Un centro comercial nuevo y situado en una zona acomodada del sur de la Ciudad de México se derrumbó parcialmente el jueves sin ocasionar víctimas y ante la mirada de muchas personas que habían sido evacuadas poco antes, cuando los administradores del centro aparentemente detectaran problemas estructurales.
“Se percibió que se estaba generando una separación de esa parte de la estructura y se hizo la evacuación correspondiente por parte de las instancias de protección civil de la plaza”, explicó José Ramón Amieva, el alcalde de la ciudad.
“Después se observó cómo tanto la fachada como la parte de desplante –son unos 700 metros cuadrados de construcción aproximadamente– se desplazaron, se cayeron, se derrumbaron”.
En los videos divulgados en redes sociales se aprecia cómo cede una esquina del edificio y eso provoca que se rompan en cadena los ventanales y luego colapse esa parte de la estructura.
Amieva aseguró que nadie salió lesionado y que el centro tenía todos sus permisos en regla.
La moderna construcción, llamada Artz Pedregal, tenía un parte comercial que se inauguró en marzo pero la parte de oficinas y servicios, que es donde se provocó el jueves el derrumbe, estaba todavía en construcción.
En su momento provocó airadas críticas de los vecinos de la zona, que se quejaron por perder espacios abiertos y porque el nuevo centro comercial empeoraba el tráfico, puesto que se levantó junto a una vía rápida que circunvala parte de la ciudad.
Además en 2016, cuando estaba todavía en construcción, hubo un desplazamiento de terreno provocado por una fuga de agua que hizo que una parte se desprendiera, indicaron las autoridades.
Los gestores del centro comercial lamentaron en un comunicado lo sucedido y explicaron que en cuanto se dieron cuenta del problema contactaron “de manera inmediata” a Protección Civil y evacuaron el lugar.
Las autoridades de la ciudad iniciaron una investigación para determinar las causas del derrumbe y pidieron un dictamen a expertos para saber si se debió a un problema estructural o del asentamiento del subsuelo, explicó el alcalde.
La Ciudad de México es una pesadilla para ingenieros y arquitectos porque además de ser una zona sísmica se levanta en gran parte de lo que antaño era un lago, por lo que gran parte del subsuelo es muy inestable y muchos edificios que no habían sido adecuadamente construidos colapsaron en el terremoto de 1985 y luego en el de 2017, ambos ocurridos un 19 de septiembre.
AP / OnCuba