La travesía de los boxeadores cubanos por los Juegos Olímpicos de París 2024 sigue dejando historias inesperadas. Así se pudiera valorar la derrota encajada este miércoles por Saidel Horta (57 kg), justo en su debut a este nivel, que deja más en entredicho la capacidad de este deporte para asumir la histórica condición de buque insignia en las magnas citas multideportivas.
Tanto como el desenlace, sobrecogió la forma. Al fajador de la isla le quedaba margen de maniobra para asegurar el triunfo, cuando el desafortunado cabezazo del kirguiso Munarbek Seitbek le provocó un corte en la ceja. A la doctora a pie de ring no le quedó más alternativa sugerir al principal la parada definitiva del combate, dada la profundidad de la herida.
Transcurría el tercer asalto, y a esas alturas todo era tan impreciso, que muchos temieron lo peor. Horta había salido de su esquina impetuoso, como si no tuviese nada que estudiar de su contrario, y sí la necesidad de marcar bien temprano el territorio.
Pero la derrota parcial por la mínima en el round, despertó algo al kirguizo, aunque en honor a la verdad, el segundo asalto se diluyó en agarrones, con apenas golpes que apuntar.
Tres jueces sin vencedor definido dejaban el cierre muy abierto y ambos peleadores salieron al encerado a convencer. Y en ese esfuerzo, cuando cada bando buscaba la ventaja en el cuerpo a cuerpo, ocurrió el infortunio. Los mismos que esperaban el final para decantar su voto, decidieron que en ese efímero minuto Seitbek había roto el equilibrio y le concedieron la supervivencia en el torneo.
Para Rolando Acebal, jefe de entrenadores del elenco cubano, la historia hubiese sido diferente, pero su alumno cambió inexplicablemente el plan en el segundo asalto, y al final pagó las consecuencias de ese temerario giro.
“Sabíamos que sería un combate complejo porque el contrario tiene calidad y se hace difícil por su mayor alcance. La táctica prevista salió a la perfección en el primer asalto, porque le orientamos a Saidel atacar desde el principio para sacarle ventaja y obligarlo a buscar la pelea. De suceder lo contrario, podía irse atrás, como acostumbra”, explicó Acebal a los periodistas cubanos tras el combate.
El estratega achaca a la falta de experiencia de Horta lo que sucedió en el siguiente round. “Hizo todo lo contrario a lo que habíamos planificado, comenzaron los agarrones, no se pudo repetir la ventaja, y entonces todo se enredó. Se trata de una Olimpiada, esos fallos terminan costando”, precisó el entrenador.
Lo cierto es que la herida dejó en manos de los jueces un panorama sin la más mínima claridad, y terminaron votando en contra del cubano. “Ellos saben que una herida de esa magnitud es una complicación, hasta para el siguiente combate, porque no saben si va a poder pelear otra vez. Todas esas cuestiones influyen en una situación como esta”, valoró el preparador.
De esta forma la armada cubana de boxeo perdió su segundo candidato al título, opción que ahora solo conservan tres peleadores. Y de ellos depende mucho la posición final en el medallero de los Juegos.
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