Un día después de que los brasileños lo derrotaran en unas elecciones presidenciales muy reñidas, Jair Bolsonaro aún no ha reconocido ni aceptado esa derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva.
La negativa a aceptar formalmente los resultados no es una sorpresa. Durante los últimos dos años, Bolsonaro ha venido difundiendo teorías conspirativas sobre el fraude electoral en un intento por socavar las elecciones. Dijo repetidamente que el único resultado a reconocer sería su victoria.
Da Silva regresará a la presidencia que ocupó antes de 2003 a 2010. Horas después de concluidas las elecciones, les dijo a sus seguidores que se habían reunido para las celebraciones en Sao Paulo que aún no había recibido una llamada telefónica de Bolsonaro.
“Estoy medio feliz y medio preocupado porque a partir de mañana tengo que empezar a preocuparme por cómo vamos a gobernar este país”, dijo da Silva. “Necesito saber si el presidente que hemos derrotado permitirá que se produzca una transición”.
En foros on line algunos partidarios de Bolsonaro le han pedido impugnar los resultados. Los camioneros brasileños, que se han alineado ampliamente con el ultraderechista, organizaron bloqueos en las principales carreteras el lunes por la mañana. Algunos dijeron que solo cederían si los militares intervinieran en nombre de Bolsonaro.
Lula da Silva electo presidente de Brasil con el 50,83% de los votos
Es posible que Bolsonaro aún busque sembrar dudas sobre el resultado, aunque ni siquiera sus seguidores saben qué esperar cuando finalmente hable.
Siempre ha sido poco probable, dicen los expertos, que un esfuerzo por socavar las elecciones logre mantener a Bolsonaro en el poder. Pero puede estar en una posición aún más débil ahora debido al rápido reconocimiento de los resultados electorales por parte de la comunidad internacional y de los líderes de las principales instituciones brasileñas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado en el que felicitó a da Silva y elogió las elecciones “libres, justas y creíbles” menos de una hora después de que las autoridades electorales confirmaran su victoria.
El presidente francés Emmanuel Macron, el mexicano Andrés Manuel López Obrador y otros líderes emitieron declaraciones similares.
Arthur Lira, jefe de la cámara baja del Congreso de Brasil y aliado de Bolsonaro, emitió un comunicado el domingo por la noche diciendo que los resultados de una elección democrática “nunca deberían ser cuestionados”.
Por su parte Damares Alves, una exintegrante del gabinete de Bolsonaro que ganó un escaño en el Congreso a principios de este mes, emitió un comunicado en el que reconoció la derrota. “Perdimos una elección, pero no hemos perdido el amor por nuestro país”, dijo. “Bolsonaro dejará la presidencia en enero con la frente en alto y con la certeza del deber cumplido y de ser amado por millones de brasileños”.