Danzantes con vestimentas indígenas desfilaron por una amplia avenida de la capital mexicana, seguidos de una carroza que transportaba una figura de seis metros (20 pies) de alto de la diosa Mictecacíhuatl, presentada como “la reina del inframundo, la guardiana de nuestros huesos”, la cual llevaba un penacho de plumas rojas y un cráneo en la mano derecha.
Una veintena de personas maquilladas de pies a cabeza y con máscaras de animales caminaban ágilmente detrás de la carroza, representando los nueve niveles del Mictlán, o el inframundo.
Cientos de personas se reunieron el sábado a lo largo del representativo Paseo de la Reforma de la capital mexicana para concluir las festividades del Día de Muertos con un desfile por toda la avenida hasta llegar a la plaza principal del centro histórico de la ciudad, en donde se instaló en días recientes un enorme altar dedicado a los difuntos.
Fue la culminación a más de dos semanas de actividades multitudinarias en la capital, desde la procesión de coloridas figuras conocidas como alebrijes, y un homenaje al recientemente fallecido intérprete José José, a las visitas privadas a tumbas familiares y la colocación de ofrendas en las cases en honor a los difuntos.
“Creo que es de las cosas buenas que debemos apreciar”, dijo el abogado Marco Antonio Cárdenas, de 58 años, habitante de la Ciudad de México y cuya familia pone su ofrenda cada año. “De tanta problemática que hay a nivel nacional e internacional, creo que este tipo de convivencias pacificas que aportan y que, de alguna forma, nos representan como pueblo en nuestra cultura, creo que está muy bien”.
Según la Secretaría de Cultura, el desfile incluyó más de 2.500 participantes de “proyectos artísticos”, carrozas alegóricas y grupos de danza. Los organizadores anticipaban una asistencia de cerca de 2 millones de personas.
Conforme una llovizna intermitente se convirtió en una lluvia fría y constante, la presentadora del desfile pidió un favor al dios azteca de la lluvia: “¡Tláloc, haznos justicia!” La mayoría de los espectadores se mantuvo en su lugar, resguardándose con sombrillas o capas de plástico.
Muchos de los asistentes se pintaron el rostro en puestos callejeros y algunos vendedores ofrecían ramos de flores sintéticas, máscaras de lucha libre y otras cosas. La avenida estaba decorada con flores de cempasúchil (caléndula mexicana), una flor amarilla y naranja a la que se asocia con el Día de Muertos.
Varios turistas se entremezclaron con la multitud, como Scarlett Fox, de 33 años y administradora de una clínica veterinaria, y Eric Bray, de 39 años y productor de una agencia de video de anuncios comerciales, quienes planearon sus vacaciones de semana y media para coincidir con las festividades en la Ciudad de México.
La pareja de esposos dijo que la popularidad de las celebraciones del Día de Muertos va en aumento en Estados Unidos, y el éxito de la cinta de 2017 “Coco” contribuyó en particular a una mayor difusión de esta tradición.
Fox dijo que en las últimas dos semanas estuvo practicando, consigo misma e incluso con sus compañeros de trabajo para su fiesta de Halloween, con temática del Día de Muertos, a fin de perfeccionar su maquillaje de cráneo color rosa y blanco que lució el sábado. Bray dijo que ambos se inspiraron en modelos que encontraron en Instagram.
“Me parece que este ha sido el desfile más impresionante que he visto”, dijo Fox. “Me emociona pensar en ello… ¡Fue increíble ver los disfraces de todos. Me refiero a la atención al detalle!”
“De hecho soy mitad mexicana, pero no tengo relación con la mitad de mi familia mexicana”, afirmó. “Crecí sin conocer nada de esta cultura, aunque tenía la curiosidad de hacerlo, siempre quise venir y conocer”.
A diferencia del desfile del fin de semana anterior, inspirado en la película “Spectre” de James Bond de 2015 y que incluyó elementos del filme, el del sábado tuvo su esencia propia, con carrozas y coreografías organizadas por grupos locales.
Algunos bailarines sonaron los cascabeles en sus piernas y mujeres con falda blanca y blusa lavanda se pavoneaban en las calles mientras la lluvia corría el maquillaje en sus rostros.
Seis personas con cráneos pintados en el rostro saludaban desde una carroza que era una réplica de una “trajinera”, una embarcación tradicional que recorre los canales en el barrio de Xochimilco, en el sur de la ciudad. Un grupo de “catrinas exóticas” agitaba banderas arcoíris para celebrar la diversidad y la inclusión, en un mensaje a la comunidad LGBTQ.
Alejandra Romero, de 42 años y supervisora de una tienda de autoservicio, dijo que ella y su hija de 15 años se toparon de casualidad con el desfile y decidieron quedarse a verlo.
Romero quedó particularmente impresionada por un contingente de más o menos 50 tamborileros disfrazados de mariachis que tocaron con un ritmo palpitante en la parte final del desfile.
El Día de Muertos “es un recordatorio constante de las personas que apreciamos que ya fallecieron y estar pensando en ellos constantemente es lindo”, afirmó.
fantastico!!