Wilfredo León está cada vez más cerca de cumplir el sueño de ser campeón olímpico. El voleibolista cubano, que representa a Polonia desde hace cinco años, ya puso los dos pies en la final de París 2024, donde tendrá su revancha contra Francia en la discusión de la corona bajo los cinco aros.
Hace tres veranos, en Tokio, precisamente el conjunto galo eliminó a los polacos en un partido electrizante de cuartos de final, definido en cinco sets con remontada incluida de los ganadores. León firmó 29 puntos y lideró a su equipo junto a Bartosz Kurek (26), pero no pudo impedir la derrota frente al despliegue de Jean Patry (21), Earvin Ngapeth (17), Trévor Clevenot (16) y Nicolas le Goff (11).
Podría decirse que Francia se ha transformado en una bestia negra para Polonia en partidos decisivos durante los últimos tiempos. Además de aquel zarpazo en la capital nipona, hace solo unos meses también los privaron de avanzar a la final de la Liga de Naciones que León jugó como local en Łódź.
Otra vez en cinco sets, los galos silenciaron el Atlas Arena y siguieron su camino para conquistar su segunda corona en el evento. El santiaguero, contrario a Tokio, estuvo poco tiempo en cancha y solo anotó tres puntos.
Pasados esos tragos amargos, ahora los polacos tienen en sus manos la venganza perfecta: derrotar a Francia en París discutiendo el título de los Juegos Olímpicos. No hay mejor escenario para consumar la vendetta y León lo sabe, a juzgar por lo enchufado que se le ha visto, cumpliendo al pie de la letra con el rol de líder y estrella que todos esperan de él.
El cubano-polaco es el máximo anotador (94) del torneo olímpico con tres encuentros de más de 20 cartones, y también comanda el servicio con 13 aces fruto de cuatro duelos con al menos dos puntos desde la línea de saque. Por otra parte, marcha segundo en ataque (74), solo por detrás del puntero esloveno Tonček Štern.
Su rendimiento tuvo un punto cumbre en semifinales, instancia en la que marcó 26 unidades contra Estados Unidos. León fue pieza clave en la remontada de su escuadra, que estaba debajo 1-2 y logró ganar los dos últimos parciales para imponerse 3-2 (25-23, 25-27, 14-25, 25-23 y 15-13).
Cuando Polonia perdía 13-12 en el cuarto set, León empató con un ace, y más tarde en esa manga rompió la igualdad a 21 con un bloqueo. Ya en el tie-break, el indómito de 31 años marcó tres de los últimos cuatro puntos de su equipo para cerrar una victoria 15-13, incluido el tanto definitivo con un ataque contra el bloqueo estadounidense. Además, fue un constante dolor de cabeza con su servicio, que llegó a una velocidad tope de 134 kilómetros por hora.
“Me van a escuchar rugir”, escribió el cubano en sus redes sociales justo después del triunfo contra los norteños, un claro aviso para los franceses, que han transitado por la lid parisina con cuatro éxitos y un solitario fracaso frente a Eslovenia en la fase de grupos. Los galos han superado a Serbia (3-2), Canadá (3-0), Alemania (3-2) e Italia (3-0), estos dos últimos en partidos de vida o muerte.
Polonia, por su parte, perdió 1-3 con los italianos en la primera ronda, pero el resto de sus presentaciones las han saldado con éxitos contra Egipto (3-0), Brasil (3-2), Eslovenia (3-1) y Estados Unidos (3-2).
Wilfredo León se ha colocado a un solo un paso de convertirse en el primer voleibolista cubano con un título en Juegos Olímpicos. Antes quedó muy cerca el también santiaguero Osmany Juantorena, quien conquistó la plata con Italia en Río 2016.
Melissa Vargas va por bronce con Turquía
La cienfueguera Melissa Vargas eslabonó su quinto partido consecutivo con dobles dígitos en los Juegos Olímpicos de París, pero no pudo impedir la derrota 0-3 de Turquía frente a Italia en las semifinales del torneo.
La antillana, que desde el pasado año brilla con las Sultanas de la red, marcó 17 unidades en ataque ante las transalpinas, que contaron con el tremendo aporte de Paola Egonu (24 cartones) y Myriam Sylla (12).
Nuevamente la ofensiva de Turquía se recargó sobre Vargas, quien acumuló 43 oportunidades de remate, mientras ninguna de sus compañeras llegaba a 15. Este fue un factor clave en la derrota de las otomanas, que tuvieron muchas dificultades para superar a las italianas en la net (11 bloqueos) y para controlar su servicio (cinco aces).
El otro punto diferencial en este partido fue la superioridad de Egonu sobre Melissa, duelo entre dos de las mejores jugadoras del mundo en la actualidad. La nacida en Citadella, hija de padres nigerianos, tuvo un apabullante 48.8 % de efectividad en ataque y también sumó un bloqueo y dos puntos desde la línea de servicio, con balas que se acercaron a los 100 kilómetros por hora.
Tras la derrota, Melissa Vargas y Turquía lucharán por subir al podio en el choque por el bronce frente a Brasil, que perdió 2-3 un enfrentamiento de rompecorazones contra Estados Unidos. En ese partido, la antillana tendrá la posibilidad de seguir ampliando su récord anotador en el torneo olímpico, el cual lidera ampliamente.
La sureña ha marcado 133 puntos en cinco juegos, dos de ellos superando la barrera de los 30 cartones y otro con 42. Además, suma cinco aces y se ubica también entre las punteras de ese departamento.
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