Tras dos semanas de arduas negociaciones, funcionarios de casi 200 países llegaron a un acuerdo el sábado sobre normas universales y transparentes que regirán los esfuerzos para recortar las emisiones y reducir el calentamiento global.
El trato alcanzado en las conversaciones de las Naciones Unidas sobre el clima en Polonia les permite a los países llevar a la práctica los principios establecidos en el acuerdo climático de París de 2015.
Pero para frustración de los activistas ambientales y de algunos países que pedían metas más ambiciosas para mejorar el clima, los negociadores postergaron las decisiones sobre dos asuntos cruciales hasta el año próximo en un esfuerzo por obtener un convenio en torno a ellos.
“A través de este paquete, ustedes han efectuado juntos mil pequeños pasos hacia adelante”, dijo Michal Kurtyka, alto funcionario polaco que presidió las conversaciones.
Dijo que, aunque probablemente a cada uno de los países no le agradarán algunas partes del acuerdo, se hicieron esfuerzos para equilibrar los intereses de todas las partes.
“Todos tenemos que dar para poder ganar”, afirmó. “Todos tenemos que ser valientes para ver hacia el futuro y dar un paso más por el bien de la humanidad”.
Las conversaciones en Polonia se llevaron a cabo en una época en que crecen los temores de los científicos de que el calentamiento global en la Tierra esté avanzando con mayor rapidez de lo que los gobiernos hacen para revertirlo. El mes pasado, un estudio halló que el cambio climático empeorará los desastres naturales como los letales incendios en California y los poderosos huracanes que azotaron a Estados Unidos este año.
Y un informe reciente efectuado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) concluyó que, aunque es posible detener el calentamiento global a 1,5 grados centígrados (2,7 Fahrenheit) para fines de siglo en comparación con la época pre industrial, esto requeriría una reestructuración drástica de la economía global, incluida una fuerte reducción en el uso de combustibles fósiles.
Preocupadas por los esfuerzos para incluir ese cambio en el texto final de la reunión, Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudí y Kuwait _todas ellas naciones petroleras_, bloquearon un respaldo al informe del IPCC mientras se efectuaban las conversaciones de este mes en la ciudad polaca de Katowice. Eso desató la indignación de los grupos ambientalistas y de países vulnerables como las pequeñas naciones isleñas.
El texto final en las conversaciones de la ONU omite una referencia previa a las reducciones específicas de emisiones de los llamados gases de efecto invernadero para 2030, y simplemente recibe con beneplácito la “conclusión oportuna” del informe del IPCC, no sus conclusiones.
Entre los logros cruciales en Katowice está un acuerdo sobre de qué manera deberían reportar los países sus emisiones de gases de efecto invernadero y los esfuerzos que están tomando para reducirlas. Los países pobres también lograron asegurar garantías de recibir mayor previsibilidad sobre el respaldo financiero para ayudarlas a reducir las emisiones, a adaptarse a los cambios inevitables como el incremento en el nivel del mar y a recibir pagos por los daños que ya han ocurrido.
Al final, una decisión en torno a la mecánica de un sistema de canjeo de emisiones fue postergada para la reunión del año próximo. Los países también accedieron a sopesar la cuestión de plantearse metas más ambiciosas en una cumbre de la ONU a efectuarse en Nueva York en septiembre del año próximo.