El presidente de Bolivia, Evo Morales, comenzó este sábado su campaña electoral de cara a los comicios nacionales de octubre ante una gran concentración de seguidores, en el aeropuerto de Chimoré, sitio en el que hace unos años operaba una base militar estadounidense.
El gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) presentó a la dupla de Morales y al vicepresidente del país, Alvaro García Linera, en medio de un gran festejo en el que a parte de la multitud abundaron la banderas y los cánticos alusivos a esa candidatura.
“Evo presidente” o “más, más, más, Evo presidente” eran algunos de los estribillos de las canciones, mayormente interpretadas al son de ritmos andinos, al mismo tiempo que se ondeaban miles de banderas azul, negro y blanco, que representan su agrupación política.
En su discurso, Morales aseguró que en la concurrencia estuvieron “más de un millón de hermanas y hermanos concentrados”.
El mandatario manifestó que decidió presentar su candidatura para optar por el Gobierno del país por los siguientes cinco años para terminar las “grandes obras” que empezó y porque siente “fuerzas” para consolidar lo que consideró la liberación de Bolivia “para toda la vida”.
Los pilares de la gestión de Morales se han basado en reformas políticas de inclusión, la nacionalización de los hidrocarburos y los proyectos de industrialización que ahora busca consolidar.
Morales enfatizó que la sede de la concentración, en el aeropuerto de Chimoré de la región tropical del departamento de Cochabamaba, fue “el centro de operación y de dominación” de Estados Unidos ya que antes de ser una terminal aérea era una “base militar”.
Al finalizar su intervención terminó con la arenga “patria o muerte”, frase que caracteriza a los miembros de la Revolución cubana y que el jefe de Estado suele repetir en varios de sus actos.
La masiva asistencia al acto fue puesta en duda por varios sectores de oposición que aseguraron que el partido gobernante obligó a los funcionarios del Estado a acudir para sobrepasar las expectativas de concurrencia.
Al discurso de Morales precedió una breve ceremonia religiosa organizada por algunas iglesias evangélicas que realizaron plegarias y bendijeron su candidatura.
“No hay otro binomio, no hay otro candidato. El binomio es único”, aseguró en su alocución el secretario Ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, que expresó su respaldo a Morales y García Linera.
El inicio de la campaña electoral de Morales se produjo la jornada posterior a la visita a Bolivia del secretario General de la OEA, Luis Almagro.
El representante del organismo hemisférico manifestó el viernes en La Paz que “sería absolutamente discriminatorio” que Evo Morales no pudiera presentarse como candidato a las elecciones.
Las declaraciones de Almagro fueron cuestionadas por los opositores bolivianos ya que contrastan con otras suyas en las que criticó la habilitación de Morales gracias a un fallo del Tribunal Constitucional en 2017.
Ese veredicto basó decisión en el criterio de que Morales tiene el derecho humano de presentarse como candidato y el pueblo de elegirlo, con base en otros casos que se produjeron en Latinoamérica.
La candidatura de Morales es considerada ilegal por la oposición y movimientos ciudadanos en Bolivia, por incumplir el límite constitucional de dos mandatos consecutivos y el resultado del referéndum que en 2016 rechazó la reelección.
Evo Morales es el mandatario con más tiempo en el poder en la historia de Bolivia y aspira a un cuarto mandato consecutivo hasta 2025, cuando se conmemora el bicentenario de la independencia del país.
El Constitucional ya le autorizó para un tercer mandato, al entender que el primero no contaba porque el país se refundó en 2009 de República a Estado Plurinacional.