La justicia de Brasil absolvió el viernes al hombre que acuchilló a Jair Bolsonaro el año pasado durante un acto de campaña, cuando apenas buscaba la presidencia, en un ataque que casi lo lleva a la muerte.
El juez Bruno Savino, de Juiz de Fora, determinó que la prisión preventiva de Adélio Bispo de Oliveira se convierta en una internación por tiempo indeterminado en un manicomio judicial, debido a que el magistrado lo encontró “inimputable” por una enfermedad mental.
El agresor, quien se encuentra detenido, había sido denunciado por el Ministerio Público Federal por la práctica de atentado personal contra Bolsonaro.
“La internación deberá perdurar por un plazo indeterminado y hasta que sea comprobada, por medio de pericia médica, el fin de la peligrosidad”, manifestó Savino, según un comunicado oficial divulgado la Justicia Federal de Minas Gerais.
El 27 de mayo pasado, el juez ya había declarado al agresor como enfermo mental, por lo que se preveía esta decisión.
El presidente Bolsonaro dijo este viernes que apelará la decisión y aseguró que existe un “circo armado” alrededor de la decisión.
“Si Adelio quisiera decir quién le pagó para tentar asesinarme, no tiene más valor jurídico, él es loco. Intentaron asesinarme, tengo la convicción de quién fue, pero no puedo hablar, no quiero hacer el prejuzgamiento de nadie”, dijo el presidente al diario O Globo.
El atentado fue el 6 de septiembre pasado, cuando Bolsonaro caminaba por la calle durante un acto de campaña en la ciudad de Juiz de Fora. Adélio Bispo fue detenido el mismo día y confesó ser el autor de la cuchillada.
El juez determinó que Adélio cumpla la internación en el sistema de prisión federal para minimizar el riesgo de una fuga y un nuevo ataque. Resaltó que el agresor declaró durante un examen pericial su intención de atentar nuevamente contra Bolsonaro y contra el expresidente Michel Temer.