El volcán de La Palma ha generado innumerables destrozos a su paso. En total, los cultivos dañados se estiman en 106 hectáreas de platanos, 51 de uvas y 16 de aguacate.
La cantidad de terreno sepultada por la lava en El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte corresponde a un 1% de la superficie de la isla. Los inmuebles destruidos se elevan a 1 826.
El Paraíso y Las Manchas fueron las primeras poblaciones devastadas. La erupción continúa llevándose todo por delante: casas, plantaciones… Solo queda esperar a que el volcán cese su actividad.
Las coladas que se ubican al sur de la montaña de La Laguna siguen moviéndose hacia al oeste de la isla con un “enorme aporte de energía”. En estos momentos se sitúan a una distancia de apenas unos cientos de metros del mar. Se encuentran a 200 metros del acantilado y avanzan a 15 metros por hora. Se trata de los ramales de la colada situados más al norte. La previsión es que formen una nueva fajana.
El satélite Copernicus ha registrado un total de 753 hectáreas cubiertas de lava del volcán de La Palma desde que comenzó la erupción. Son 4,4 hectáreas más respecto a la medición previa.
La profundidad media de los terremotos registrados durante la última semana en La Palma por la erupción del volcán es de 14 kilómetros. La máxima profundidad desde el inicio de la erupción supera los 36 kilómetros; la mínima no llega a 1 000 metros.
Durante la noche en La Palma se han producido fenómenos conocidos como “tsunamis de lava”. La colada se ha desbordado y extendido al norte. La consecuencia es que se han desprendido grandes fragmentos de rocas de las paredes del volcán de Cumbre Vieja.
El gran éxito de todo el despliegue de equipos científicos y de emergencias es que no se han registrado fallecidos ni heridos.
Se cumple un mes desde que comenzó la erupción del volcán de La Palma. Los científicos han monitoreado al volcán desde el primer día. Indican que se trata de una erupción estromboliana “de manual”.
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