado en reiteradas ocasiones la competencia. “No vende”, “no hay show”, “no asisten los mejores” y “el pugilismo amateur es mediocre” son algunos de los pretextos expresados para definir a la lid como un programa carente de glamour.
Precisamente porque a veces las críticas negativas hincan, las autoridades del ejercicio reconocieron algunos errores e iniciaron una amplia pesquisa en busca de lo que ellos califican como bueno. Lo primero fue eliminar a Italia –craso error, pues los europeos avanzaron en la pasada versión a cuartos de final- y luego llamaron –acá sí dieron en la diana- a Uzbekistán, nación que siempre se extrañó en el concurso. Borrar a Argentina era la opción correcta, desde el punto de vista competitivo.
La otra “gran” idea fue ampliar el número de apartados. Mantuvieron la suma de franquicias concursantes en 16, las cuales fueron sorteadas en cuatro grupos –A, B, C, D, lo tradicional- de cuatro equipos con un cabeza de serie en cada llave. Los dos mejores de cada segmento progresarán a los playoffs que determinarán a los finalistas para la discusión del trono.
El A tiene a los actuales submonarcas, los Domadores de Cuba, por demás campeón en la cuarta versión. Una selección de lujo que mantendrá en sus filas a reyes mundiales y olímpicos de la talla de Julio César La Cruz, Roniel Iglesias, Lázaro Álvarez, y a otros que poco a poco han elevado su nivel y se presentan hoy día entre los principales exponentes de sus categorías como Erislandy Savón y Yosvani Veitía.
Los antillanos son los amplios favoritos, aunque tendrá en los Otamans de Ucrania a unos rivales de calidad y experiencia, si en definitiva los representantes del Viejo Continente se presentan con todo. Completan el lote los Halcones de Argelia y Dragones de China, dos equipos que desde el 2014 buscan reforzarse con boxeadores de la Escuela Cubana, aunque las negociaciones no han encontrado el final feliz.
Para el grupo B, los Guerreros de México compartirán con los Knockouts de Estados Unidos, Atlas de Marruecos y Corazones de León de Gran Bretaña. A priori, este apartado se vende como el de menos nivel.
En el sector C, Rusia, semifinalista en la quinta edición, se enfrentará a los Húsares de Polonia, Cóndores de Argentina y Caciques de Venezuela; mientras que finalmente en el D los vigentes campeones, Arlans de Kazajstán, tendrán duros retos con el debutante Uzbekistán y los Baku Fires de Azerbaiyán. Puerto Rico y sus Huracanes estarán de relleno en un programa donde no debe faltar la emoción.
Hasta el momento, los dirigentes del ente rector están satisfechos. Así lo evidenció el presidente de la AIBA, Ching-Kuo Wu, durante el sorteo realizado en Venezuela. “Confío en que todos darán un magnífico espectáculo y será una de las mejores temporadas que hemos visto”, manifestó.
El asiático no dudó y se adelantó a los acontecimientos. “Será una competencia extraordinaria, seremos testigos de cómo los 16 emocionantes y legendarios equipos buscarán tener el honor de competir en las finales”.
Durante la presentación, Alberto Puig de la Barca, el hombre que mueve los hilos del “arte de los puños” en nuestro país, manifestó algo interesante y que tal vez constituya uno de los puntos para elevar el caché del torneo: menos franquicias en los grupos y, por ende, menos pelea, algo que permitirá a los fajadores estar en gran condición toda la campaña e, incluso, eliminará inconformidades generadas por un programa de ida y vuelta de varios meses de duración, repleto de viajes de miles y miles de kilómetros. Algo inhumano.
El directivo caribeño también declaró que actualmente todos se están preparando más y mejor, y será difícil vencer, por lo cual se debe realizar un excelente plan de entrenamiento.
La verdad indica que cuando comience el evento, en enero del 2016, también iniciará un período competitivo que tendrá su colofón en Río de Janeiro y sus Juegos Olímpicos. Todos se adiestrarán, buscarán su forma deportiva óptima, e inclusive su boleto para esa cita estival en esta VI WSB.
Igual, no debe existir ningún apuro. Todavía queda camino por recorrer, aun cuando se piense de cara al futuro. Un nuevo examen se acerca cada vez más. Doha, Catar, será la sede en octubre venidero del Campeonato Mundial y el primer paso en busca de la gloria bajo la sombra de los cinco aros.