Corea del Sur propuso este martes un diálogo sobre la posible participación de su vecino del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebrarán en febrero en la ciudad surcorena de Pyeongchang.
En una conferencia de prensa televisada, el ministro de Unificación de Seúl, Cho Myoung-gyon, ofreció al gobierno norcoreano una reunión el 9 de enero en la localidad que comparten en la frontera, Panmunjom, para discutir la cooperación olímpica y cómo mejorar su relación en general.
La rápida respuesta de Corea del Sur a un inusual pronunciamiento de Pyongyang este 1 de enero podría mejorar los lazos entre los dos países, tras un año de tensión nuclear que avivó el miedo a una guerra en la península que comparten.
En su esperado discurso de Año Nuevo, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, dijo el lunes que estaría dispuesto a enviar una delegación al evento olímpico, aunque también repitió sus amenazas nucleares contra los Estados Unidos. Analistas dicen que Kim podría estar intentando abrir una brecha entre Seúl y su aliado Washington como una vía para aliviar su aislamiento y las sanciones internacionales.
La apertura de Kim fue una buena noticia para el gobierno del presidente surcoreano Moon Jae-in, quien está a favor del diálogo para aliviar las amenazas nucleares de Pyongyang y quiere utilizar los Juegos Olímpicos para mejorar las relaciones entre las Coreas.
Este martes, Moon habló sobre la respuesta positiva de Kim a ofrecimientos previos de Seúl para dialogar y ordenó estudiar posibles vías para restaurar las conversaciones con Pyongyang y conseguir su participación en los Juegos de Invierno.
Las autoridades norcoreanas no reaccionaron de inmediato. Pero si llegase a celebrarse la reunión, sería la primera vez que las dos naciones se sienten oficialmente a la mesa de conversaciones desde diciembre de 2015.
Una historia de tensiones olímpicas
La disposición al diálogo mostrada por los líderes de las dos Coreas abre una puerta a la participación de un equipo norcoreano en Pyeongchang y resulta un nuevo capítulo en la historia olímpica de los dos países.
Desde los boicots que decretó a los Juegos de Los Ángeles 1984 y Seúl 1988 hasta el desfile conjunto con la delegación surcoreana en la inauguración de Sydney 2000 y Turín 2006, Pyongyang ha tenido una participación irregular en las citas deportivas a lo largo de los años.
Corea del Norte comenzó a participar en los Juegos Olímpicos precisamente en una edición invernal, la de Innsbruck (Austria) en 1964, donde se llevó una medalla de plata en patinaje de velocidad.
No estuvo en la de 1968 en Grenoble (Francia) y volvió en la de 1972 en Sapporo (Japón). Ese mismo año debutó en Juegos Olímpicos de verano en los celebrados en Múnich (Alemania), una competencia donde ha obtenido varias medallas.
En 1976 no acudió a Innsbruck, pero sí a Montreal (Canadá), y en 1980 faltó a los de invierno en Lake Placid (EE.UU.) pero estuvo en los de verano de Moscú (URSS).
Cuatro años después participó en Sarajevo’84 (Yugoslavia) pero secundó sin dudar el boicot del bloque soviético a Los Ángeles’84 (EE.UU.). Fue la respuesta al veto estadounidense a los Juegos de Moscú.
Tras Calgary’88 (Canadá), en los que Corea del Norte sí compareció, los Juegos de Seúl’88 se presentaron como una oportunidad única de unir a las dos Coreas en torno a un mismo objetivo.
El Norte se ofreció a coorganizar algunas pruebas de tiro con arco, tenis de mesa, voleibol, ciclismo y fútbol, que se disputarían por encima del paralelo 38, lo que no fue admitido por el Comité Olímpico Internacional (COI).
Pyongyang llamó a los países del Este de Europa a boicotear los Juegos si no le permitían participar en los preparativos, pero ninguno secundó su propuesta. Solo Cuba se ausentó por solidaridad con Corea del Norte.
Las conversaciones para que el equipo norcoreano participase y desfilase de forma conjunta con Corea del Sur en la inauguración y la clausura se mantuvieron hasta el último momento, pero no fructificaron. Ni desfile ni participación.
En 1992 Corea del Norte regresó a la familia olímpica con su asistencia a Albertville (Francia), donde logró una medalla de bronce en patinaje en pista corta, y a los Juegos de verano en Barcelona.
La gran noticia llegó en Sydney 2000 (Australia), cuando desfiló por primera vez con Corea del Sur, ambos países tras la bandera de la península de Corea. El acuerdo histórico se repitió en Atenas 2004 (Grecia) y, para los Juegos de invierno por primera vez en Turín 2006 (Italia).
El equipo norcoreano no logró la clasificación para los Juegos de Invierno de Lillehammer 1994 (Noruega), Salt Lake City 2002 (EE.UU.) ni Sochi 2014 (Rusia), aunque sí para los de Nagano 1998 (Japón), Turín 2006 y Vancouver 2010 (Canadá), solo con dos atletas.
La última participación olímpica norcoreana hasta la fecha fue en los Juegos de verano de Río 2016, donde logró dos títulos, 3 platas y dos bronces, para mantener la estela dorada de Beijing 2008 (2-1-3) y Londres 2012 (4-0-2).
Ahora, ante los Juegos de PyeongChang 2018, los patinadores artísticos Ryom Tae-ok y Kim Ju-ik son los dos únicos norcoreanos que han logrado la clasificación. Su país se saltó el plazo de inscripción y ahora dependen de una invitación del Comité Olímpico Internacional (COI).
El respaldo de Seúl pudiera ayudar en este propósito.
Las dos Coreas han vivido en los últimos meses un clima de alta tensión, después de que el Norte llevase a cabo el pasado año el lanzamiento de una veintena de misiles, incluidos tres intercontinentales, y realizase su sexta y más potente prueba nuclear hasta la fecha.
AP / EFE / OnCuba