Cuando de figuras encumbradas del atletismo cubano se habla, hay que reservarle un espacio a Yarisley Silva, quien a fuerza de empeño y sacrificios ha labrado un camino entre las mejores del salto con pértiga a nivel internacional, una modalidad que nunca tuvo mucho desarrollo en la nación antillana.
Comenzó desde muy joven, primero en eventos combinados; se destacó por su velocidad. A los 13 años llegó al salto con pértiga de la mano del profesor Nilo, en su natal Pinar del Río; en esa modalidad obtuvo un oro y una plata en dos participaciones en los Juegos Escolares nacionales. En 2002, con 15 años, llega a la preselección nacional, donde la reciben los entrenadores Ángel García y Alexander Navas, este último su actual preparador.
En 2013, la jovencita, de 26 años, consiguió tres de los mejores saltos de la temporada (4.90; 4.85 y 4.82 metros). Ninguna otra atleta, garrocha en mano, superó en 15 ocasiones la barrera de los 4.70 metros; mucho menos volar siete veces sobre los 4.80; y asentar seis récords nacionales y otros tantos para Centroamérica y el Caribe. Esas marcas la ubicaron entre las tres mejores saltadoras con pértiga de todos los tiempos, solo superada por la rusa Yelena Isinbayeva (5.06) y la estadounidense Jennifer Suhr (4.92).
En 2014 esta atractiva morena tiene entre sus retos buscar una medalla en el Campeonato Mundial de Atletismo bajo techo de Sopot, Polonia, a disputarse en los primeros días de marzo; asistir a las seis paradas de la Liga de Diamante y agenciarse el título centroamericano y caribeño en Veracruz, México, en noviembre. Y espera sobrepasar su actual récord personal (4.90) “y de ser posible lograr el sueño de toda pertiguista que es superar los cinco metros”.
Por: Dúber Piñeiro
Ilustraciones: Fidel Alonso