El 25 de octubre último en Sudán del Sur, una chica fue subastada en Facebook, y una semana después la vendieron al mejor postor. Tenía 16 o 17 años. Cinco hombres, algunos de los cuales eran miembros del gobierno, habían hecho ofertas. Según Plan International, una organización internacional de derechos del niño, el padre consiguió 500 vacas, tres autos y $10,000 a cambio de su hija.
La red social eliminó la publicación, pero dos semanas después: ya era demasiado tarde. En un comunicado, un portavoz de Facebook dijo que “mejoraron constantemente los métodos utilizados para identificar el contenido contrario a la regulación, incluido el hecho de haber ampliado su equipo de seguridad, que incluye a unas 20,000 personas.
El director de Plan International para Sudán del Sur, George Otim, dijo que “este bárbaro uso de la tecnología nos recuerda a los mercados de esclavos de otra época”. La asociación solicitó al gobierno de Sudán del Sur que investigue a los funcionarios que hicieron ofertas en línea.
Los activistas de los derechos de los niños temen que el ejemplo de esta venta inspire a otras familias que quieren ganar dinero, especialmente porque la dote obtenida a través de Facebook fue una de las más caras que se han pagado en la región. Para una asociación de abogados de Sudán del Sur, citada por CNN, la madre de la niña no había aprobado el procedimiento.
Según datos de Unicef, el 52 por ciento de las niñas en Sudán del Sur están casadas antes de los 18 años.
Esta subasta es uno de los muchos usos perjudiciales de Facebook en los países en desarrollo. En Myanmar, por ejemplo, los militares utilizaron la red social para provocar el odio contra los rohingya e incitar a la población a matarlos.