Un alto funcionario de seguridad electoral federal designado por Donald Trump ha criticado las afirmaciones festinadas del presidente sobre fraude, calificándolas de “desconcertantes”, “ridículas” e “insultantes”.
Benjamin Hovland, director de la Comisión de Asistencia Electoral que, en parte, prueba y certifica las máquinas de votación, fue nominado por el presidente el año pasado y confirmado por unanimidad por el Senado. Trabaja en colaboración con otras agencias federales que supervisan las elecciones, como la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad.
“Como mínimo, son un insulto para los profesionales que dirigen nuestras elecciones y, con suerte, eso es lo peor”, le dijo Hovland a MIT Technology Review. “Nuestra gente está haciendo su trabajo, pero no se siente segura haciéndolo. Es una tragedia. Horrible. Se trata de servidores públicos. No es un trabajo que se hace para la gloria o para enriquecerse”.
Ayer jueves el Departamento de Seguridad Nacional, junto con un grupo de funcionarios electorales nacionales, estatales y privados, dijeron en una declaración conjunta que no hay evidencia de que ningún sistema de votación se haya visto comprometido en las elecciones de 2020, a pesar de la andanada de conspiraciones y fraudes generada por Trump. Las elecciones de 2020, enfatizaron, son “las más seguras en la historia de Estados Unidos”.
“La elección del 3 de noviembre fue la más segura en la historia de Estados Unidos. En este momento, en todo el país, los funcionarios electorales están revisando y revisando todo el proceso electoral antes de finalizar el resultado”, dijo el comunicado.
Hovland también calificó de “bastante desconcertante” la afirmación de Trump de que millones de votos fueron eliminados.
“Solo desearía que afirmaciones como esa estuvieran respaldadas por algo creíble. Creo que ese tipo de declaraciones […] hacen que los estadounidenses pierdan la confianza en el proceso”, dijo.
El proceso legal que se está llevando a cabo es muy diferente al descrito por el presidente y sus asistentes, agregó.
“Vemos declaraciones audaces en Twitter o en el podio y vemos rumores y vemos pruebas ridículas presentadas en los tribunales”, dijo Hovland.
“Simplemente, no hay una correlación entre ambas”, concluyó.