El pasado 31 de enero de 2020, el Reino Unido salió de la Unión Europea. Perdimos un miembro de nuestra familia. Fue un momento triste para nosotros, para los ciudadanos europeos –y también para muchos ciudadanos británicos.
No obstante, siempre hemos respetado la decisión soberana del 52 por ciento del electorado británico, y ahora esperamos iniciar un nuevo capítulo en nuestras relaciones.
Dejando las emociones de lado, el 1 de febrero resultó ser un día histórico, pero también poco dramático. Esto se debe en gran parte al Acuerdo de Retirada que negociamos con el Reino Unido, que nos permitió asegurar un “Brexit ordenado”. Un acuerdo que –al menos por ahora– minimiza el impacto para nuestros ciudadanos, empresas, administraciones públicas – así como para nuestros socios internacionales.
En virtud de este acuerdo, la UE y el Reino Unido acordaron un período de transición, al menos hasta finales de 2020, durante el cual el Reino Unido continuará participando en la Unión Aduanera y el Mercado Único de la UE, y se aplicará la legislación de la UE, aunque ya no sea un Estado miembro. Durante este período, el Reino Unido también seguirá cumpliendo los acuerdos internacionales de la UE, tal como hemos aclarado mediante una nota verbal a nuestros socios internacionales.
Así pues, con el período de transición en vigor, hay un cierto grado de continuidad. Esto no fue fácil dada la magnitud de la tarea. Al salir de la Unión, el Reino Unido abandona de manera automática, mecánica y legal cientos de acuerdos internacionales celebrados por la Unión o en su nombre, en beneficio de sus Estados miembros, sobre temas tan diferentes como el comercio, la aviación, la pesca o la cooperación nuclear civil.
Ahora tenemos que construir una nueva asociación entre la UE y el Reino Unido. Ese trabajo comenzará en unas semanas, tan pronto como los 27 hayan aprobado el mandato de negociación propuesto por la Comisión Europea, en el que se establecen nuestros términos y ambiciones para lograr la asociación más estrecha posible con un país que seguirá siendo nuestro aliado, nuestro socio y nuestro amigo.
La UE y el Reino Unido están unidos por la historia, geografía, cultura, valores y principios compartidos y una firme creencia en el multilateralismo basado en reglas.
Nuestra futura asociación reflejará estos vínculos y principios comunes. Queremos ir más allá del comercio y seguir trabajando juntos en materia de seguridad y defensa, ámbitos en los que el Reino Unido tiene experiencia y activos que se aprovechan al máximo como parte de un esfuerzo común. En un mundo de grandes desafíos y cambios, de agitación y transición, debemos consultarnos mutuamente y cooperar, tanto a nivel bilateral como en los principales foros regionales y globales como las Naciones Unidas, la Organización Mundial del Comercio, la OTAN o el G20.
Tal vez sea un cliché pero la verdad es que los desafíos globales actuales –desde el cambio climático hasta los delitos cibernéticos, el terrorismo o la desigualdad– requieren respuestas colectivas. Cuanto más pueda el Reino Unido aunar esfuerzos con la UE, y con socios alrededor del mundo, mayores serán nuestras posibilidades de hacer frente a estos desafíos de manera eficaz.
En el centro del proyecto de la UE está la idea de que juntos somos más fuertes; que sumar nuestros recursos e iniciativas es la mejor manera de lograr objetivos comunes. El Brexit no cambia esto, y seguiremos llevando adelante este proyecto siendo 27.
Juntos, los 27 Estados miembros seguimos formando un mercado único de 450 millones de ciudadanos y más de 20 millones de empresas.
Juntos seguimos siendo el bloque comercial más grande del mundo.
Juntos, los 27, seguimos siendo el mayor donante de ayuda al desarrollo del mundo.
Nuestros socios pueden estar seguros de que nos mantendremos fieles a una agenda ambiciosa y orientada hacia el exterior – ya sea en materia de comercio e inversión, de acción climática y digital, de conectividad, de seguridad y lucha contra el terrorismo, de derechos humanos y democracia, o de defensa y política exterior.
Seguiremos cumpliendo nuestros compromisos. Seguiremos cumpliendo los acuerdos que nos vinculan con nuestros socios internacionales como es el caso del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre Cuba y la Unión Europea y sus Estados miembros, y seguiremos desarrollando marcos de cooperación multilateral en todo el mundo.
La Unión Europea seguirá siendo un socio de fiar. Un firme defensor del multilateralismo basado en reglas que trabajará con sus socios para hacer del mundo un lugar más seguro y justo.
*Este artículo apareció originalmente con el título: “Brexit: ¿Qué significa para la Unión Europea y nuestros socios?“. Se reproduce con la autorización expresa de sus editores.