El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dio a conocer este jueves la destitución de más de 300 empleados del Ministerio de Cultura que “promueven agendas que no son compatibles” con su Gobierno.
“En estos momentos, el nuevo ministro de Cultura, Raúl Castillo, procederá a la destitución de más de 300 empleados, quienes promueven agendas que no son compatibles con la visión de este Gobierno”, afirmó Bukele en su cuenta de X.
El anuncio sobreviene después de que el Ministerio de Cultura autorizara la puesta en escena de la obra Inmoral, que promueve la agenda 2030-LGTBI. Grupos conservadores aducen que va “contra los principios de las familias salvadoreñas”.
Dijo que la medida también ahorraría “fondos públicos en el proceso” y que “la gente eligió un camino y ese camino vamos a tomar”. “Medicina amarga”, agregó.
Durante su investidura para un segundo mandato consecutivo el pasado 1 de junio, Bukele prometió “sanar” la economía tras curar al país del “cáncer” de la violencia, generada principalmente por las pandillas.
De acuerdo con una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana, el 73,7 % de la población cree que el principal problema de El Salvador está relacionado con factores económicos, mientras que el 25,8 % manifestó que el principal fracaso del Gobierno de Bukele radica en el área económica.
El 60,5 % de los salvadoreños estima que la economía ha empeorado o sigue igual con Bukele. Y el 69,2 % dice que su economía familiar ha empeorado o se mantiene igual.
Bajo Bukele, El Salvador se ha mantenido a la zaga del crecimiento económico en Centroamérica. Su economía es altamente dependiente de las remesas familiares, estimadas en más de 8 000 millones de dólares anuales.