En otro episodio de fricción entre el Gobierno de Nicolás Maduro y representantes de la izquierda latinoamericana, el ex presidente de Argentina, Alberto Fernández (2019-2023), no viajará a Caracas, donde iba a actuar como observador internacional en los comicios que se celebran este domingo.
“El Gobierno nacional venezolano me transmitió su voluntad de que no viajara y desistiera de cumplir con la tarea que me había sido encomendada por el Consejo Nacional Electoral”, publicó el ex mandatario peronista en su cuenta oficial de la red social X, reproducido por la agencia española EFE.
Según Fernández, el Ejecutivo venezolano consideró que unas declaraciones efectuadas por él a la emisora Radio Con Vos, en las que dijo que “si Maduro es derrotado lo que tiene que hacer es aceptar”, “causaban molestias y generaban dudas” sobre su “imparcialidad” y que su coincidencia con las afirmaciones del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, “generaba una suerte de desestabilización del proceso electoral”.
“Un veedor electoral debe vigilar el cumplimiento de las normas establecidas durante todo el acto electoral, de manera objetiva, imparcial y transparente. Ese era mi único propósito” posteó Fernández.
El ex mandatario argentino manifestó su deseo de que Venezuela, “que en estos años fue asediada por amenazas de invasión y lastimada en su economía por un brutal bloqueo”, celebre los comicios “de manera transparente y que el veredicto popular sea respetado, cualquiera sea el resultado”.
Posiciones de Colombia y Brasil
Entretanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, no viajará a Venezuela para las elecciones de este domingo.
Según confirmaron fuentes a El Tiempo y El Espectador, el Gobierno del presidente Gustavo Petro decidió no enviar ninguna delegación que actúe como observadora del proceso electoral y esperará los resultados en Colombia.
De acuerdo con lo detallado por el Canciller el pasado mes de mayo, el país tuvo conversaciones con la Misión de Observación Electoral (MOE) para fungir como observadores; sin embargo, según Murillo, por cuestiones de tiempo no se pudo “estructurar una observación con las características técnicas que exigía la MOE”.
Por su parte, el Tribunal Superior Electoral de Brasil informó sobre su decisión de no enviar a Venezuela a sus dos representantes para supervisar los comicios del domingo.
Este miércoles, durante un mitin de campaña en el estado Aragua, Maduro dijo que Venezuela tiene “el mejor sistema electoral del mundo” porque —sostuvo— se audita el 54% de las mesas.
Maduro también aseguró que ese tipo de revisión no ocurre en otros países y mencionó como ejemplo a Brasil, donde —afirmó— “no auditan ni un acta”, describió un reporte de la CNN en español.
En respuesta, el Tribunal Superior Electoral de Brasil difundió un comunicado en el que rechazó las afirmaciones de Maduro, a las que calificó de “falsas” y anunció la cancelación del envío de observadores para la jornada electoral.
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) aseguró este lunes que su sistema de votación está “blindado”, en cuanto a la inviolabilidad y secreto del sufragio con vistas a los comicios.
Observadores internacionales
Para los comicios de este 28 de julio, más de 600 observadores internacionales han confirmado su visita a Venezuela para presenciar el proceso en el que se medirán 10 candidatos, entre ellos, el oficialista Nicolás Maduro, quien busca una tercera reelección, y el abanderado de la oposición, Edmundo González Urrutia.
Entre los observadores electorales se hallan siete delegaciones internacionales, entre ellas, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Comunidad del Caribe (CARICOM), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE), la Unión Africana, el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA) y el Observatorio del Pensamiento Estratégico para la Integración Regional (OPEIR).
Igualmente, habrá pequeños equipos de observadores de Naciones Unidas y del Centro Carter, que ya en el pasado han fiscalizado los tantísimos comicios en Venezuela, en los últimos veinte años.
Mensaje de los principales contendientes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió este jueves un “voto de confianza” para obtener la reelección el domingo 28 de julio, mientras su principal rival, Edmundo González Urrutia, prometió “no perseguir” al chavismo si llega al poder.
En el poder desde 2013, año de la muerte del líder Hugo Chávez, quien lo nombró heredero político, Maduro, de 61 años, aseguró en su mensaje televisado que Venezuela está hoy en las mejores condiciones para dar un salto cualitativo y cuantitativo hacia el porvenir mediante el plan de las Siete Transformaciones.
Discutido a nivel popular, el programa tiene como objetivo preservar la paz, consolidar un nuevo modelo económico productivo para el bienestar social y abrirle paso a una nueva sociedad y civilización del amor, manifestó el mandatario, quien recordó los años de bloqueo, sanciones, guerra económica y la conflictividad política propiciada por los sectores de extrema derecha.
Por su parte, el principal bloque opositor de Venezuela, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), se comprometió este jueves a comenzar un proceso para la “democratización” del país en caso de que gane su candidato a las presidenciales del domingo, Edmundo González Urrutia.
En un documento suscrito por González y la líder opositora María Corina Machado, mentora del candidato presidencial, se adelanta que la coalición opositora procurará “forjar un clima anímico, político y social que lo facilite y contribuya con el bien común”, las libertades individuales y una vida ciudadana “ sin el miedo a la persecución”.
Guerra de encuestas
Como nunca antes, en 25 años de revolución chavista, la campaña electoral de Venezuela está marcada por una guerra de encuestas que intentan adelantar tendencias de los comicios del domingo.
Según el politólogo y doctor en ciencias políticas Luis Salamanca, lo que hace de esta elección imprevisible es que está juego el poder de la revolución forjada por el comandante Hugo Chávez en los años 90.
“Es la primera vez que eso ocurre en estos 25 años. Han perdido en algunas elecciones (referendo revocatorio, parlamentarias de 2015) pero no estaba en juego la presidencia de la República. Hoy está en juego y si la pierden, pierden el eje del poder. Eso es inédito en ese sentido y hace imprevisible el comportamiento de los actores involucrados y lo que podría pasar en Venezuela”, opinó Salamanca al portal France 24.
Por su parte, el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, manifiesta que en Venezuela nunca se había llegado tan cerca a una elección con tantos escenarios abiertos.
Encuestadoras como Datanálisis, Delphos, Consultores 21 y ORC Consultores coinciden en que la intención de voto la lidera el candidato Edmundo González Urrutia con una brecha que supera el 20% (siendo la cifra más conservadora) sobre el presidente Nicolás Maduro.
A contrapelo, el oficialismo maneja sus propias encuestas como Hinterlaces, que da ganador a Maduro con un 54,2%. Sus votantes lo perciben como el hombre fuerte, de ahí su equivalencia simbólica con un gallo de pelea.
Maduro ganará. Las encuestas de la derecha ven ganador a su candidato. Pero todo el que ha seguido la campaña sabe que Maduro ganará. Además porque el pueblo sabe que si gana la derecha es como si gana EEUU, venden el país en menos de un año