Río 2016: Vuelo retrasado

Las medallas de Río ¿llegarán?

Las medallas de Río ¿llegarán?

El pesimismo está lloviendo. La gente desespera porque no ve medallas para Cuba, y los agoreros del fin de la historia adelantan un fracaso inolvidable. Tal parece que somos un pueblo de mala memoria que cada cuatro años atraviesa una crisis de pesimismo deportivo…

(Antes de proseguir: detesto el triunfalismo. Sembrar expectativas de oropel se me antoja oportunista o, cuando menos, ignorante. No me interesa congraciarme con ningún directivo de la prensa ni posar de patriota indomeñable: esas plazas ya fueron ocupadas por colegas más hábiles que yo. Es decir, que no se trata de eso en estos párrafos).

El asunto es que, por tradición, Cuba ha sido finalista en Olimpiadas. Boxeo y atletismo, nuestros dos principales argumentos medallistas, han aportado el 61 por ciento de los oros históricos, y ambos deportes, al igual que el taekwondo y la lucha, suelen comenzar a rendir frutos en la segunda semana de contienda.

Vamos a verlo en crudo. ¿Qué opciones reales de preseas –ni siquiera hablo de títulos– hemos tenido hasta el momento? Dayaris Mestre es una judoca de categoría continental, ni más ni menos. A Arlenis Sierra le pidieron una actuación que ahora mismo excede las posibilidades de sus piernas. Asley González llevaba meses sin saber del rigor competitivo. Manrique Larduet luce más apto para la lid por aparatos que para el all around.

No será hasta mañana que entrará en escena la primera oportunidad dorada. Esperar algo grande de Idalys Ortiz, la monarca de Londres 2012 en la división máxima del judo, no es un sueño guajiro ni un capricho optimista. Y a partir de esa fecha –entonces sí– nos llegará una seguidilla de candidaturas…

Mijaín López saldrá a los colchones el día 15. Yarisley Silva buscará la gloria el 19. El taekwondoca Rafael Alba, de quien pocos se acuerdan a la hora de los vaticinios, lo hará el 20. Y el boxeo, con un extraño calendario que contempla ocho jornadas finalistas, es capaz de empezar a dar satisfacciones desde el próximo domingo 14, cuando se dirima la corona de los pesos minimoscas. El referido pelotón podría bañar en oro a la delegación de casa, apoyado por los premios de otros colores que tienen a tiro los luchadores Ismael Borrero, Yowlys Bonne y Liván López, además del propio Manrique Larduet en paralelas.

De manera que todavía no es, en modo alguno, tarde. Sobra tiempo para una cosecha de seis a siete premios áureos –con salpicaduras plateadas y broncíneas–, ubicarse en un puesto cercano a los Top Ten, y tal vez dentro de ellos. Este vuelo va a salir demorado, pero debe llegar a su destino. Dios no ahoga.

Rio-2016

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