El artista cubano Ramsés Morales Izquierdo ganó el pasado mes de febrero el premio del World Press Cartoon, uno de los más notorios certámenes de humor gráfico en el mundo. Morales desarrolló su carrera en la isla en diversos medios de prensa y comunicación y en 2015 decidió mudar su cuartel general hacia Suiza. Desde ese país europeo ha seguido dándole vida a sus personajes y a sus historias que desde su “raíz cubana“ mantienen un cariz muy universal.
¿Recuerdas tus primeros años en el humor gráfico?
Me inicié en el humor gráfico seriamente en el año 1998. En ese tiempo pensaba en formatos, vías de expresión. Me replanteé mi vida desde este punto de vista. Todo lo que había hecho antes era como un ensayo o una preparación para lo que deseaba ser. Por aquel entonces había comenzado a publicar en el suplemento humorístico de Cienfuegos «La Picua». Un grupo de amigos y yo habíamos formado un grupo que se llamaba «Potaje Gráfico». Eramos tan jóvenes e ingenuos que a veces me da compasión. Ese puede llamarse mi nacimiento como dibujante de prensa.
¿Cómo definirías tu trabajo en Sancti Spíritus y en La Habana? ¿Tuviste todas las condiciones para sentirte realizado?
Mi trabajo en Sancti Spíritus duró solamente un año y apenas pude tomarle el pulso, por eso no puedo decir que fue decisivo. En 1996 yo era un inexperto graduado de la Academia de Artes de Trinidad y me había lanzado a diseñar el periódico del Órgano del Partido de esa provincia. Recuerdo de esa etapa que publiqué uno o dos dibujos muy sencillos. En La Habana comencé primero con mi participación en La Bienal de San Antonio de los Baños. Luego vino el contacto con los periódicos nacionales, Juventud Rebelde y su Dedeté, Palante, en fin que de vez en cuando y muy de vez en cuando publicaba algo de humor blanco, que era lo que se me aceptaba en esos medios. No mucho, así que tampoco hay mucho que decir de esos primeros años. Lo único que puedo decir es que hice lo que pude con lo que tenía, que no era mucho tampoco.
¿Cómo recuerdas aquellos tiempos para el humor gráfico en Cuba?
Todo era muy controlado. Era la línea que se trazaba desde «arriba» o sea que ya estaba todo pensado. Para uno que comenzaba existían las opciones de las bienales y los concursos, esos en los cuales un dibujo técnicamente bien realizado y con un mensaje más universal, como la guerra, o el agua, o el medio ambiente, eran los que podían darte un premio. Francamente, no soy de este estilo tan grandilocuente. El tema Estados Unidos–Cuba, sigue estando vigente aunque pasen los años.
El humor gráfico y la caricatura que se realiza desde Cuba aborda habitualmente los temas de política mundial o de crítica a políticos internacionales o situaciones sociales puntuales. ¿Crees que este tipo de disciplina podría ampliar su abanico de posibilidades en la isla?
¡Por supuesto que necesita ampliar su abanico! Lo dije en una entrevista anterior… política no es solo «La Política exterior». Política viene del griego: Polis, o sea, ciudad y por extensión, sociedad… de ahí que todo lo referente a la Polis o sociedad, sea política. El transporte público es política, el papel sanitario es política, los baches en las calles son política… todo es Política. Es imposible decir: Yo no me meto en Política, porque vivimos en Polis. De hecho somos animales políticos. Por eso pienso que debe dejarse de satanizar la opinión política de alguien que no está de acuerdo con algo o que propone una idea nueva. Los griegos se reunían en el ágora y exponían sus diversos puntos de vista y su sentido crítico y cívico se fue desarrollando de esta manera. De ahí que creo firmemente que el humor gráfico juega un papel muy importante en el acto de construir una sociedad. Como arte de vanguardia que es, refleja la sociedad y del momento que se vive con una sonrisa.
¿Durante tu trabajo en Cuba cómo eran las relaciones entre los caricaturistas?
Desde mi punto de vista eran buenas, me acogieron enseguida y me dieron alientos para continuar. No puedo decir otra cosa. Entre ellos había buena amistad y la pasaban bien.
¿Por qué decidiste establecerte en Suiza?
Porque encontré mi compañera en el amor y en el trabajo en Suiza. Mi esposa y yo somos un dúo de trabajo y de vida.
¿Crees que exista algo “sagrado” que un humorista gráfico no pueda llevar a la caricatura?
Primero, defíneme el concepto de «sagrado» y te diré que no es más que una construcción social para darle predominancia a algo… Lo que es sagrado para unos, no lo es para otros y ¿qué hace el humor por antonomasia? Desacraliza, tumba los altares. No hay hay nada más poderoso que la risa, mucho más cuando es inteligente y está fundamentada con la verdad. No hay pilar que se sostenga delante de una mirada humorística. De ahí que no haya nada «sagrado» que no pueda ser visto con humor. Falta de respeto es otra cosa… Falta de respeto es la conciencia de saber que se está obrando mal y aún así se hace… Por eso, sagrado no es para mí un concepto a manejar, más bien uso otro límite: ¿Lo que hago va a hacer más daño que bien? Si es para el bien y el crecimiento de la gente, entonces lo hago. Para mí el humor es bien, es luz, es bueno, es salud, por lo tanto creo en hacer el bien, no en lo «sagrado».
¿Me cuentas un poco sobre tu vida en Suiza?
Mi vida en Suiza, como puedes imaginar, es como estar todos los días en otro planeta, lo único que me mantiene conectado a mi ser natural es mi pequeña raíz cubana. Más desde aquí se ven las cosas desde otro punto de vista. He aprendido mucho acerca de lo que llamamos «democracia» un hecho muy interesante para mí y del cual tenemos siempre de que hablar. El hecho de moverme y expresarme sin cortapisas me ha permitido crear con mucha más fluidez. He aprendido también que el exceso de información puede no llevar a nada, más también he aprendido que ejerciendo tu opinión es como creces y te desarrollas como ser humano. Es una experiencia muy interesante para mí.
¿Te ha costado establecerte y desarrollar tu carrera desde ese país?
Si no es difícil, no la quiero… dice un viejo dicho… nunca me ha sido fácil. Ni aquí ni allá, nunca la he tenido a la mano, nunca ha estado garantizada esta profesión. Más para un freelancer. Aquí he aprendido algo muy importante: Enfócate en lo que deseas y hazlo como si no te hiciera falta el dinero. Solo hazlo, no lo intentes. Trabaja todos los días, se disciplinado y honra tu trabajo.
¿Cambia la inspiración fuera de Cuba?
¡Mucho! Cambia mucho, es como si abrieras las puertas de par en par y entrara la luz en tu cuarto y luego salieras a caminar al jardín… Aquí te encuentras el drama humano como en un laboratorio, miles de personas llegan a este país buscando un mundo nuevo, una nueva oportunidad… traen miles de historias, eso me inspira mucho. Saberte lejos de casa también lo hace y lo considero un buen ejercicio diario.
En meses recientes ganaste el premio World Press Cartoon ¿Cómo ha influido en tu carrera esa distinción?
Sí, en febrero de este año tuve la oportunidad de recibir uno de los más grandes premios que se le pueden conceder a un dibujante de prensa. Con un dibujo con tema cubano y pulbicado en esta revista precisamente. Esto, por supuesto, relanzó mi carrera y me dijo que iba por buen camino y sobre todo lo que me dijo es que no me creyera mucho eso y que volviera a mi mesa de dibujo y comenzara otra vez de cero.
Has trabajado en una serie sobre músicos y figuras de la cultura cubana en las últimas semanas. ¿De qué forma nació esa idea?
La idea de dibujar músicos y figuras de la cultura cubana nació luego de haber meditado largamente en el hecho de que en todas las plataformas de redes sociales lo que más abunda es el odio y el racismo. Entonces me dije que si tenía en mente este libro ¿por qué no comenzar a «bombardear» no solo la prensa para donde trabajo, sino las redes sociales con un mensaje de amor y aceptación?
Entonces lo hice estructuradamente, tomé los dibujos que tenía hecho, los adapté en resoluciones no publicables para otros medios y comencé a mostrarlos. La respuesta no se hizo esperar. Los ratings explotaron, la gente me contactaba, me pedían amistad, me escribían preguntando cuándo sale el libro. El mundo entero estaba ahí… El arte y la música cubanos son algo universal y maravilloso. Luego vendrá el libro.
¿Hay algún tipo de música o artista que tenga peso sobre tu obra?
Me gusta todo, desde Beethoven hasta Bad Bunny. Yo me conecto a Spotify y a dibujar se ha dicho.
¿Cómo percibes el estado del humor gráfico cubano?
No está bien, es abstracto, muy buen nivel técnico, muy buenos artistas detrás, más los mismos temas se repiten hasta el infinito, la guerra, la paz, el agua, el medio ambiente, la pelota o el fútbol, no digo que estos temas no se toquen. Estos temas son muy importantes, pero también opino que los temas más cercanos nuestra realidad también son muy importantes y necesarios. Creo que el humor gráfico cubano, como en sus inicios, debe tener vida propia y ser independiente.
¿Tienes planes de exponer próximamente en Cuba?
De hecho en Galería Factoría Habana el 5 de octubre pueden ver mi más reciente participación en una exposición colectiva, titulada: «Conexiones» Su curadora, Concha Fontenla, me ha pedido muy gentilmente unos 12 dibujos míos para que formen parte de la muestra.
¿En qué trabajas en este momento?
Sigo trabajando en este libro que te dije de personalidades, no solo cubanas, sino universales, es algo que me motiva y me llena de mucho placer. Además de mi dibujo diario para la prensa. !Y si les interesa podemos seguir publicando mis trabajos en Oncuba!
Felicidades a Ramse.
Les dejo elink de otra entrevista suya:
El humor es siempre fresco: http://www.juventudrebelde.cu/cultura/2012-03-31/el-humor-es-siempre-fresco