La reactivación de una de las coladas de lava que salen del volcán Cumbre Vieja, en la isla española de La Palma, acercó el flujo de magma a apenas 300 metros del mar. De llegar al océano, podría un nuevo delta lávico, afirman expertos.
Otra de las coladas de lava del volcán en erupción desde el pasado 19 se septiembre, alcanzó la costa nueve días después y fue formando un delta que ya alcanza mas 34 hectáreas según los últimos cálculos.
Ahora otra colada, la que discurre de norte a oeste tras desbordarse el lago de lava del volcán de Cumbre Vieja, se acerca al mar en otra zona de la isla denominada playa del Perdido, donde podría repetirse el fenómeno.
Según Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), esa llegada al mar sería positiva para que la lava drene y produzca menos impacto en tierra.
La portavoz de Pevolca, María José Blanco, dijo que según datos obtenidos por satélite, hasta ayer el volcán había emitido un volumen de magma de unos 75 millones de metros cúbicos. La altura del penacho de ceniza y gases ha aumentado hasta los 4 000 metros.
La nueva colada supone que en las últimas 24 horas se haya producido el mayor avance diario en la superficie afectada por la lava, más de un 10%, siempre dentro del área de exclusión que se marcó desde el inicio de la erupción y de la que fueron desalojados todos sus habitantes.
Las edificaciones afectadas son hasta ahora 753, de las cuales 620 son viviendas, 70 cuartos de apero donde se guardan útiles agrícolas, 29 de uso industrial, 19 de ocio y hostelería y 15 otras edificaciones como colegios o dispensarios.
Si continúa el avance del delta por la aportación de más lava procedente del volcán, podrían producirse derrumbes parciales que generarían olas, explosiones hidromagmáticas y gases, pero siempre en ese entorno.