El equipo de abogados del presidente Donald Trump sufrió otro revés después de que una corte federal de apelaciones en Filadelfia rechazara categóricamente su más reciente intento para impugnar los resultados electorales en ese estado.
Anunciaron que apelarían la decisión ante la Corte Suprema, a pesar de la determinación de los jueces de que “las acusaciones del equipo de campaña carecen de mérito”.
“Las elecciones libres y limpias son el alma de nuestra democracia. Las acusaciones de injusticia son graves. Pero llamar injusta a una elección no hace que sea así. Las acusaciones precisan imputaciones específicas y después pruebas. Aquí no tenemos ninguna de las dos”, escribió el juez Stephanos Bibas, del 3er. Circuito en nombre del panel de tres jueces, todos nombrados por presidentes republicanos.
El caso fue expuesto la semana pasada ante una corte de menor instancia por el abogado de Trump, Rudy Giuliani, quien insistió durante cinco horas de argumentos orales que la elección presidencial de 2020 estuvo afectada por un fraude generalizado en Pensilvania. Sin embargo, Giuliani no presentó ninguna prueba concreta de sus dichos ante la corte.
El juez federal Batthew Brann había dicho que la denuncia del equipo de campaña estaba llena de errores, “como el monstruo de Frankenstein, la armaron de cualquier modo”, y le negó a Giuliani el derecho de enmendarla por segunda ocasión.
La Corte de Apelaciones del 3er. Circuito calificó de “fútil” cualquier revisión. El juez presidente D. Brooks Smith y el juez Michael Chagares estuvieron en el panel con Bibas, exprofesor de derecho de la Universidad de Pensilvania. La hermana de Trump, la jueza Maryanne Trump Barry, estuvo en la corte durante 20 años y se retiró en 2019.
“Son los votantes, no los abogados, los que eligen al presidente. Son las boletas, no los escritos, los que deciden las elecciones”, afirmó Bibas al dar su opinión, en la que también rechazó la solicitud de la campaña de que se le impida al estado certificar los resultados, exigencia que dijo era “asombrosa”.
De hecho, las autoridades de Pensilvania anunciaron el martes que habían certificado su conteo de votos a favor del presidente electo Joe Biden, quien derrotó a Trump por más de 80.000 sufragios en el estado. A nivel nacional, Biden y su compañera de fórmula Kamala Harris obtuvieron casi 80 millones de votos, un récord en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Trump ha dicho que espera que la Corte Suprema intervenga en la contienda, como sucedió en 2000, cuando su decisión de parar el recuento en Florida redundó en la victoria del republicano George W. Bush. El 5 de noviembre, cuando aún continuaba el escrutinio, Trump tuiteó: “¡La Corte Suprema de Estados Unidos debe decidir!”.
Desde entonces, Trump y sus colaboradores han señalado que los comicios estuvieron llenos de irregularidades y presentaron numerosas demandas en un intento de bloquear los resultados en seis estados cruciales.
Pero han encontrado poca receptividad entre los jueces. Casi todos han desechado sus quejas sobre la seguridad de las boletas enviadas por correo que millones de personas utilizaron para votar desde sus casas en plena pandemia de la COVID-19.
Associated Press/OnCuba.