La nadadora estadounidense Diana Nyad quiere hacer realidad su sueño de unir a Cuba y la Florida en Estados Unidos y para ello iniciará este sábado un nuevo intento de cruzar a nado las distancia que separa ambas orillas, después de fallar en cuatro ocasiones anteriores.
Este es mi sueño, mi inspiración, destacó Nyad durante una conferencia de prensa ofrecida en el Club Náutico Internacional Ernest Hemingway, en el noroeste de La Habana, desde donde partirá en horas de la mañana de este sábado, con la intención de realizar el recorrido de unas 103 millas náuticas en unos cuatro días, si el clima le es favorable.
Según la atleta, de 64 años, su deseo es llegar a las costas de la Florida, para recuperar las ansias de estar viva, esas que olvidó durante algún tiempo.
Cuando cumplí 60 años quise recuperar esos deseos y el sentimiento de estar viva que me movían antes de los 30, y que perdí durante unos años, afirmó Nyad.
La veterana nadadora aseguró también que las personas dejan de creer cuando no tienen opciones y pierden las esperanzas, pero que ella todavía se ve con posibilidades de lograr su objetivo.
Para tratar de realizar esta proeza, Nayad se auxiliará de un traje protector, especialmente preparado para evitar las picaduras de medusas, diseñado por un experto militar en máscaras protectoras.
También recibirá unas inyecciones especiales, que le ayudarán a inhibir el veneno de esos invertebrados, confeccionadas por la doctora Angel Yaragi, especialista de la Universidad de Hawia.
En el mar la atleta norteamericana se auxiliará de un equipo de unas 50 personas, compuesto por buzos, médicos y demás especialistas.
Según el comodoro del Club, José Miguel Díaz-Escrich, cuando una persona pone su corazón en un empeño, siempre recibe el apoyo de miles como es el caso de Nayad, quien además de demostrar su entrega, desea aportar un granito de arena en el desarrollo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Durante su carrera deportiva, Nyad se convirtió en la mejor nadadora de larga distancia del mundo y cumplió varias plusmarcas, incluida la de siete horas y 57 minutos alrededor de la isla neoyorquina de Manhattan, cuando tenía 50 años.
La nadadora, cuyo récord a mar abierto data de 1979, cuando nadó 165 km entre Bimini (Bahamas) y Cayo Hueso (Florida), enfrentará una vez más las fuertes corrientes del Golfo de México y los riesgos de sufrir deshidratación, hipotermia, ataques de asma o momentos de desorientación.
En agosto de 2012 realizó su último intento fallido por unir Cuba y Estados Unidos, en aquella ocasión logró nadar 96 kilómetros sin protección de jaulas contra tiburones, hasta que las picaduras venenosas de las medusas la hicieron desistir, el agotamiento físico fue la causa del fracaso durante el resto de las tentativas.
La veterana nadadora realizó el primer intento de esta hazaña deportiva en 1978, pero lo abandonó tras casi 42 horas en el agua a causa de un mal tiempo.
Luego repitió en 2011 y las últimas dos veces con diferencia de solo unas semanas fueron el año pasado.
Nyad no es la única con pretensiones de conseguir la proeza de atravesar a nado y sin protección las peligrosas aguas que dividen a Cuba y Estados Unidos.
Anteriormente, en medio de la travesía, la nadadora australiana Chloe McCardel desistió por las picaduras de medusas, y a la británica Penny Palfrey se lo impidió una fuerte corriente marina.
Hasta el momento la australiana Susan Maroney es la primera y única persona capaz de cruzar a nado el estrecho de la Florida desde Cuba. Lo consiguió en mayo de 1997, pero estuvo protegida por una jaula contra los escualos.
Escrito por Duber Luis Piñeiro González con información de PL