El Barça se clasificó este domingo en Valencia para la final de la Liga Endesa al ganar (98-84) a la revelación del campeonato, el San Pablo Burgos del cubano Jasiel Rivero, que poco pudo hacer contra el enorme rendimiento de las filas catalanas en la segunda parte.
Los de Svetislav Pesic dominaron el partido a sus anchas, con Nikola Mirotic (18 puntos) y Thomas Heurtel (14 puntos, 11 asistencias, 20 valoración) en rol decisivo, sobre todo en los trances más complejos.
Los burgaleses llegaron hasta donde pudieron siendo solo mejores que su rival en los últimos cinco minutos del segundo cuarto, cuando desactivaron a los azulgranas con una zona y lograron que el partido llegara al descanso igualado (43-41).
Pero a partir del tercer cuarto el Barcelona impuso su superioridad y abrió el marcador con parciales de 29-17 y 26-26, brecha de la que no se pudo recuperar el plantel del cubano Jasiel Rivero.
El pívot antillano estuvo 32 minutos en cancha y consiguió ocho puntos y seis rebotes, aunque no logró descollar como en las jornadas anteriores, en las que el San Pablo selló su histórica clasificación a semifinales.
No obstante, la labor de Rivero es digna de destacar. Comenzó la temporada sin un puesto seguro dentro de su equipo, pero fue ganando galones y se encumbró como una de las piezas fundamentales del Burgos.
La presencia de Jasiel en semifinales constituye una nota histórica para el baloncesto cubano, que por segundo año consecutivo incluye al menos un jugador en las instancias decisivas de la segunda Liga más importante del mundo tras la NBA.
El pasado curso Javier Justiz, del Cassademont, también avanzó a semis, donde coincidentemente cayó frente al Barcelona.
Con 26 años, Rivero es el hombre de moda en el baloncesto cubano. Brillante y con una proyección acelerada en España, el pívot capitalino no ceja en el empeño de superarse y crecer en el universo de las canastas, ahora que ya se ha asentado en circuitos profesionales.
Pero el camino hasta aquí no ha sido color de rosas, en primer orden porque los jugadores cubanos prácticamente habían perdido la incidencia en el escenario internacional, y en segundo por las lesiones que han afectado a Jasiel en su trayectoria.
“Ningún deportista desea lesionarse, y yo no se lo deseo a nadie, es lo peor que puede pasarte en tu carrera. Los que más saben del deporte dicen que esos son baches que te hacen más fuerte. Yo cuando me lesioné me sentí más débil que nunca, pero salí con mentalidad de asesino, con más energía. Me favoreció porque ahora me siento más fuerte”, repasó Rivero hace dos meses en entrevista con Deporcuba.
En aquel diálogo, aseguró que los jugadores cubanos quieren que la Isla regrese a planos estelares, a dominar el área caribeña.
“Queremos que la gente nos vea y se asusten. Faltaría que nos demos cuenta de todos los conocimientos que hemos adquirido. Tenemos que unirnos más, buscar una sola idea, compenetrarnos los de afuera con los de dentro. Por ejemplo, en los últimos partidos nos reunimos tres días antes de la competencia y todo nos sorprendió. Si logramos cambiar eso podemos discutir en todos los torneos.”
Con información de EFE