De vuelta ya al inicio de su travesía, el equipo de diez kayacistas estadounidenses que cruzó el pasado tres de septiembre el estrecho de la Florida hacia las costas cubanas en busca de aventuras y convenios deportivos, llegará en la tarde de este sábado a Wey Kest, venciendo en alrededor de 30 horas el desafío de las 113 millas.
Así, una vez cumplido el itinerario de esta expedición promovida por Davis Smith y su Empresa Cotopaxi —dedicada a la venta de artículos de deportes al aire libre— salieron en la mañana de este viernes de la Marina Hemingway de La Habana escoltados por el Equipo Cubano de Canotaje, los cinco botes estadounidenses conducidos por atletas como el medallista de oro en slalom de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, Joe Jacobi, y el kayacista ciego Peter Crowley, de 56 años de edad.
Según expresó el propio Davis Smith en conferencia de prensa realizada el pasado jueves en el Club Náutico Internacional Hemingway de Cuba (CNIHC), el propósito de esta travesía bautizada como Habana-Key West Challenge, ha sido incluir al deporte en el camino del acercamiento y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
“Más allá de realizar algún tipo de proeza atlética, nuestra mayor motivación era buscar una manera de conectar con la gente, con el pueblo cubano, sobre todo ahora que nuestros países están comenzando a tener relaciones normales; sentimos que esta era la oportunidad perfecta porque las cosas están cambiando muy rápidamente y queremos ser una parte de este cambio”, declaró Smith a la Agencia Reuters.
De acuerdo con esos propósitos, estos intercambios entre Cotopaxi y el Club Náutico de La Habana derivaron en un acuerdo de amistad y colaboración que busca promover la práctica del kayak recreativo o competitivo y la realización de eventos conjuntos, firmado por Davis Smith y Joe Jacobi, por el lado estadounidense, así como por el Comodoro José Miguel Díaz Escrich, presidente del CNIHC y Alejandro Hanzel Ruiz, presidente de la Federación Cubana de Piragüismo, por la parte cubana.
En ese sentido, según publicó Davis Smith en su cuenta en Twitter, el mensaje del Comodoro cubano ha sido claro e inspirador: “Cuando usted se sienta cansado por la noche, cuando se siente débil recuerde que esto es más grande que un evento deportivo. Este es un mensaje a los gobiernos de Cuba y Estados Unidos. Sin lugar a dudas, este cruce es un punto de partida en la amistad entre estos dos pueblos”.
Asimismo, el titular olímpico Joe Jacobi expresó durante las reuniones que “después de estar juntos en Cuba durante una semana, está muy claro que estamos plantando nuevas semillas que enriquecerán la relación entre Estados Unidos y Cuba en maneras que ni siquiera podemos imaginar”, según lo recogió la Agencia Reuters.
Si bien esta travesía a Cuba ha sido solo el punto de partida de este grupo que pretende realizar una travesía internacional cada año como forma de mover a la gente a hacer el bien e inspirar a la aventura, el equipo de Cotopaxi ha logrado en este desafío inaugural todos los objetivos expuestos en su blog Challenge 113: “lograr reuniones y acuerdos con los empresarios cubanos, bucear la Bahía de Cochinos y mostrar las maravillas de Cuba, acampando en la zona rural donde se siembra el tabaco y disfrutando de las nostalgias de Trinidad”.
Así, durante estos 7 días los kayacistas estadounidenses recorrieron La Habana compartiendo en Instagram sus imágenes de viejos Chevys del 52, asombrados de las adaptaciones e injertos en los autos cubanos; viajaron al oeste de la Isla en busca de las montañas de Viñales y los cultivos de tabaco, y finalmente desandaron cada callejón adoquinado de esa antiquísima villa que se conserva detenida en el tiempo… de modo que solo resta que atraquen en unas horas los botes en Key West, para que las 113 millas no sean más un desafío.
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