El Senado de Brasil inició hoy martes una investigación sobre la gestión del gobierno de Bolsonaro ante la pandemia de la COVID-19, movida que, según analistas, podría poner en peligro la relección del presidente.
Bolsonaro ha sido un opositor a las restricciones destinadas a frenar la enfermedad, cuyos efectos a menudo ha minimizado. También, como Donald Trump, ha fomentado el uso de medicamentos sin valor alguno para tratar la COVID-19. Sus críticos sostienen que sus políticas, junto con una fallida campaña de vacunas, han contribuido a que Brasil tenga el segundo número más alto de muertes por coronavirus en el mundo.
Si bien la investigación no está dirigida formalmente a acusaciones penales, podría dar lugar a cargos. Y debilitar sus posibilidades de ganarle a su principal rival político, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien puede postularse de nuevo porque la Corte Suprema recientemente anuló sus dos condenas. Incluso podría dañar las posibilidades de Bolsonaro de llegar a una eventual segunda vuelta presidencial, dijo Gilberto Kassab, líder del Partido Socialdemócrata.
https://www.youtube.com/watch?v=uNDbm2_of7c
Bolsonaro ha negado sistemáticamente cualquier irregularidad y, en cambio, culpa a gobernadores y alcaldes diciendo que sus restricciones a la actividad han causado más problemas que el virus mismo. Con frecuencia ha hecho caso omiso de las recomendaciones de expertos en salud pública. Ha tenido cuatro ministros de Salud desde que asumió el cargo en 2019. Los problemas de la pandemia en Brasil han afectado sus índices de popularidad, pero alrededor de un tercio de los brasileños aún lo respaldan, según encuestas recientes. “No creo que esta investigación sea suficiente para una campaña de juicio político porque eso dependería de otros factores, pero aumenta esa posibilidad”, dijo Beatriz Rey, politóloga especializada en Brasil de la American University en Washington.
La comisión investigadora tiene el poder de obtener documentos y de obligar a testificar, y puede presentar sus conclusiones a la policía u otras autoridades con poder para enjuiciar las irregularidades. El sitio web de noticias UOL informó que un documento de la administración interna anticipaba 23 posibles líneas de investigación, incluida la negligencia en la compra de vacunas y la politización de la pandemia.
El senador opositor Randolfe Rodrigues, uno de los miembros de la comisión, dijo que esas 23 acusaciones son solo el comienzo. “Aquí hay mucho más que agregar. Aparentemente, es más fácil para ellos planificar su defensa que proteger la vida de las personas ”, dijo ayer lunes.
Bolsonaro puede contar con el apoyo de cuatro de los once senadores de la comisión de investigación. Y al menos dos de los aliados del presidente han sido llamados a declarar: el exministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, y el exsecretario de Comunicaciones, Fabio Wajngarten. En una entrevista esta semana con la revista Veja, Wajngarten absolvió a Bolsonaro de culpa por la escasez de vacunas e hizo caer la responsabilidad sobre los funcionarios del Ministerio de Salud por no lograr un acuerdo a la hora de comprar 70 millones de dosis de la vacuna de la Pfizer.
El senador Eduardo Girão, uno de los aliados del presidente en la comisión, dijo que la investigación debe ser equilibrada y evaluar el desempeño de alcaldes y gobernadores.
Es casi seguro que esta semana Brasil alcance el hito de 400.000 muertes por la COVID-19.