Los monarcas exponentes Domadores de Cuba mantuvieron su invicto este viernes en la V Serie Mundial de Boxeo (WSB, por sus siglas en inglés) al imponerse 4-1 a los Guerreros de México, y de paso clasificar de forma oficial para las semifinales del evento.
En la Ciudad Deportiva de nuestra capital, Yosvany Veitía (52 kilogramos), bronce del orbe, se convirtió en el primer pugilista antillano clasificado al torneo multideportivo olímpico de Río de Janeiro al manipular durante 15 minutos los deseos del experimentado azteca Orlando Huitzil.
Invicto en 14 presentaciones desde el debut de la Isla en este certamen durante el 2014, el ahora peso mosca se vende como un exponente engorroso para todos de cara al futuro, y ya puede pensar en samba y morenas preciosas, gracias a unos 25 puntos que lo colocan cerca del Cristo Redentor, uno de sus objetivos como en febrero último declaró a Oncuba.
Sin embargo, todo lo relacionado con Brasil no fue felicidad. El ecuatoriano Carlos Mina, refuerzo de los Guerreros, había manifestado a la agencia de noticias Prensa Latina 24 horas antes de su salida al encerado que Julio César La Cruz (81) no era un rival fácil, que lo respetaba, pero que encima del ring ese respeto no iba a existir.
De acuerdo a la historia, el bicampeón universal antillano era el sobrado favorito al triunfo. Un luchador de nivel, con resultados y amplia trayectoria en estos avatares. Sin embargo, como lo había presagiado, Mina nunca se amilanó y sin tapujos propició la única sonrisa de los visitantes ante un La Cruz infiel a su estilo, fuera de ritmo, lento, desorganizado y que cedió por votación dividida.
Ahora, el camagüeyano posee foja de cinco victorias y un descalabro, por lo que Mina casi dinamitó su clasificación directa para la cita bajo la sombra de los cinco aros en 2016, pues existen rivales que guardan opciones matemáticas de subir en el ranking de una categoría que regala dos pasajes.
Por su parte, el suramericano sigue en pie de lucha para ser considerado el número uno de su país, y por ende, soñar con el programa competitivo de los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá, a efectuarse del 10 al 26 de julio próximo.
Descollantes también fueron las presentaciones de dos pinareños que viven realidades diferentes. Lázaro Álvarez (60) y Roniel Iglesias (69) saldaron sus compromisos sin muchos sobresaltos sobre William Zepeda y Héctor Andrés Reyes, respectivamente.
El primero, para dejar imbatible su marca y dar otro paso en pos de alcanzar una de las dos cuotas de la división, mientras que el segundo, pudo saborear otra vez la miel del éxito, luego de un par de tropiezos con presentaciones bien alejadas de sus reales posibilidades.
Sobre Iglesias, monarca estival en la ciudad de Big Ben en 2012, el cuerpo de entrenadores de los criollos dejó claro que le darán el tiempo necesario para su total recuperación y que no se piensan en más ningún boxeador para el torneo continental en suelo norteño, y mucho menos para las siguientes instancias de la WSB.
El saldo final lo puso el también agramontino Leinier Eunice Peró (más de 91), una de las buenas noticias del pugilismo nacional en este 2015, tras cambios y cambios de hombres. El titular doméstico demostró su valía y fue superior desde todo punto de vista sobre Edgar Ramírez, para dejar su marca en cinco conquistas y una desventaja.
De manera general, el duelo supuso la clasificación oficial de los Domadores a la próxima ronda como virtual ganador del grupo A, a falta de dos desafíos. Ahora, suman puntuación perfecta de 36 unidades, gracias a 12 matches intocables.
El envidiable balance de 53 triunfos y solo siete pérdidas lo expondrán próximamente como visitantes de los Corazones de León de Gran Bretaña (formato C-1) y de locales frente a los Otamans de Ucrania (C-2), con la mente puesta en ratificar su poderío, mantener el perfecto y clasificar a aquellos que hoy sueñan con fotos en las playas Copacabana o Ipanema y reservar un asiento en primera clase un año antes de la lid en el gigante sudamericano.