Michelle Obama cerró la lista de oradores durante la primera noche de la Convención Nacional Demócrata, evento atípico celebrado a distancia por la pandemia de coronavirus.
La exprimera dama presentó un pliego de críticas a los cuatro años de mandato de Trump, empezando por el apoyo que recibe el presidente de los supremacistas blancos, sus políticas de inmigración y la manera como ha manejado las protestas sobre la injusticia racial y social en Estados Unidos.
En el evento de 2016, dijo: “Cuando ellos bajan, nosotros subimos”, expresión que a menudo las personas repiten más allá de las elecciones. Ahora reflexionó: “Durante los últimos cuatro años, mucha gente me ha preguntado: “Cuando otros están yendo tan bajo, ¿realmente funciona ir alto?”. Mi respuesta: subir es lo único que funciona, porque cuando bajamos, cuando usamos esas mismas tácticas de degradar y deshumanizar a los demás, nos convertimos en parte del ruido desagradable que ahoga todo lo demás. Nos degradamos”.
“Pero seamos claros: ir alto no significa sonreír y decir cosas agradables cuando se enfrenta a la crueldad […]. Ir alto significa tomar el camino más difícil. Significa raspar y arañar nuestro camino hacia la cima de la montaña. Ir alto significa estar de pie contra el odio mientras recordamos que somos una nación bajo Dios, y si queremos sobrevivir, tenemos que encontrar una manera de vivir juntos y de trabajar juntos a través de nuestras diferencias”, agregó.
Criticó a Donald Trump sin ambages diciendo que era “el presidente equivocado para Estados Unidos”. La Casa Blanca, subrayó, no está proporcionando firmeza, y en cambio está generando “caos, división y una falta total y absoluta de empatía”.
“Entonces, permítanme ser lo más honesta y clara posible. Donald Trump es el presidente equivocado para nuestro país”, dijo. “Ha tenido tiempo más que suficiente para demostrar que puede hacer el trabajo, pero está claro que está por encima de su cabeza. No puede afrontar este momento. Simplemente, no puede ser quien necesitamos que sea para nosotros. Es lo que es”.
“Como he dicho antes, ser presidente no cambia quién eres; revela quién eres. Bueno, una elección presidencial también puede revelar quiénes somos”, dijo. “Y hace cuatro años, demasiada gente decidió creer que sus votos no importaban. Quizás estaban hartos. Tal vez pensaron que el resultado no estaría cerca. Quizás las barreras parecían demasiado altas. Cualquiera sea la razón, al final esas elecciones enviaron a alguien a la Oficina Oval que perdió el voto popular nacional por casi tres millones de votos”.