Luego de irse sin medallas por primera vez en la historia de los campeonatos mundiales de atletismo, la escuadra cubana de campo y pista afronta la progresiva vuelta a casa con caras largas. Al pésimo resultado en la lid de Eugene, Estados Unidos, hay que sumar ahora la baja de la mejor exponente que permanecía vinculada al plantel nacional: la discóbola Yaimé Pérez.
La noticia corrió como pólvora poco después del mediodía de este martes 26 de julio cuando el periodista Leonardo Ruiz (Play Off Magazine) informara sobre el suceso en su perfil de Twitter. Más tarde, OnCuba conversó directamente con dos miembros de la delegación cubana al mundial, quienes confirmaron la baja de Yaimé y del fisioterapeuta Carlos González Morales.
Titular del orbe en Doha 2019 y bronce olímpico en Tokio 2020, Yaimé fue séptima en el certamen global de Oregón, donde no pudo pasar de 63.07 metros en la final del lanzamiento del disco. En la clasificatoria, la santiaguera había llegado hasta los 65.32 m, la mejor marca de una temporada con muy pocas competencias de máximo nivel para ella.
La abanderada cubana en Tokio junto a Mijaín López solo se presentó en torneos domésticos sin condiciones ideales para la práctica del disco, en dos lides en España (Campeonato Iberoamericano y Liga de Clubes) y en una competencia en Francia. En ninguno de esos certámenes coincidió, por ejemplo, con la estadounidense Valerie Allman o la croata Sandra Perkovic, las principales exponentes de la disciplina. Tampoco tuvo la oportunidad de concursar en la Liga de Diamante.
La baja de Yaimé abre otro enorme agujero en la selección nacional de atletismo, que en el último año ha perdido a varias figuras relevantes como Jordan Díaz, Andy Díaz, Yoandy Lescay, Yarisley Silva, Reynier Mena, Christian Nápoles, Leonel Suárez y Juan Miguel Echevarría.
De todos ellos, algunos han conseguido resultados muy relevantes en certámenes europeos. Jordan, por ejemplo, exhibe el segundo mejor registro de la temporada (17.87 metros) en el triple luego de nacionalizarse español, mientras Andy Díaz, quien compite bajo el amparo de un club italiano, es dueño de la tercera mejor marca del año (17.65).
Con dichos brincos, estos dos jóvenes triplistas hubieran escalado al podio en el reciente Mundial de Oregón, solo superados por el también cubano (nacionalizado portugués) Pedro Pablo Pichardo, quien dominó la prueba con un imponente 17.95.
Reynier Mena, por su parte, compite en un club portugués y hace menos de un mes detuvo los cronómetros en 19.63 segundos en los 200 metros. Con esta marca hubiera ganado la presea de plata en el Mundial, por delante de Kenny Bednarek (19.77) y Erriyon Knighton (19.80), segundo y tercero en Oregón, respectivamente.
Soy profesor de matemàtica dr licenciado en busca de empleo