Cuba ha obtenido 209 medallas en Juegos Olímpicos, con 72 títulos. El botín es imponente desde todo punto de vista, porque disponemos de una cantera limitada (solo 11 millones de habitantes) y afrontamos múltiples dificultades que impiden el óptimo entrenamiento y estímulo de los atletas. Así ha sido desde el mismo inicio de nuestras participaciones en citas bajo los cinco aros.
Pero el deportista cubano, por regla general, ha pasado por encima de las adversidades y la nación ocupa el puesto 18 en el listado histórico de citas estivales, en gran medida por el aporte de las disciplinas de combate, entiéndase boxeo, judo, lucha y taekwondo.
Entre esos deportes, Cuba ha logrado el 60.3 {bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de sus preseas, con particular reinado de los pugilistas (32 títulos y 67 metales), aunque desde tatamis y colchones también han llegado múltiples alegrías. Justo en dichos escenarios nuestro país tiene cifradas grandes esperanzas de cara a la inminente cumbre atlética de Río de Janeiro, donde dos campeones de Londres 2012, Mijaín López e Idalis Ortiz, van por repetir sus actuaciones doradas.
Mijaín López (Lucha grecorromana-División 130 kilogramos-Nació el 20 de agosto de 1982-33años-Natural de Pinar del Río) Pronóstico: Oro
Hace cuatro años, previo a los Juegos Olímpicos de Londres, muy pocos dudaban sobre las posibilidades de Mijaín López para coronarse por segunda ocasión como rey indiscutible de la lucha grecorromana. El estelar pinareño, con una espina atravesada luego de perder la corona en el Mundial de Estambul 2011, no defraudó a sus defensores y cumplió los pronósticos dorados.
El panorama actual no difiere mucho de aquellos tiempos, pues el gigante cubano tampoco pudo retener su corona del orbe en Las Vegas 2015, desbancado otra vez en la división superpesada por el turco Riza Kayaalp, de los pocos afortunados con el potencial para desplazar al cubano, casi siempre por ventajas mínimas.
Kayaalp es un luchador monstruoso, en plena madurez deportiva a sus 26 años. Físicamente, tiene tanta fuerza como el cubano, le disputa palmo a palmo los intercambios en el suelo y cuenta con una gran habilidad para defenderse en posiciones de desventaja.
Ya con 33 abriles, Mijaín afronta la recta final de su carrera y lucha día a día por mantener arriba su condición física. Con más de 130 kilogramos de peso y un trabajo muy serio para mejorar en las posiciones defensivas, puede dar un golpe y demostrar que conserva la fuerza para tocar la gloria olímpica por tercera ocasión, emulando al fuera de serie ruso Aleksandr Karelin, considerado el mejor grequista de todos los tiempos.
Mijaín ha sido el deportista del patio más seguro en la última década, y a pesar del escollo que representa Kayaalp, le doy mi voto dorado al pinareño, quien emulará a Ramón Fonst y Teofilo Stevenson como los únicos atletas cubanos que han portado la enseña nacional.
Ismael Borrero (Lucha grecorromana-División 59 kilogramos-Nació el 6 de enero de 1992-23 años-Natural de Santiago de Cuba) Pronóstico: Podio
Un título del orbe no llega de pura casualidad, por eso hay muchas miradas pendientes del luchador cubano Ismael Borrero, quien se coronó en el certamen global de Las Vegas contra todo pronóstico.
Enfrentando un nivel altísimo, el indómito conquistó los colchones a golpe de desbalances, volteos y una línea muy consistente, tanto en el trabajo de pie como en la posición de cuatro puntos.
Por supuesto, el reinado universal no le da garantías de imponerse en Río de Janeiro, donde volverán a la carga con aires de venganza todos los gladiadores que lo escoltaron hace unos meses. Ejemplo clásico el del azerí Rovshan Bayramov, su víctima en la final, quien buscará agenciarse la corona estival después de dos subtítulos y cuatro metales del orbe, incluyendo el oro en Estambul 2011.
Sobresalen en la disputa otros medallistas mundiales y olímpicos como el kazajo Almat Kebispayev, el norcoreano Yun Won-Chol y el iraní Hamid Sourian, ganador de seis coronas universales y monarca bajo los cinco aros en Londres 2012.
La velocidad de los asiáticos y la fuerza de los europeos serán los indicadores a seguir en las escuadras oponentes, pero lo cierto es que la suerte de Borrero, dependerá en gran medida del sorteo y sus emparejamientos. Creo que se ha ganado la confianza y podemos ubicarlo en el podio en un examen con mucho más nivel.
Yowlys Bonne (Lucha libre-División 57 kilogramos-Nació el 2 de noviembre de 1983-32 años-Natural de Guantánamo) Pronóstico: Podio
Fogoso, potente y con un arsenal técnico envidiable, Bonne puede asaltar el podio olímpico sin continúa con su excepcional estado físico y sangre fría sobre el colchón. Sus combates del 2015 estuvieron cargados de emoción y acciones espectaculares, a lo cual debe sumar un poco más de poder resolutivo para agenciarse una presea en Río.
Bonne enfrentará a la crema y nata de una división que reúne mucho poder en Asia con el norcoreano Jong Hak-Jin y el mongol Erdenebatyn Bekhbayar (bronce del orbe en Las Vegas).
Además, sobresalen los finalistas mundiales del 2015, el georgiano Vladimer Khinchegashvili y el iraní Hassan Rahimi, así como el ruso Viktor Lebedev, también bronce en el certamen universal estadounidense. Huesos duros de roer para Yowlys, cuya explosividad debe combinarse obligatoriamente con la precisión para lograr una medalla en Río de Janeiro.
De tres cartas bien sólidas dispone cubano en su aventura por los colchones del Centro Olímpico de Barra de Tijuca, al oeste de Río, donde los exponentes aspiran a mantener la disciplina como la única con record dorado desde Barcelona 1992
No se puede descartar en los pronósticos de preseas a Reinieri Salas (libre-86 kg) y Liván López (libre-74 kg), otros exponentes que por su experiencia y maestría serán presas bien fieras. Ambos poseen sobrado rodaje internacional, poderío físico y arsenal técnico para alcanzar al menos una medalla, como ya lo consiguió Liván en Londres 2012 (bronce). No obstante, su camino al podio será más empedrado dada la calidad existente en sus respectivas divisiones.
Idalis Ortiz (Judo-División +78 kilogramos-Nació el 27 de septiembre de 1989-26 años-Natural de Artemisa) Pronóstico: Oro
Pocas veces he visto en un deportista tanta confianza en la victoria como en Idalis Ortiz, actualmente el rostro del judo cubano con el permiso de Asley González y cualquier otro talento de la disciplina.
La artemiseña sonríe en todas las entrevistas y en los pasillos de las salas de entrenamiento y competencia, conversa con sus rivales, se divierte, pero cuando entra a los tatamis se transforma en un monstruo competitivo con un aura de grandeza indescriptible.
Tanto es así que con 18 años, en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 se convirtió en la medallista más joven en la categoría superpesada, una forma de expresar al mundo sus intenciones de convertirse en la reina del judo en las divisiones superiores, burlando a golpe de velocidad y técnica los inhumanos cuerpos de mujeres con más de 100 kilos que la han desafiado.
Durante más de una década ha pulido cada una de sus fortalezas en la selección nacional, con una ética de trabajo inquebrantable y un carácter jovial que le ha permitido relacionarse y aprender en cada frente. Sobre esa base ha cultivado tanta confianza, la cual considera su principal fortaleza.
Así ha logrado el título olímpico en Londres 2012 y dos coronas mundiales en Río de Janeiro 2013 y Chelyabinsk 2014, además de otras tres medallas de bronce en citas universales y tantos cetros panamericanos podamos imaginar desde el 2008.
En su retorno a la urbe brasileña aspira al oro, cualquier otro resultado probablemente lo asuma con una sonrisa, pero por su mente no pasa ninguna imagen en la cual ella no sea la que se encamara en lo más alto del podio. De lograrlo, sería la primera exponente del judo cubano con dos cetros olímpicos, y quedaría, con tres medallas estivales, a una de igualar el acumulado histórico de la estelar Driulis González (oro, plata y dos bronces desde Barcelona 1992 hasta Atenas 2004).
El camino hasta ese sitio de privilegio supondrá, de seguro, un encuentro ante la china Song Yu, segunda del ranking mundial tras Idalis y actual monarca del orbe. La asiática será quizás su rival de mayor consideración, sin obviar a las japonesas Kanae Yamabe y Megumi Tachimoto, quien ya venció a la cubana en el Mundial de Astana 2015. Pese a estos gigantes retos, Idalis ha demostrado mucho temple a la hora de la verdad, nunca ha defraudado a sus parciales, y reúne las herramientas para enterrarlos a todos con su mejor sonrisa y fugaces proyecciones.
Asley González (Judo-División 90 kilogramos-Nació el 5 de septiembre de 1989-26 años-Natural de Villa Clara) Pronóstico: Podio
Enterrados los fantasmas de sus dolencias en el hombro derecho y la intervención quirúrgica para reparar los daños de dicha lesión, Asley parece en condiciones de volver al estrellato, ese que parecía se le escapaba de las manos tras un fatídico 2014 y buena parte del 2015 con más incógnitas que certezas respecto a su futuro.
Paciencia, trabajo en el ostracismo y muchas horas de fisioterapia lo han devuelto a la máxima competición, aunque todavía con la lógica cautela y medida, tanto del propio atleta como del cuerpo médico, algo reservados tras el calvario que vivió.
Afortunadamente, Asley es un deportista monstruoso, fuerte, esculpido con un cuerpo a la usanza de los dioses, detalle que le ha permitido aguantar el palo físico que supone estar casi un año sin actividad al ritmo del alto rendimiento.
Por supuesto, la ruta del villaclareño tiene un sinfín de obstáculos que complican al extremo su andadura en Río de Janeiro, razón de peso para evaluar con cierta mesura las opciones de título, puesto que muchos le otorgan pensando en su corona mundial de hace tres años.
En primer lugar, nada nos garantiza que Asley sea el mismo de aquella cita universal, aunque no se puede negar que ha crecido mental y psicológicamente. Además, el espectro de los rivales se ha expandido, y no se puede hablar solo del experimentado brasileño Tiago Camilo (34), doble medallista olímpico.
El japonés Mashu Baker (21 años), es líder del ranking mundial, y el sudcoreano Gwak Dong-han (24), ganó la pasada cita del orbe de Astana 2015, donde el cubano perdió con el alemán Aaron Hildebrand, quizás un escollo de menor rango si lo comparamos con el resto de los contendientes.
La dupla de georgianos Beka Gviniashvili (20) y Varlam Liparteliani (27) representa un muro muy difícil de derrumbar, al igual que el húngaro Krisztián Tóth (cuarto del ranking) y el ruso Kirill Denisov (28 años), quien ya sintió en carne propia la furia Asley en Londres 2012.
De los otros siete clasificados del judo, las autoridades cubanas se frotan las manos con pronósticos muy optimistas, sobre todo con Iván Silva (81 kilogramos), José Armenteros (100) y Dayaris Mestre (48) pero prefiero ser más conservador para otorgarles opciones de medallas en Río de Janeiro, en gran medida porque no tienen una buena ubicación en el ranking y desde el mismo inicio afrontarán peleas contra rivales de primer nivel.
A la larga, y sin haber avanzado mucho en el organigrama, chocarán con oponentes de mejor historial, algunos superiores cualitativamente, ante los cuales sería una sorpresa que continuaran en liza por un puesto en el podio. Los Juegos Olímpicos no están exentos de esos llamados eléctricos, pero no creo que el judo cubano destape en Río de Janeiro ningún fenómeno fuera de Idalis y Asley. Que el tiempo nos otorgue la razón, o nos ofrezca una dulce condena.
Rafael Alba (Taekwondo-División +80 kilógramos-Nació el 12 de agosto de 1992-23 años-Natural de Santiago de Cuba) Pronóstico: Oro
Entrenando en un pequeño gimnasio al este de La Habana, sin petos electrónicos, sin muchas visualizaciones de las técnicas contrarias, y prácticamente sin competir en la arena internacional, Alba ya tiene guardadas dos medallas mundiales, incluido el título de Puebla 2013, cuando impresionó al universo gracias a su exquisito despliegue de fuerza y plasticidad.
El santiaguero, por su juventud y proyección, está llamado a convertirse en el rostro del deporte cubano rumbo al venidero ciclo olímpico, teniendo en cuenta que Mijaín López debe afrontar la recta final de su espectacular carrera. Si es potenciado como tal, Alba puede cargar a toda la Isla en sus hombros, pues reúne todas las condiciones para marcar una época en el taekwondo.
Su estatura (2.02 metros), poder y depurada técnica le permiten desarrollar un estilo de pelea muy temido a nivel mundial, sustentado además en las indicaciones tácticas de un grupo de entrenadores estudioso, motivador y creativo. Fuerza en el pateo a la cabeza, veloces movimientos en sus combinaciones de ataque y rápidos repliegues defensivos lo colocan a las puertas de la gloria olímpica.
Frente tendrá a verdaderos monstruos en la división superpesada, algunos jóvenes pero ya consolidados con títulos del orbe (el uzbeco Dmitry Shokin y el azerí Radik Isaev), y otros experimentados que acumulan un sinfín de peleas al más alto nivel, como el gabonés Anthony Obame, el marroquí Sajjad Mardani, el francés M´Bar N´Diaye o el sudcoreano Dong Min Cha, ubicados todos en el Top Ten del ranking universal.
Alba ha dado la cara contra todos ellos, ganando y perdiendo, pero nunca avasallado por palizas en la pizarra. Ahora tiene su oportunidad de tumbar a cada uno como piezas de un castillo de naipes y tocar la cumbre del olimpo, un sueño al alcance de sus posibilidades gracias a su gran potencial y sangre fría en momentos decisivos.
Así, a golpe de espectaculares patadas, ippones y tackles cierra esta entrega de proyecciones rumbo a Río de Janeiro, repleta de pronósticos positivos en deportes que tradicionalmente han sido un estandarte para el movimiento atlético de la Isla, y que ahora están llamados a mantener su historial para, junto al boxeo, catapultar nuevamente a Cuba a la élite olímpica.