“Estamos en terapia pero aún respiramos”, dijo con una sutil sonrisa en los labios Jorge Ricardo Gallardo, manager de Pinar del Río, tras ganar el cuarto partido de la final y seguir con vida en la lucha por el cetro de la Serie Nacional.
Todo indicaba que hoy a esta hora estaríamos rindiéndole pleitesías al Ciego de Ávila campeón, al equipo que habría barrido en semifinal y final a sus contendientes, pero no, los pinareños decidieron alargar la historia y ponerle ahora algo de suspense a la definición de este campeonato. La final se va a un quinto partido y los pativerdes han vuelto a coger fuerzas, han levantado su moral que andaba por los suelos.
Roger Machado por su parte no escondió sus ganas de haber liquidado a Pinar del Río ayer, en el cuarto desafío, sabe (como muchos) que a los heridos de balas hay que rematarlos en el piso y que no hay que darles ni un minuto más de vida, pues si aún respiran, en un santiamén, en una voltereta del destino, puedes quedar tú en esa condición de pedir clemencia a boca de pistola.
Dice Machado que “estamos ante un gran equipo, eso nadie lo duda, por supuesto que hubiésemos querido haberlos liquidado hoy pero no se pudo, fuimos con todo. No hay presión por haber perdido, al final esto sigue tres por uno a favor nuestro”.
Con el play off inclinado totalmente hacia los de la tierra de la piña, Machado mandó a treparse al box a su as Vladimir García, dejando claro su intención de exterminar cuanto antes a sus rivales. García no pudo, salió descontrolado y el lineup pinareño respondió con jonrones de Lázaro Ramírez y Michael González.
Los de Gallardo contaron con un gran trabajo de Erlis Casanova quien no permitió libertades desde la lomita y amarró cortico a la voraz tanda avileña. Casanova declaró en conferencia de prensa que: “Traté siempre de no colocar corredores en circulación, ellos son muy rápidos en base y tienen mucha fuerza al bate. Trabajé para sacar siempre el primer out de cada entrada así no me podrían hacer jugadas”.
Los pinareños respiran aunque penden de un hilo. Están obligados a ganar todos los partidos que le restan a esta final. El consuelo es que irán partido a partido y que les queda al menos uno en casa, el próximo. Los vegueros se aferran a su casta y al milagro, los avileños a su pegada y su gran momento. Por ahora hay que esperar un partido más en casa de los vegueros.
Resultado final: Pinar del río 6 Ciego de Ávila 3